El historiador Enrique Krauze Kleinbort escribió un artículo de opinión publicado en el diario estadounidense The New York Times este miércoles, titulado ‘¿Adiós a la democracia mexicana?’, en el que indica que el cambio de gobierno en México “es bienvenido” tras las elecciones del próximo 1 de julio.
Además, el autor de ‘La Presidencia Imperial’, indicó que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) “merece perder” las elecciones “por haber reincidido en actos de corrupción que todos asociamos con su comportamiento habitual en el siglo XX”, y que según las últimas encuestas, “los votantes parecen decididos a cobrar la decepción# a José Antonio Meade Kuribreña.
El también director de la Editorial Clío y de la revista cultural Letras Libres, indicó que si Ricardo Anaya Cortés, el candidato de la alianza entre el Partido Acción Nacional (PAN), de la Revolución Democrática (PRD) y Movimiento Ciudadano, “sobrevive” una guerra mediática en su contra por un supuesto caso de lavado de dinero, y llega al inicio formal de las campañas, el 30 de marzo, “habrá demostrado temple y puede resultar un candidato competitivo”.
De Andrés Manuel López Obrador, el historiador dudó de la promesa del tabasqueño de instaurar “un cambio de régimen”, por lo que los votantes “deben considerar cuidadosamente el significado de sus palabras, dados los precedentes”, dado de que recordó que el mismo ex jefe de Gobierno de la Ciudad de México “no cree en la existencia misma de la democracia mexicana, aunque es en el marco de sus reglas, instituciones y libertades que está en posición de ganar la Presidencia”.
“Entre sus seguidores y él hay un genuino vínculo de fervor religioso que no es exagerado llamar mesiánico. Movido por esa convicción, López Obrador ha mostrado una inflexible intolerancia a la crítica de los medios e intelectuales”, señaló Krauze Kleinbort.
“López Obrador se ha rodeado de antiguos políticos y líderes sindicales del viejo PRI que son la quintaesencia de la corrupción. Si bien ha mostrado una preocupación genuina por aliviar la pobreza, sus propuestas carecen aún de la suficiente especificidad. A muchos preocupan sus ideas económicas. Temen que cumpla su propuesta de revertir la apertura de inversión privada y extranjera en la producción de petróleo y proteja la economía interna de la competencia internacional”, escribió el historiador.
“Lo que a mí más me preocupa, sin embargo, es su actitud ante nuestra frágil democracia. Sus defensores argumentan en su favor su trayectoria como jefe de gobierno en el Distrito Federal (2000-2005), pero en ese puesto no tenía, ni remotamente, el poder absoluto que podría acumular en la presidencia. Si López Obrador decide apelar a movilizaciones populares y plebiscitos, no sería imposible que convocara a un nuevo Congreso Constituyente y procediera a anular la división de poderes, a subordinar a la Suprema Corte y las entidades autónomas, a restringir a los medios y a silenciar las voces críticas. En ese caso, México sería otra vez una monarquía, pero caudillista y mesiánica, sin ropajes republicanos: el ‘país de un hombre’.”, señaló Krauze Kleibort en el NYT.
Sobre los tres candidatos independientes que aparecerán también en la boleta: Jaime Heliodoro Rodríguez Calderón, conocido como “El Bronco”, Margarita Ester Zavala Gómez del Campo y Armando Ríos Piter, el historiador dijo que “no tienen posibilidades reales de triunfo”.
“Más allá de sus diferencias, todos [los candidatos], salvo López Obrador, comparten el respeto a la democracia […] Ojalá el legítimo descontento de los mexicanos y la urgente necesidad de cambio no desemboquen en el fin de la frágil pero auténtica democracia mexicana”, remató Krauze Kleinbort.