* El tráfico principal y nos consta, no es la marihuana; al final la marihuana sería el negocio para algunos”: Juan Gómez Esqueda, vocero de la Diócesis de La Paz
* “Si esto resulta una buena decisión, pues adelante, hay que adoptarla, no solamente creo yo en los destinos turísticos”: Carlos Mendoza Davis, gobernador del Estado
* “Tocar fondo es un término muy fuerte, lo llegué a tocar, claro, yo creo que en el momento que lo perdí todo”: joven adicto
* “La marihuana no es la misma de antes, la tetrahidrocannabinoide viene más alterada”: Beatriz Aranda, titular de Centros de Integración Juvenil
* “Un flujo tan grande de recursos derivado del mercado de la marihuana o de las otras drogas, genera una economía falsa”: Rodrigo Guerrero Rivas, economista
Ante la petición al aire y poco informada que hizo Enrique de la Madrid Cordero, secretario de Turismo, de posiblemente legalizar el uso lúdico de la marihuana como una medida para acabar con la violencia en que están envueltos los destinos turísticos de Los Cabos, Baja California Sur y Cancún, Quintana Roo, Juan Gómez Esqueda, vocero de la Diócesis de La Paz, comentó a ZETA:
“Yo te podría decir, tenemos expedientes y cuidando los datos personales, la gran mayoría, el 90 por ciento que empiezan en este triste camino, es a través de drogas de diseño, basadas en metanfetaminas y otras sustancias, no es por la marihuana; y el tráfico principal y nos consta, no es la marihuana. Al final la marihuana sería el negocio para algunos”.
Por su parte, el gobernador del Estado, Carlos Mendoza Davis, declaró que habrá que revisar el tema expuesto por De la Madrid, sobre todo porque no podría limitarse a la zona turística.
“Me parece insensato e incongruente que estemos luchando con una estrategia que cuesta vidas en México, y que mágicamente cruzando la frontera esa misma droga de la marihuana se vuelva legal. Y si esto resulta una buena decisión, pues adelante, hay que adoptarla, no solamente creo yo en los destinos turísticos, sino en las comunidades donde hay destinos turísticos, porque sería muy difícil encapsular solamente en algunas cuadras dentro de una comunidad”, refirió el primer mandatario.
Beatriz Aranda, directora de Centros de Integración Juvenil en La Paz, también profundizó en el polémico planteamiento del secretario de Turismo: “Ahora dicen, por qué no legalizarla, se va a acabar el crimen y la violencia; lo que estamos viviendo en nuestro Estado no se va a acabar legalizando la marihuana, porque las dos sustancias legales que tenemos es el tabaco, el cual hemos podido controlar con todas las medidas legislativas y su prohibición en ciertos lugares; pero qué pasa con el alcohol: es una sustancia ilegal, pero los niños la ven como legal y tenemos alto consumo en niños de 10 y 11 años,; y ya son una de las primeras sustancias de consumo en nuestros niños el alcohol y el tabaco, y de ahí le sigue la marihuana” .
Los expertos consultados por este Semanario reconocen que es vital que los padres de familia detecten el problema de las adicciones en los jóvenes y lo traten desde las primeras sospechas.
“Nosotros hicimos un análisis a principios de año, y de verdad nos parte el alma ver que muchos pacientes han muerto, que se acercaron a pedir ayuda pero que desafortunadamente su ambiente no les permitió continuar y murieron, vienen madres destrozadas diciéndonos que ya le mataron al hijo. Que se acerquen los padres antes de que sus hijos estén en un problema mayor y sea demasiado tarde, porque así vienen y nos traen a sus hijos cuando ya está muy involucrados, y la siguiente cita viene la mamá de luto”, afirmó Aranda.
LA DROGA QUE TIENTA A LOS JÓVENES
Rafael actualmente tiene 26 años de edad, a los 17 llegó con un grave problema de adicción al alcohol, la cocaína y las metanfetaminas; empezó a consumir estupefacientes a los 14 años, en 2006, cuando la guerra entre cárteles ni se esperaba en Baja California Sur.
“En lo personal todo fue gradual, de menos a más, mi consumo inició con una dosis de cocaína, primero me la invitaban, después la compraba, después una dosis ya no era suficiente, todo fue aumentando, de ahí vino el alcoholismo. Como eso no fue suficiente, vino el cristal, esa sustancia fue lo que hizo un punto y aparte de mi vida, destruyendo mi círculo social, mi familia y lo laboral; dejé de ser una persona productiva”, expresó el joven.
“En mis tiempos era muy fácil, le marcabas al vendedor y te quedabas de ver en un esquina, muchas veces ya los conocías a todos, les marcabas y decías ‘soy fulano de tal y te veo donde siempre’, decías qué querías y te surtían y ya, te ibas a consumir”, recordó Rafael.
El Centro de Rehabilitación Kumi, Asociación Civil, recibe a jóvenes con graves problemas de adicción a las diferentes drogas, siendo metanfetamina la principal, ya que el 90% de los pacientes la consume, por lo cual consideran, no se requiere legalizar la marihuana para frenar la violencia que generan los cárteles en esta entidad.
