Leobardo Vázquez Atzin estaba amenazado, se lo comentó a sus amigos. La amenaza venía por denunciar actos de corrupción que daba a conocer a través de sus notas publicadas en La Opinión -medio del que recientemente fue despedido-, de Veracruz.
Desde septiembre de 2017 dejó de publicar en impresos y empezó a hacerlo desde la página “Enlace Informativo Regional”. El 21 de marzo se convirtió en el quinto periodista asesinado durante la administración de Miguel Ángel Yunes Linares.
“Era periodista y taquero”, cita la policía de la región IV de Veracruz, y quienes lo conocían, comentan que como muchos otros periodistas de la entidad, tenía que trabajar en otras cosas: tenía una tienda de abarrotes, que por la noche era taquería y que él mismo atendía.
Eran las 8:30 de la noche cuando unos hombres lo asesinaron en el interior de su casa, ubicada en la calle principal, manzana 4, de la colonia Nuevo Renacimiento 2000, del municipio de Gutiérrez Zamora. Su esposa Ivonne refirió, de acuerdo al parte policial, que “escuchó de tres a cuatro detonaciones de arma de fuego”.
De acuerdo a compañeros periodistas cercanos a Leobardo Vázquez, estaba siendo presionado por un alcalde de la zona norte de Veracruz y presuntamente por el notario 5, José Luis Ortega. Leobardo dio seguimiento a unas invasiones de tierra en Tecolutla y cuestionaba el ejercicio del poder del alcalde Juan Carlos Espejo Maldonado, del PRD-PAN. La Asociación de Colonos Ecologistas de Tecolutla, encabezada por Alfredo Herrera Atzin y Silvia Vera, buscaba adueñarse de dos lotes marcados con el número 96 y 101, propiedad del médico Antonio Álvarez Saqui.