El representante diplomático de Rusia en Estados Unidos, Anatoly Antonov, dijo este viernes en la noche, que los ataques de los estadounidenes, franceses y británicos contra Siria representan “un insulto” contra el presidente ruso Vladimir Putin, lo que es “inaceptable e inadmisible”.
“Las peores aprensiones se han hecho realidad. Nuestras advertencias han quedado sin escuchar”, escribió a través de un mensaje publicado en la cuenta de Facebook de la embajada de Rusia en Estados Unidos, y afirmó que “se está implementando un escenario prediseñado. De nuevo, estamos siendo amenazados”, por lo que advirtió que “tales acciones no se dejarán sin consecuencias”.
“Toda la responsabilidad por ellas [las consecuencias] pertenece a Washington, Londres y París. Insultar al presidente de Rusia es inaceptable e inadmisible. Los Estados Unidos -el poseedor del mayor arsenal de armas químicas- no tiene derecho moral a culpar a otros países”, señaló Antonov.
Rusia cerró, junto a Irán, ha defendido al régimen de Bashar Al Assad y negó que hubiera ocurrido un ataque químico contra población civil, tal como acusaron activistas sirios. En los últimos días, el Kremlin vetó en la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la posibilidad que se investigara el arsenal sirio.
Incluso, Moscú se jactó durante la semana con que su sistema antimisiles podría detener los presuntos ataques que preparaban los Estados Unidos.
Trump informó este viernes que ordenó a las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, que junto a Francia y al Reino Unido, atacaran a Siria, por el supuesto uso de armas químicas por parte del régimen que lidera a quien llamó “dictador”: Bashar Háfez al-Ásad. Además, instó a Rusia y a Irán a decidir de cuál lado de la historia quieren estar.
Después de su anuncio, la coalición de países atacaron Damasco, la capital de Siria, atacaron objetivos donde se tendrían almacenadas las supuestas armas químicas, mismas que según médicos sirios y una declaración de la Organización Mundial de la Salud (OMS), fueron las que mataron a más de 40 personas durante un ataque el pasado 7 de abril, en el ex puesto rebelde de Douma.
Según la OMS, cerca de 500 personas fueron atendidas en centros médicos con síntomas de exposición a agentes químicos, y al menos 43 de los fallecidos presentaban cuadros relacionados a sustancias tóxicas.
