Mientras que los altos (y unos no tan altos) funcionarios, disfrutan de las grandes viandas, viajes al extranjero (disque para traer inversionistas a México), residencias de más de dos mil metros cuadrados, suites en los altos edificios de Nueva York con vista a la gran manzana, yates y aviones y ahí le paro porque, de seguir enumerando sus fechorías y desvergüenzas, no terminaría nunca.
En verdad que da coraje enterarse de tanta deshonestidad de los funcionarios de gobierno, pero esto nos pasa por dejarnos llevar “por el canto de las sirenas”. Ahora que viene el cambio de gobierno, pensemos en todas las penurias y limitaciones por las que hemos y estamos pasando, desde el gasolinazo hasta lo último que ha ocurrido, antes de darle el voto a quien por sus acciones ya conocemos, ¡que no nos convenzan con sus verborreas! ¡Que no nos persuadan con sus promesas de campaña! Ya sabemos de antemano que solamente son promesas que no está en ellos cumplir o que, en muchas ocasiones, ya que agarran el hueso se les olvida cumplirlas y empiezan a ver la forma de chingar más al jodido.
Insisto, ¡pensemos antes de caer nuevamente en sus mentiras! ¡Ya basta! No olvidemos que somos nosotros los que les damos esa chamba con nuestro voto, aunque son tan listos que ya tiene tiempo que inventaron otro medio para llegar al hueso sin hacer campaña y sin ser votados por el pueblo. Ese otro medio es entrar por la puerta de atrás (a escondidas, como los ladrones) que el pueblo no se entere, pero que oficialmente se osan llamar diputados o senadores “plurinominales”.
De verdad, ¿hacía falta incrementar 200 diputados plurinominales más de los 300 diputados uninominales que ya existían? Para mi forma de ver las acciones de política, lo hicieron solamente para cumplir con compromisos de campaña, beneficiando a los amigos y a quienes los apoyaron en sus candidaturas. Recordemos que todos los políticos se cubren con la misma cobija. Pero, por muy inteligentes que crean que son, se les está olvidando que han estirado tanto esa cobija que está a punto de rasgarse. Dicho de otra forma, están a punto de recibir la más grande de las derrotas.
Recapitulando el tema que nos ocupa, yo considero que con nuestro voto debemos pensar en participar en un cambio total de dirigencia gubernamental, ya que todos los grandes partidos políticos han tenido su oportunidad de demostrar de lo que son capaces, estando en funciones, y no ha sido nada agradable su desempeño; por el contrario, han quedado muy mal en el manejo de los recursos públicos, en la eficacia, en la falta de honradez, en el nepotismo etc., etc. Tal parece que el poder los hace soberbios, déspotas e inhumanos.
Mencioné al inicio del presente que ahora todos los dirigentes de los grandes partidos políticos están llevando a cabo asambleas interpartidistas, declarando estar abiertos a las alianzas para enfrentar la contienda electoral de 2018. Y por todo lo que se menciona, considero que se están refiriendo al candidato que por tercera ocasión estará contendiendo por la Presidencia de la República, me refiero al señor ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR, quien, a mi juicio, es el elemento idóneo para gobernar el país, pues promete hacer la diferencia, entre todos los demás que ya con anterioridad han estado en ese puesto y, que la verdad sea dicha, no gozan de la simpatía del pueblo, (esto lo digo por los rumores que en diferentes medios de la sociedad se escuchan), sobre todo, en las clases medias y bajas. Ésta última, en verdad muriéndose de hambre.
Si todos los partidos han tenido su oportunidad de demostrarle al pueblo su capacidad para ocupar un puesto de tal magnitud, ¿por qué no darle la oportunidad a otro diferente que al menos, en su forma de comunicarse con el pueblo, no adopta esas actitudes de todopoderoso? Su lenguaje se identifica con los más desvalidos, con los más necesitados, con los más jodidos.
Ya es tiempo de que cambie la forma burocrática de gobernar. Tal parece que en vez de avanzar estamos retrocediendo en el tiempo porque, por la forma en que se ha gobernado en los últimos sexenios, parece que regresamos a la época posterior a la revolución, donde el gobierno que imperaba era representado por elementos militares, donde el sistema castrense es uno solo, ¡gobernar ordenando a rajatabla! argumentando que las ordenes son para obedecerse y no para discutirse (mis respetos a las Fuerzas Armadas, no se trata de ellos, sino del gobierno).
Señores políticos en funciones, señores dirigentes de los diferentes partidos, ya déjenle el hueso a otro que trae ganas de trabajar, que trae ganas de poner en orden este País, que quiere deshacerse de tanto corrupto, de tanto ladrón de cuello blanco, de tantos y tantos gobernadores rateros. No se preocupen, duerman tranquilos, dense unas vacaciones, olvídense del poder. No creo que les sea fácil olvidar las mieles que da el poder, pero es necesario que Ustedes, que dicen que se preocupan por el país, reconozcan que su papel en el gobierno no ha sido el más honesto ni el más transparente.
Espero que al señor Andrés Manuel López Obrador no le pase lo que le ocurrió al candidato sonorense Luis Donaldo Colosio o al otro de Culiacán, Sinaloa, Manuel de Jesús Clouthier del Rincón.
Alfredo Flores Zamora
Correo: ocretle54@hotmail.com
Tijuana, B.C.