Así se sienten los cercanos al gobernador del Estado, Francisco Vega de Lamadrid. Sienten que les aplicaron la maquinaria albiazul interna cuando el joven Damián Zepeda, dirigente nacional del PAN, que quedó a cargo ante la renuncia de Ricardo Anaya, a quien sirvió como secretario general, visitó Tijuana y solo durante unas horas, las suficientes para aceptarle el registro a candidato al Senado de la República a Jorge Ramos Hernández, quien no es de las querencias del gobernador, pero sí tuvo la habilidad para adentrarse en la cúpula azulista hasta lograr que también el aspirante a la candidatura a la Presidencia de la República por la coalición Por México al Frente, Ricardo Anaya, le aceptara la gira por Tijuana, ciudad donde el ex diputado federal Ramos, suma más adeptos. Con estas acciones le echó a perder los planes a los kikistas, de llevar en la fórmula al Senado a puras mujeres, entre ellas a la también ex diputada federal Gina Cruz, a la oficial mayor Loreto Quintero y en un momento dado, “si el partido se lo pide”, a la primera dama del Estado, Brenda Ruacho. Por lo pronto Ramos le lleva ventaja a las damas para la posición número uno, pero de que los seguidores de “Kiko” Vega comenzaron a moverse en la cúpula de Acción Nacional y a negociar, ya comenzaron. Y van por tumbarle la primera posición a Jorge Ramos.
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