A casi un mes de iniciada oficialmente la ruta electoral 2018, tanto partidos políticos, como aspirantes de los mismos, han afilado los ataques y señalamientos públicos. Un ejemplo muy particular de esto se refleja en el intercambio de declaraciones emitidas por el integrante de la coalición “Juntos Haremos Historia” (Morena, PES, PT), Jaime Bonilla, y el representante del “Frente por México” (PAN, PRD, MC), Jorge Ramos. Ambos, contendientes por el Senado de la República.
Jorge Ramos, a través de un par de videos anónimos en redes sociales y luego de propia voz, repitió los mismos guiones donde descalificó con fuerza a su oponente, acusándolo -entre otras cosas- de usar su medio de comunicación (PSN) para favorecerse en las campañas.
Bonilla Valdez apresuró la réplica y afirmó que los ataques mediáticos de su oponente eran tan solo un reflejo del “miedo” que le tiene de no seguir viviendo de la nómina oficial. El candidato de Morena declaró: “en ninguna parte en donde Jorge Ramos haya estado, ha hecho un cambio. Cuando estuvo en la presidencia municipal, fue una de las peores administraciones. Cuando estuvo como diputado federal, era un diputado mediocre que realmente nunca hizo nada por la comunidad y ahora viene a pedir un voto para el Senado”.
Tan solo días después, Jaime Bonilla sostuvo lo antes dicho e incrementó la apuesta, acusando al blanquiazul de haber contribuido al despilfarro de recursos en Tijuana; esto al denunciar que durante su gestión, Ramos “embarcó” a la región con una deuda de 40 años por los trabajos de pavimentación llamado “PIRE”, que contrajo una deuda de casi dos mil millones de pesos.
Ante los señalamientos sobre el endeudamiento del municipio, Jorge Ramos mencionó que si él no hubiera gestionado recursos para Tijuana, cuando fue alcalde, sus detractores no estuvieran disfrutando ahora mismo de las vialidades que pavimentó.
Además presumió que cuando él estuvo enfrentando a la violencia que se desató durante su trienio, Bonilla Valdez trabajó como funcionario electo del gobierno republicano de Estados Unidos, siendo director del Otay Water District.
Consideró que el aspirante a senador por la coalición “Juntos Haremos Historia” -quien por cierto afirma tener 16 puntos de ventaja en las encuestas- no tiene experiencia como funcionario público, por lo que asegura -de forma contraria al dato antes mencionado- llevarle una considerable delantera en la contienda.
Sostuvo que la actuación del candidato presidencial, Ricardo Anaya, en el primer debate presidencial, dejó en claro que la disputa es entre éste y Andrés Manuel López Obrador, también contendiente por Morena. Situación que a su modo de ver, no se da entre Bonilla y él; y en ese sentido comentó, más que con el candidato, su competencia es con el partido Morena.
Expuso que Bonilla Valdez únicamente se está montando en la popularidad de López Obrador y que de por sí no trae propuestas. “Él no tiene un nivel de conocimiento, ni una trayectoria como para poner en riesgo la candidatura”, aseguró. En entrevista con ZOOM POLÍTICO aprovechó para retar Jaime Bonilla a un debate público y éste respondió que “estaría encantado” de debatir y exhibir las corruptelas de Ramos, pero que cuando éste sea el candidato en la posición número uno, tal como él y no en la segunda. “Quiere debatir conmigo, siendo él de segunda (posición). No me puedo dar el lujo de perder mi tiempo”, remató.