Elementos de la Policía Federal, la Comisión Nacional de Seguridad (CNS) y la Procuraduría General de la República (PGR), detuvieron este lunes a Heriberto Picos Barraza, alias “El Koala”, presunto responsable del homicidio del periodista sinaloense, Javier Valdez Cárdenas, fundador del semanario Ríodoce y corresponsal del diario La Jornada, asesinado la mañana del lunes 15 de mayo de 2017, en la avenida Riva Palacio, en la colonia Jorge Almada, de Culiacán, Sinaloa.
El Fiscal Especial para la Atención de Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión (FEADLE), Ricardo Sánchez Pérez del Pozo, confirmó al semanario sinaloense Ríodoce la detención de este sujeto, presunto asesino del periodista.
El funcionario federal confirmó al medio sinaloense, que “El Koala” fue detenido en Tijuana, Baja California, la tarde de este día, luego que un juez de distrito en Culiacán concediera una orden de aprehensión en su contra por su probable responsabilidad en el crimen de Javier Valdez.
Picos Barraza, de 26 años de edad, es originario del municipio de San Ignacio, Sinaloa, “y está ligado al crimen organizado”.
Según dijeron fuentes al semanario ZETA, Picos Barraza fue detenido este día, por la tarde, en Tijuana y trasladado de inmediato a la Ciudad de México.
Hace unas horas el titular de la Secretaría de Gobernación (Segob), Alfonso Navarrete Prida, informó a través de su cuenta de la red social Twitter, que elementos de la PF, la CNS, y la PGR, detuvieron al presunto responsable del homicidio del periodista sinaloense.
“Felicito a los elementos de la @PoliciaFedMx, #CNS y @PGR_mx, que en una operación conjunta, hace unos momentos detuvieron al presunto responsable del homicidio del periodista Javier Valdez, quien lamentablemente fue privado de la vida el año pasado en #Sinaloa.”, escribió Navarrete Prida en su cuenta de la red social Twitter.
Una fuente informó a ZETA que mañana martes en la Ciudad de México se dará una rueda de prensa para abundar del caso.
“En cumplimiento de una orden de aprehensión girada por un juez federal a solicitud de #FEADLE [Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión], la #PGR detuvo a un persona por su probable responsabilidad en el homicidio del periodista Javier Valdez”, señaló, por su parte, la Procuraduría General de la República, también en Twitter.
La PGR ofreció una recompensa de 9 millones de pesos a quien diera informes sobre el homicidio del sinaloense, y de otros 5 periodistas asesinados. Además, según Griselda Triana García, viuda del periodista, la Fiscalía de Sinaloa y la Procuraduría federal se negaban a informar sobre las líneas de investigación del crimen y aún mantenían como una hipótesis el robo del auto del periodista, el cual fue abandonado varias cuadras después.
CRONOLOGÍA DEL CASO
El pasado 15 de agosto, periodistas y activistas de Sinaloa se manifestaron en el Palacio de Gobierno estatal, con reclamos de justicia por la falta de resultados en el caso del asesinato del periodista.
Antes, el 15 de julio del 2017, en Culiacán, un grupo de periodistas clausuraron de forma simbólica la sede de la Fiscalía General del Estado de Sinaloa para exigir avances en la investigación sobre el asesinato de Javier Valdez Cárdenas.
El 20 de junio del año pasado, Miguel Ángel Osorio Chong, entonces titular de la Secretaría de Gobernación (Segob), afirmó en Culiacán, que “no se ha dejado de investigar” el asesinato del corresponsal del diario La Jornada y cofundador del semanario Ríodoce
Un día antes, la Asociación de la Prensa de Madrid (APM) entregó, de forma póstuma, el premio más importante del periodismo español a Griselda Triana, viuda del periodista sinaloense, quien en conferencia afirmó que en México “decir la verdad incomoda”, y recibió el galardón como reconocimiento a la “valentía, labor periodística y heroísmo” de su esposo.
Además, la viuda del periodista acusó a los gobiernos de su país de ser “cómplices de las organizaciones criminales, lejos de combatirlas […] En México es muy conocido que el ‘narco’ financia campañas políticas, quita y pone autoridades. Es ‘vox pópuli”, destacó.
El 15 Junio del 2017 la Embajada de Estados Unidos en México, todavía bajo las órdenes de Roberta Jacobson colocó en su fotografía de perfil de su cuenta de la red social Facebook, la imagen del rostro del periodista sinaloense.
