Muy molestos se encuentran en la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) con el Director de la Policía Municipal, Alonso Ulises Méndez, ya que los metió en tremendo problema con la detención del presunto asesino de Valeria Ahumada Jáuregui, la joven madre de 23 años. Y es que lo primero que hizo al tener conocimiento del aseguramiento de Sergio Enrique Sánchez Dueñas, fue tomar el teléfono y aprovechar para llamar a los directivos de La Voz de la Frontera y de La Crónica, además de otros allegados, para informarles de la captura, indicando que había sido la Policía Municipal la responsable de la aprehensión por una supuesta falta al bando de policía y tránsito. La noticia “rompió” las redes sociales generando un gran tráfico, pero a la vez una enorme confusión, ya que la Procuraduría salió a negar dicha intervención, puesto que ni siquiera tenían la orden de captura por el asesinato, y lo que es peor, horas después se dio a conocer que los hechos ocurrieron en el estado de Sonora, no en Mexicali, a manos de la Policía Municipal de Sonoyta, quienes -extrañamente-, le encontraron unas dosis de enervante. Al final, la Procuraduría sudó frío ante la posibilidad de meterse en un problema jurídico, ya que se temía que se realizara una detención por la corporación local sin tener siquiera un mandamiento judicial, lo que podría afectar el caso. Pudo costar caro este arrebato de Méndez para la PGJE, donde tuvieron conocimiento rápidamente de la “garganta profunda”, ya que algunas fuentes lo mencionaron para exigir respuestas a la dependencia, por lo que analizan volver a la colaboración con elementos de la PEP, para evitar fugas de información que, según ellos, ponen en riesgo el expediente.