El narcotraficante sinaloense Dámaso López Núñez, alias “El Licenciado”, podría quedar en libertad, por vicios en el procedimiento que se lleva en su contra, tales como la violación a su derecho a tener una adecuada defensa.
Según el diario El Universal, que informó del hecho, López Núñez impugnó la sentencia de amparo dictada por el juez Sexto de Distrito de Amparo en Materia Penal, para que un tribunal colegiado revise los señalamientos que realizó con relación a que se ha impedido que su defensor ingrese a las audiencias que se han celebrado en su proceso penal.
“El Licenciado” también acusó que en el Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) Número 9 Norte, ubicado en Ciudad Juárez, Chihuahua, lo mantienen con la luz encendida las 24 horas del día, e incomunicado, porque no le permiten hablar con otros reos, ni con su familia, ni con su defensa.
En la sentencia de amparo que impugnó López Núñez, dichas acusaciones fueron desestimadas por el juez, quien únicamente le concedió la protección de la justicia federal para no ser trasladado del penal de Ciudad Juárez en el que se encuentra.
Según el citado rotativo, “si los magistrados del tribunal colegiado que conozca del recurso de revisión consideran que no ha tenido una adecuada defensa, podrían ordenar la reposición de su procedimiento o incluso su libertad inmediata”.
El 11 de enero del año en curso, el juez Sexto de Distrito de Amparo en Materia Penal concedió un amparo a López Núñez, para que el capo permanezca en el Cefereso Número 9, en Ciudad Juárez, Chihuahua, en el que fue consignado después de que fue detenido el 2 de mayo del año pasado, en un departamento de la colonia Anzures, de la Ciudad de México.
El pasado miércoles 26 de julio, Dámaso López Serrano, alias “Mini Lic”, se entregó a agentes de la Administración Antidrogas estadounidense (DEA, por sus siglas en inglés), en el cruce fronterizo de Calexico, California.
Después, el 18 de agosto del 2017, Álvaro López Núñez, hermano de alias “El Licenciado”, fue arrestado por agentes de la DEA en la garita migratoria de Nogales, Sonora, cuando pretendía ingresar a Arizona, en Estados Unidos.
Luego, el 1 de septiembre del año pasado, Álvaro López Núñez se presentó en la Corte de Distrito de San Diego, en donde se le fincan cargos por el tráfico de cientos de kilogramos de cocaína para el Cártel de Sinaloa.
Allí, el sinaloense pidió asilo al Gobierno estadounidense, porque “su familia está siendo cazada y asesinada”, según lo apuntó su defensor público, debido a que el grupo conformado por “Los Dámaso”, a cargo de “El Licenciado”, mantiene una disputa por el control del Cártel de Sinaloa con “Los Chapito”, como se conoce al grupo de los hijos de Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, “El Chapo”.
El 22 de junio del 2017, fue encontrado el cuerpo sin vida de Luis Fernando Gaxiola Noriega, luego de haber sido plagiado. Era cuñado de “El Licenciado”, además de miembro del Partido Revolucionario Institucional (PRI). Asimismo, fungió como ex regidor de 2014 a 2016 en Culiacán y fue ex síndico municipal de Eldorado, en el período del 2011 al 2014.
En mayo del año pasado, el diario Milenio, basado en fuentes del Gobierno Federal, aseguró que López Núñez está dispuesto a llegar a un “acuerdo” con Estados Unidos para que se le extradite “lo más pronto posible” a dicho país, debido a que tiene “temor” de ser asesinado en prisión en México.
Según el rotativo, “El Licenciado” admitió en sus declaraciones ministeriales que sí existe una confrontación entre la facción que él lideraba con su hijo, alias “El Mini Lic”, con José Alfredo e Iván Archivaldo Guzmán Salazar, hijos de “El Chapo”.
Sin embargo, negó que él o “El Mini Lic” hayan ordenado un ataque contra Ismael Zambada García, alias “El Mayo” y los hijos de “El Chapo”, el 4 de febrero pasado, en Sinaloa. Según las mismas fuentes gubernamentales citadas por Milenio, “El Licenciado” aseguró que todo fue un “invento”.
Por otra parte, en una entrevista conseguida por el mismo rotativo con el propio López Núñez, éste afirmó que ni él ni su organización estuvieron detrás del secuestro de los dos hijos de “El Chapo” Guzmán en el restaurante La Leche, en Puerto Vallarta, Jalisco.