“Quisiera que el Estado Mexicano tuviera vergüenza y esclareciera los hechos. ¿Quién fue?, ¿Por qué fue? Y sobre todo que detuviera a los autores tanto materiales como intelectuales, que hubiera una sentencia ejemplar porque no es posible que ciudadanos y ciudadanas comprometidos con su trabajo, con lo que hacen, tengan que matarlos de esa manera”, afirmó ese mismo día, Griselda Triana García, en la primera entrevista que otorgaba desde que asesinaron a su esposo.
El 10 de junio, durante una reunión entre el entonces subsecretario de Derechos Humanos de la Segob, Roberto Campa Cifrián, y el gobernador de esa entidad, Quirino Ordaz Coppel, el funcionario federal le reiteró al mandatario estatal sinaloense “la importancia que para el Gobierno de la República representa el esclarecimiento del homicidio del periodista Javier Valdez”.
El 25 de mayo del 2017, el director de la Zona Centro de la Coordinación de Servicios Periciales de la PGR, Vidal Pérez Islas, aseguró que el periodista no recibió un tiro de gracia y que tampoco fue obligado a “hincarse” por sus agresores, además de aclarar que su cuerpo presentaba 13 impactos de bala y no 12 como se había sostenido con anterioridad.
El funcionario de la PGR reiteró en ese momento, que la dinámica de la caída establecía, entre otros factores, que el periodista cayó al piso cuando los agresores le dispararon por la espalda, una de las balas penetró la cabeza.
Las aclaraciones de la PGR obedecieron a las críticas que recibió el peritaje oficial por peritos consultados por el diario La Jornada, periódico que albergaba el trabajo de Valdez Cárdenas desde hace 15 años.
Según fuentes gubernamentales de dicho diario de circulación nacional, del cual Javier Valdez Cárdenas era corresponsal, al periodista sinaloense lo arrodillaron para ejecutarlo el pasado lunes 15 de mayo, en la avenida Vicente Riva Palacio casi esquina con Ramón F. Iturbe, en Culiacán, Sinaloa.
Aunque ninguna cámara de videovigilancia captó el suceso, las fuentes del rotativo señalan que testigos presenciaron que los asesinos del también fundador del seminario Ríodoce, lo bajaron de su automóvil, lo obligaron a arrodillarse y así le dispararon.
El 22 de mayo del 2017, en una editorial, el diario estadounidense The Washington Post exigió este lunes al presidente de México, Enrique Peña Nieto, que sea para él y su Gobierno “una prioridad” la localización de los asesinos del corresponsal de La Jornada y fundador del semanario Ríodoce.
En la editorial que fue incluida en su versión impresa, el equipo editorial del periódico tituló así su encabezado: “La pena de muerte por reportear: un periodista mexicano arriesgó y perdió su vida persiguiendo la verdad”.
Ese mismo día, el actor Diego Dionisio Luna Alexander dijo que tras el asesinato de Javier Valdez Cárdenas, él esperaba encontrar no sólo la unión de la mayoría de los integrantes del gremio periodístico, sino una preocupación más profunda de los ciudadanos, pero esto no sucedió así.
“En algo muy grave y muy triste como lo que sucedió con Javier [Valdez Cárdenas], yo esperaba que colapsara el país por un rato y que hubiera una toma de conciencia, un freno, pero no”, señaló el histrión de 37 años de edad, entrevistado por el periodista Javier Risco para El Financiero Bloomberg.
Un día antes, el 21 de mayo del 2017, 186 corresponsales de 69 de medios de comunicación extranjeros acreditados en México emitieron una carta de protesta por el asesinato del sinaloense Javier Valdez Cárdenas, así como de otros periodistas mexicanos.
“La prensa extranjera condenamos el asesinato de nuestro compañero Javier Valdez. Estamos conmocionados por este nuevo crimen que forma parte de la reciente escalada de agresiones a nuestros colegas periodistas mexicanos, cuya valentía admiramos profundamente”, señalaron los corresponsales en su misiva.
El 17 de mayo del año pasado, la organización defensora de derechos humanos, Amnistía Internacional (AI) realizó una petición pública dirigida al entonces titular de la FEADLE, Ricardo Sánchez Pérez del Pozo, y a Campa Cifrián, ante los múltiples asesinatos de periodistas ocurridos en México durante los últimos tiempos.
A través de una carta, AI expresó su preocupación y consideró “urgente iniciar una investigación independiente, imparcial y exhaustiva sobre estos hechos y llevar a los responsables ante la justicia”.
Por su parte, Carlos Lauría, coordinador para las Américas del Comité para la Protección de Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) y amigo de Valdez Cárdenas, llamó al gremio periodístico y a la sociedad mexicana a ser “decisivos en la respuesta ante la brutalidad de estos ataques, y la necesidad de que haya esclarecimiento”.