“Eso es algo que tengo muy tranquilo y que día a día agradezco por estar limpio, por estar tranquilo, porque está difícil la situación, todas las personas de mis tiempos que consumía con ellos y que ellos no agarraron la onda y quisieron seguir en lo mismo, hoy muchos ya están muertos”, lamentó “Rafa”.
“Mientras yo trabajaba, era toda mi quincena, mi semana, después fue lo material, todo lo que hice cuando yo trabajé y me drogaba, lo material lo tuve que vender. Yo nunca fui una persona que anduviera robando, pero perdí todo lo que tenía porque lo vendía para consumir”, agregó
“Los primeros tres o cuatro meses, todo era invitado, las personas con las que consumí me invitaban, ya después cuando estaba enganchado un 100 o 200 al día, ya que pasaron dos o tres años, no había dosis que satisficiera, eran dosis de 500, mil, mil 500 o 2 mil al día”, compartió, para concluir:
“Tocar fondo, es un término muy fuerte, lo llegué a tocar, claro, creo que en el momento que lo perdí todo, ya que me vi en una casa, solo, sin nada, sin muebles, sin dinero, sin qué comer, sin familia, ya que yo me había encargado de que mi familia se alejara de mí, y todas las puertas cerradas, ya ni las personas de consumo”.
Para el Padre Juan, de la Diócesis de La Paz, la legalización de la marihuana “merece una consulta popular, a final de cuentas es un tema de salud pública y tenemos que partir de esa realidad, de que está conectado con el tema de seguridad, definitivamente, pero el fin no justifica los medios. Vamos a legalizar un problema para apagar otro, hay que analizarlo perfectamente bien, obviamente como Iglesia y como quienes estamos al frente de un centro como es Kumi, para ayudar a rehabilitar y deshabituar a los que están enfermos por la droga, te diría ‘no’”.
A su vez, especialistas de Centros de Integración Juvenil descartan que la legalización de la marihuana sea la mejor solución: “Los más menores que hemos tenido son de secundaria, de 12 a 13 años ya consumiendo marihuana. ¿Abrir una nueva droga a la legalización incrementará el problema de adicción? Definitivamente, porque vas a poder ir a una tienda y la vas a poder adquirir, así como adquieres el alcohol. Lamentablemente esos niños que vienen de familias disfuncionales van a caer en el vicio.
Beatriz Aranda remató: “La marihuana no es la misma de antes, la tetrahidrocannabinoide viene más alterada, a nosotros nos llegan jóvenes que nos dicen que solo han consumido marihuana, le hacemos una prueba antidoping y salen positivos en otras sustancias, qué quiere decir: que la marihuana viene ya revuelta”.
LA ECONOMÍA DE LA DROGA
Las escuelas se han convertido en el primer blanco de las bandas de la delincuencia organizada. “De consumo está la marihuana y cristal, son las sustancias de mayor consumo en los anexos. Tenemos problemas desde los 12 a los 35 años y obviamente le siguen hasta que pasa algo con su vida”, expresó la directora Centros de Integración Juvenil.
El conteo que se ha realizado en los anexos confirma que el mayor consumo se da principalmente en metanfetaminas y no en marihuana, droga que se pretende legalizar.
“Desafortunadamente el cristal es una sustancia barata, ha aumentado mucho la disponibilidad de esta sustancia, algo que nos ha impactado mucho en cuestión de los resultados de tratamiento es que el 80% de los consumidores, en este caso de los anexos donde nosotros acudimos o de instituciones, están consumiendo cristal”, reiteró Aranda.
En términos económicos, para el académico Rodrigo Guerrero Rivas, el narcomenudeo siempre “va existir legal o ilegalmente, cuando hay un mercado en una economía determinada, y estamos hablando de la economía mundial, cuando existe, no es posible acotarlo con medidas jurídicas.
“Una judicialización a favor de la marihuana lo único que provocaría sería una reducción del precio, y generaría una posibilidad de que, si ahorita son siete millones de personas adictas a la marihuana con un precio más bajo, probablemente pueda aumentar”.
Tal crecimiento llevaría a un incremento en el lavado de dinero, con negocios falsos como bienes y raíces, automotrices, productos para construcción, por citar algunos ejemplos.
“Un flujo tan grande de recursos derivado del mercado de la marihuana o de las otras drogas genera una economía falsa, donde estás viendo que surgen de la nada grandes negocios montados a gran escala y sin ningún cliente en los mostradores”, advirtió el especialista.
Para concluir, Juan Gómez Esqueda, de la Diócesis de La Paz, resumió: “Es difícil entender cuando el problema viene, cuando la propuesta viene de alguien que no es del sector salud, considero que el tema de la drogadicción es de salud pública. Decir ‘vamos a legalizarla para que se acabe el problema’, a mi entender, mi limitado entender, yo no veo por dónde se acabaría el tema de la inseguridad por legalizar la marihuana”.