Marco Antonio Corona Bolaño Cacho
Diputado Presidente del Congreso del Estado de Baja California
“Cuando se viene a esta asamblea no se es constitucionalista, ni villista, ni zapatista: se es mexicano”. Antonio Diaz Soto y Gama.
Recordando esta frase pronunciada durante la convención de Aguascalientes en la etapa revolucionaria de México es preciso recordarle algo: En el Congreso del Estado de Baja California los diputados no son panistas, ni priistas, ni del PES, PT, PRD, MC o de Morena; los diputados son mexicanos. El único interés que debe de mover su actuar es el interés de la ciudadanía a la cual representan y ante la cual salieron no hace mucho a pedir el voto; sin embargo, ha sido una constante que ustedes se han olvidado de ella.
En días pasados Usted declaró: “El Poder Legislativo tiene el deber de representar a todas y todos los bajacalifornianos, de escucharlos a todas y todos, de atenderlos a todas y todos. Nuestra gestión siempre abonará al diálogo, incentivará la pluralidad y trabajará para impulsar el desarrollo de nuestro estado”. Sin embargo, el día de hoy (jueves 12 de abril) vivimos lo opuesto, siguiendo el mal ejemplo de la mesa directiva anterior del Congreso del Estado, Usted impidió el acceso de un grupo de ciudadanos al interior del recinto legislativo aun cuando entre sus facultades no se encuentra prohibición alguna.
El Artículo 7 y 50 de la Ley Orgánica del Congreso del Estado menciona que su deber es salvaguardar la integridad de éste mas nunca se menciona la palabra “Prohibir el acceso a persona alguna”. Es más, ni siquiera en el manual de Políticas de Operación Administrativa del Congreso del Estado se menciona el tema como restricción sino llegado el caso como desalojo.
Según la Real Academia de la Lengua Española se entiende como Desalojar: (Des) Alojar 1.- Sacar o hacer salir de un lugar a alguien o algo. Desde esta lógica para que se dé un desalojo primero se debe de estar adentro del recinto, mas no impedir el acceso a éste.
Con esto trato de decirle que sea íntegro y no falte a su palabra (aunque el día de hoy haya olvidado sus declaraciones), debe de ser Usted un ejemplo de congruencia entre lo que dice y lo que hace, no le estamos pidiendo nada más que nuestro derecho.
No puede ser posible que a ciertos manifestantes a modo sí se les permita el acceso al recinto legislativo y a nosotros no. En México no existen ciudadanos de primera y de segunda clase, ya las luchas de Hidalgo y de Morelos abolieron esta postura hace más de 200 años, sin embargo, empeñarse en prohibirnos el acceso es un retroceso histórico que raya en el obscurantismo propio de la época de la Colonia y de la Inquisición digno de Torquemada.
Diputado Presidente, haga Usted respetar y cumplir la ley, así como juró cuando tomó protesta. Haga usted caso de lo que la ciudadanía quiere, así como cuando Usted pidió el voto. Los procesos históricos no se detienen y Usted tiene la oportunidad de pasar a la historia como quien reabrió las puertas del Congreso a la ciudadanía o a las cerró a la ignominia.
Lic. Moisés Alejandro Rivera Cruz
Asesor Jurídico Mexicali Resiste