El caso del asesinato del periodista sinaloense Javier Valdez Cárdenas -corresponsal de La Jornada y fundador del semanario Ríodoce- repercutió a nivel internacional.
Por ejemplo, el Gobierno de Francia condenó “con toda firmeza” el hecho, según lo expuso el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Romain Nadal.
Por su parte, el presidente de Bolivia, Juan Evo Morales Ayma, condenó el asesinato del periodista mexicano a través de su cuenta de la red social Twitter: “Condenamos el asesinato de Javier Valdez, y nos solidarizamos con su familia, el periódico La Jornada, y todo el pueblo mexicano”.
En otro tuit, Morales también reclamó al secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Leonardo Almagro Lemes: “Por qué @Almagro_OEA2015 no se pronuncia sobre la violencia del narco en México y el asesinato de 6 periodistas en lo que llevamos de 2017?
Por su parte, Almagro, también por Twitter, dijo en relación al asesinato de Valdez Cárdenas: “Otro intento de coartar la libertad de expresión e imponer el miedo”.
Asimismo, la Unión Europea exigió “investigaciones rápidas y transparentes” ante la “ola de asesinatos y ataques selectivos” contra periodistas en México, que plantea “serias preocupaciones” en “uno de los países más peligrosos del mundo para los trabajadores de los medios de comunicación”.
Por su parte, Irina Bokova, directora general de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) condenó este martes el asesinato de Javier Valdez, y solicitó una “investigación minuciosa” para que los responsables del homicidio sean castigados.
Por otra parte, medios como El País, The Guardian, The New York Times o Al Jazeera, señalaron que el asesinato es un golpe terrible para el periodismo en México, parte de una “espiral de violencia” contra los informadores que va a un “ritmo desenfrenado” en el país.
Además de medios internacionales, la Asociación Mundial de Periódicos y Editores de Noticias (WAN-IFRA) y el Foro Mundial de Editores (WEF) se unieron a la exigencia de justicia por el asesinato del periodista sinaloense.
El día del asesinato, el 15 de mayo del 2017, el presidente Enrique Peña Nieto condenó el asesinato del corresponsal de La Jornada y fundador del Semanario Riodoce, y aseguró que pidió a la PGR que la Feadle apoyara en la investigación del “indignante” crimen.
A través de su cuenta de la red social Twitter, el mandatario nacional reiteró “el compromiso de su gobierno con la libertad de expresión y prensa, fundamentales para nuestra democracia”.
“EL @GobMx condena el homicidio del periodista Javier Valdez. Mis condolencias a sus familiares y compañeros”, escribió en uno de sus tuits.
Por su parte, el entonces presidente del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Andrés Manuel López Obrador, lamentó también el asesinato de Javier Valdez, y exigió a las autoridades atender las causas de la violencia que impera en México.
El ahora tres veces ex candidato presidencial calificó como “estúpida” e “inhumana” la estrategia contra el crimen organizado que se ha emprendido en este gobierno y el anterior, y pidió al presidente Peña Nieto que detenga esta “guerra”.
“Me da tristeza que esto pase; me duele que estén asesinado a periodistas a mansalva. Expreso mis condolencias a sus familiares, a los amigos, a La Jornada, a todos los medios de información del país, y espero que las autoridades hagan lo que les corresponde, porque no se esclarece nada, no se hace justicia”, dijo el tabasqueño.
“El gobierno no está haciendo nada, no está atendiendo las causas, no se protege al pueblo; es estúpida e inhumana la estrategia que se ha venido aplicando. Exijo que pare la guerra, que pare la violencia, y a Enrique Peña le exijo que haga un llamado a todo el pueblo de México a la paz, a que se respete la vida, pues es el derecho más importante que tienen los seres humanos”, enfatizó López Obrador.
Por su parte, Luis Raúl González Pérez, presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), condenó al asesinato del periodista sinaloense.
“Es un hecho inaceptable y reprobable, que lastima a la sociedad mexicana en su conjunto, y afecta la libertad de expresión y al corazón mismo de la democracia mexicana”, dijo el ombudsman nacional.
JAVIER VALDEZ TRABAJÓ HASTA EL ÚLTIMO DÍA DE SU VIDA
Javier Valdez Cárdenas trabajó hasta los últimos momentos de su vida. Todavía el lunes 15 de mayo del 2017, antes de morir asesinado por un grupo de hombres armados afuera de las instalaciones del semanario Riodoce -medio del que fue fundador-, en Culiacán, Sinaloa, cumplió y envío una nota al diario de circulación nacional La Jornada -del que era corresponsal- sobre la protesta de maestros que exigían justicia por sus compañeros asesinados.
