Tras dos años de investigación, este martes la Policía israelí recomendó al fiscal general y asesor legal del Gobierno de aquel país, Avijai Mandelblit, que procese por soborno y abuso de confianza al primer ministro Benjamín Netanyahu, quien denunció que es víctima de “una cacería de brujas”.
“La Policía concluyó que existen suficientes pruebas contra el primer ministro para inculparlo de haber aceptado sobornos, de fraude y abuso de confianza”, indicó la dependencia en un comunicado oficial.
Netanyahu -quien se reunió con sus abogados y principales asesores para abordar el tema- confirmó las recomendaciones de la Policía israelí, pero clamó su inocencia durante una alocución televisada.
“Esas recomendaciones no tienen ningún valor jurídico en un país democrático”, afirmó el primer ministro, quien sostuvo que se trata de una difamación contra él y su familia, por lo que lamentó que se hayan abierto una quince investigaciones para “sacarle del poder”.
Netanyahu es acusado en el “Caso 1000” de haber recibido regalos de lujo valuados en decenas de miles de dólares de parte de ricas personalidades, como James Packer, un multimillonario australiano, o Arnon Milchan, un productor de cine israelí que trabaja en Hollywood.
La Policía también estimó, en el “Caso 2000”, que hubo corrupción en el acuerdo secreto que Netanyahu habría intentado concretar con Noni Mozes, propietario del Yediot Aharonot, el más importante diario israelí, para una cobertura favorable a sus intereses.
Existe también un caso, el “3000”, por el presunto cobro de comisiones en la adquisición para la Armada, de submarinos fabricados por la compañía alemana ThyssenKrupp, en el que Netanyahu aún no ha sido oficialmente involucrado.
Según informaron medios locales, ley israelí establece que las recomendaciones policiales y la inculpación sobre asuntos de corrupción no obligan a dimitir al primer ministro. Hace 21 años la Policía israelí también aconsejó del procesamiento por corrupción del entonces primer ministro, que también era Netanyahu.
El Tribunal Supremo israelí había rechazado ayer lunes una petición de partidarios del primer ministro, de 68 años de edad, para que se prohibiera a la Policía recomendar imputaciones contra altos cargos, a lo que dicha instancia se negó.
Según el diario español El País, la Policía israelí actúa “con destacable independencia”, y a causa de sus investigaciones fue encarcelado durante cinco años el antiguo presidente del Estado hebreo, Moshe Katsav, condenado en 2010 por violación y agresiones sexuales.
Además, sus pesquisas también contribuyeron a mantener tras las rejas durante más de 14 meses al exjefe de Gobierno, Ehud Olmert, declarado culpable de delitos de corrupción inmobiliaria por sentencia firme en 2016, y que tuvo que renunciar al cargo en 2009.