La obra de integración del Puente Machado a la autopista Escénica, en Playas de Rosarito, resultó inviable por modificaciones que se hicieron al proyecto original, las cuales incumplen con los lineamientos establecidos por Caminos y Puentes Federales -Capufe- situación que actualmente se investiga para fincar responsabilidades, sostuvo el actual secretario de Sidue, Alfonso Padrés Pesqueira.
El arranque de los trabajos de ampliación del puente se efectuó el 6 de abril de 2016, con el compromiso de concluirlos para diciembre de ese año. A la fecha, el proyecto que contribuiría a la movilidad urbana del quinto municipio de Baja California, en el que se ha ejercido una inversión de 58.9 millones de pesos, no ha podido ser habilitado por acción de Capufe.
De acuerdo al proyecto original, la obra consistía en ampliar dos de cuatro carriles del puente existente que libra el cruce con la Carretera Escénica Tijuana-Ensenada, para lo cual se incrementaría la amplitud del puente de 10.50 a 19.50 metros; además se construirían cuatro ramales para mejorar las incorporaciones y salida, pero los carriles instalados para dicho fin no fueron cimentados con las dimensiones establecidas por las normas técnicas.
Antes de dejar el cargo como titular de la Secretaría de Infraestructura y Desarrollo Urbano, Manuel Guevara Morales, pretendió conectar el puente con la autopista federal. Debido a esto, la Secretaría de Comunicaciones y Transporte -SCT-, a través de Capufe, se opuso anteponiendo fallas técnicas como la inclinación angosta y pronunciada de los carriles que unirían la carretera con el puente, cuya longitud de solo 60 metros fue calificada de insuficiente para permitir la reducción de velocidad de los automóviles, por lo que no fue avalada.
La dependencia federal requirió a Sidue extender un puente peatonal ubicado en el cuerpo Alfa, situado a la altura de la caseta 34 a 45 de peaje de la carretera Escénica, para mayor seguridad de los peatones; esto con el fin de que el puente Machado solo sea de circulación vehicular, con el propósito de ampliar la gasa de incorporación, proporcionando a los automovilistas más espacio para reducir su velocidad.
La observación de la dependencia federal fue atendida hasta mediados de enero de 2018, al iniciarse los trabajos de reparación, los cuales se estima que tendrán una duración de un mes.
Corregir los errores técnicos de lo ya edificado representa un costo que aún no se define, declaró Padrés Pesqueira, quien aseguró que “ya está avanzando la obra, la cual se va a hacer de acuerdo al proyecto que se autorizó, de acuerdo a la normatividad de Capufe y la Secretaría de Comunicaciones y Transporte”.
En forma paralela sostuvo que lleva a cabo una investigación interna para determinar responsabilidades en el yerro del proyecto; respecto al tipo de sanciones que se podrían estar aplicando a los responsables, para lo cual solo expuso: “se va a hacer lo que se tenga que hacer”.