Hace aproximadamente tres años, junto con mi colega Héctor Esparza, fundamos Caudae, una empresa consultora especializada en comunicación y políticas públicas. Uno de los objetivos que nos trazamos fue crear enfoques diversos en los rubros que nos hemos especializado.
En lo particular, el mundo que rodea a los procesos electorales me apasiona, cada elección que se vive de cerca o de fuera, se aprende infinidad. Un tema que es de amplio debate en cada elección son las encuestas. Esta herramienta que se utilizó por años para tomar decisiones por parte de los partidos políticos y candidatos está hoy en día muy cuestionada. Las encuestas pasaron de convertirse en un instrumento veraz a una técnica de propaganda política. Los encuestadores en México -en un número importante- han fallado en su metodología, pero lo más delicado es que se han prestado a ofrecer resultados acorde a las necesidades del cliente, con los riesgos que esto implica.
Pagar pesquisas con intereses propagandísticos tiene dos propósitos: por un lado, generar una percepción irreal del posible triunfo; y por otro, reafirmar en los donantes su confianza en el proyecto donde se les pide su valiosa colaboración económica.
Hace seis meses iniciamos con la construcción de una idea que se concretó, se trata de una encuesta diferente, creativa e innovadora a lo que comúnmente conocemos. Las encuestas tradicionales hacen un trabajo cuantitativo, es decir, nos presentan en general, quién va ganado la elección en ese momento. Se genera una expectativa de sus resultados, pero solo para conocer los márgenes de distancia entre unos y otros candidatos. Desafortunadamente se ha dejado de lado el análisis de lo que hay detrás de los números.
En Caudae decidimos analizar cuáles deben ser los atributos y cualidades que requiere poseer el próximo Presidente(a) de la República. Los siguientes seis años serán complejos, probablemente los más difíciles en la historia de México, en un contexto mundial cada vez más agresivo.
En esta encuesta, lo primero que hicimos fue preguntarles a los mexicanos cuáles son los cinco atributos principales que deba tener quien aspira a la silla presidencial. Los resultados expresados fueron honestidad, capacidad, integridad, confianza y cercanía. Una vez que obtuvimos esos atributos, a cada uno le creamos una interrogante relacionada con una situación real por la que podemos pasar los mexicanos en un día común.
En el atributo “cercanía”, la pregunta fue la siguiente: “Si organizaras una fiesta de cumpleaños en tu casa con familiares y amigos, ¿qué candidato le abrirías las puertas de tu casa al invitarlo?”.
En el de “confianza”, la pregunta fue: “Vas a salir el fin de semana de la ciudad, ¿a quién de los siguientes candidatos le dejarías las llaves de tu casa para que te la cuide?”
En el caso de “honestidad”, la cuestión fue: “Suponiendo que los candidatos fueran agentes de tránsito. Si alguno de ellos te detiene, ¿quién crees que no te pediría una mordida?”
En el atributo “capacidad”, la pregunta fue: “Vas a presentar un examen y necesitas a un asesor que te acompañe, ¿a quién de los siguientes candidatos escogerías?”
En “integridad”, la interrogante fue: “Se te presenta una emergencia y necesitas dejar bajo cuidado a un ser querido, ¿a quién de los siguientes candidatos se los encargarías?”
Los candidatos a medir son: Margarita Zavala, Andrés Manuel López Obrador, Ricardo Anaya, José Antonio Meade y Jaime Rodríguez “El Bronco”.
¿Y Usted, amable lector, a quién le daría su apoyo? Los resultados los presentaré la próxima semana en este mismo espacio.
Alejandro Caso Niebla es consultor en políticas públicas, comunicación y campañas; se ha desempeñado como vocero en la Secretaría de Hacienda y Secretaría de Desarrollo Social en el Gobierno Federal, así como Director de medios en la Presidencia de la República. También fungió como Director de Comunicación Social en el Gobierno del Estado de Baja California. @CasoAlejandro