A principios de mayo, el periodista sinaloense -también corresponsal de la agencia francesa AFP- había enviado una nota al mismo rotativo, con el título ‘El compadre de El Chapo, su peor enemigo’, en la que narraba cómo Dámaso López Núñez, alias “El Licenciado”, había ayudado al capo Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, “El Chapo”, a escapar del penal de Puente Grande.
La nota conjunta firmada también por Gustavo Carrillo, decía que López Núñez “fue policía ministerial en Sinaloa, pero su trayectoria cobró relevancia en enero de 2001 al permitir, como jefe de seguridad del Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) número 2, Puente Grande, en Jalisco, que “El Chapo” se convirtiera en el primer reo en fugarse de una prisión de máxima seguridad en México.”
“La amistad de López Núñez con El Chapo creció hasta llegar al compadrazgo, y luego de ello El Licenciado se convirtió en uno de los hombres de mayor confianza y presuntamente en el sucesor de Guzmán Loera tras su extradición a Estados Unidos, en enero de este año.”, señaló el periodista hoy asesinado.
Además de su perfil personal, Valdez Cárdenas narró cómo López Núñez y su hijo Dámaso López Serrano, “El Mini Lic.”, crearon dos grupos de sicarios conocidos como Fuerzas Especiales Damasos y Los Antrax, ambas células que servían a “El Chapo” Guzmán Loera.
“De acuerdo con fuentes federales, Dámaso López fue uno de los artífices para la compra de los terrenos en los cuales se construyó el túnel de más de 1.5 kilómetros de longitud por el cual escapó El Chapo Guzmán en julio de 2015 del Cefereso número 1, que se localiza en el municipio de Almoloya de Juárez, estado de México.”, indicó el periodista en la misma nota.
“El Licenciado y su hijo controlaban buena parte del valle de San Lorenzo, al sur de Culiacán, y tenían influencia en regiones como La Paz, capital de Baja California Sur, y Mazatlán, Sinaloa.”, señaló la nota publicada en La Jornada.
“Las pugnas entre El Licenciado y los hijos de Guzmán Loera se iniciaron una vez que éste fue detenido en Los Mochis, en enero de 2016, pero no fue sino hasta que el líder del cártel de Sinaloa fue extraditado que se desató la guerra entre ambos grupos.”, aseguró Valdez Cárdenas.
“Los hijos de Guzmán, Alfredo e Iván Archivaldo, y su tío, Aureliano Guzmán Loera, El Guano, encabezaron las disputas del lado de la familia de El Chapo, y del otro lado, ahora como enemigo, estaba El Licenciado.”, narró Javier Váldez.
“Ismael Zambada García, El Mayo, otro de los líderes máximos de cártel de Sinaloa, trató de conciliar intereses entre ambos bandos y en al menos dos ocasiones lo logró, pero al final ganó la ambición por el control de los negocios.”, continuó la nota.
“El 4 de febrero, los jefes de los tres grupos se reunieron en una zona cercana a la comunidad de Mojolo, al norte de Culiacán. A la cita –de acuerdo con versiones extraoficiales– llegaron los hijos de El Chapo y Zambada, quien aparentemente los citó, pero no Dámaso. Cuando salían del fallido encuentro fueron atacados por un comando y luego rescatados por pistoleros de El Mayo Zambada, quien logró salvarlos ilesos.”, dijo el periodista.
También recordó que durante una entrevista del semanario Riodoce, un enviado de “El Licenciado” señaló que los hijos de “El Chapo” no habían respetado los acuerdos y que durante casi un año habían provocado violentamente a López Núñez, quien mandó decir que los jóvenes se aprovechaban de su buena fe “con alevosía y ventaja, y ellos han corrido la versión de que la DEA me apoya, pero no es cierto. Tengo orgullo y sé respetar los códigos”.
“Versiones del gobierno federal indican que las pugnas entre Dámaso López Serrano y los hijos de Guzmán Loera continuarán, pues más allá del liderazgo del cártel de Sinaloa, está el control del mercado y los territorios, el narcomenudeo en la zona rural de Culiacán y el municipio de Navolato, y la salida al mar, tanto por Altata como por playas de Ponce, ubicadas en el centro del estado.”, finalizó la nota firmada por el periodista asesinado.
Javier Váldez era autor de varios libros con temática de narcotráfico como ‘Los Morros del Narco, Levantones’, y su más reciente, ‘Narcoperiodismo’, donde habló sobre los periodistas bajo el fuego del narcotráfico. También escribía la columna semanal ‘Malayerba’.