Parece que algunas malas mañas de diputados locales, como planchar todo en lo oscurito para llegar con acuerdos al pleno y evitar discusiones públicas, han sido adoptadas por los magistrados en el Tribunal Superior de Justicia del Estado. Y es que desde el nombramiento del magistrado Salvador Ortiz en la presidencia, es recurrente realizar una charla previa a las sesiones de los 16 integrantes, que tiene como objetivo ponerse de acuerdo en el orden del día y aclarar -o planchar- cualquier inquietud por parte de los juristas. Con esto se evitan dimes y diretes durante la sesión formal, tal y como ocurrió en varias ocasiones, cuando las sesiones eran presidida por el magistrado Jorge Armando Vásquez, donde en algún momento los acalorados se convirtieron en verdaderos circos. El ejemplo más claro ocurrió el martes 13 de marzo, pues el inicio de la sesión se postergó más de una hora al haber ciertos puntos que no querían tratar en público, para no afectar la imagen de los integrantes. Cabe recordar que por disposición oficial, las sesiones del tribunal deben ser públicas y grabadas, pero evidentemente la conversación previa queda fuera de sus obligaciones, lo que representa un paso atrás en el tema de la transparencia que tanta falta hace en el Poder Judicial, todavía, uno de los más turbios.