Las candidaturas panistas en BC estaban prácticamente dichas bajo la línea y disfrute del gobierno del Estado; en solo una, la segunda posición al Senado, Loreto Quintero, y el alcalde de Tijuana fueron contra la abanderada oficial. Sus operadores presumen: “le dividimos el partido al gober”
El domingo 11 de febrero, los panistas de todo el país fueron a las urnas. En Baja California fue para elegir, o mejor dicho ratificar, al abanderado a la presidencia de la República, a los dos candidatos al Senado y los pretendientes a diputados.
Fue una elección aburrida y sin muchas sorpresas -así la describieron los propios militantes-, pues no había mucho en juego. Ricardo Anaya, por ejemplo, apareció en la boleta interna del partido sin competencia; Jorge Ramos Hernández, igual rumbo a la candidatura del Senado. En cuatro de los seis distritos electorales (dos más serán para los partidos de su alianza), el PAN fue con precandidatos únicos.
Si hubo alguna pisca de “competición” en las votaciones del PAN fue en la Segunda Posición del Senado, donde finalmente se impuso a la esposa del secretario General de Gobierno, Francisco Rueda, la diputada federal Gina Cruz Blackledge y quien será la fórmula de Ramos.
Gastélum
Gina Cruz fue desde un inicio la mujer identificada como la precandidata oficial del PAN-gobierno. Pero antes de cerrar los registros a la contienda interna, Rosario Rodríguez, también diputada federal, se apuntó.
Desde el inicio de la precampaña, los panistas entendieron el registro de Rodríguez como una afrenta por parte de Juan Manuel Gastélum, Alcalde de Tijuana, y de Loreto Quintero Quintero, oficial Mayor del Estado, a la simpatía del secretario General a la opinión de Jorge Ramos y a la decisión de la primera dama, Brenda Ruacho, es decir, que responde a los intereses del propio gobernador.
Fue así como los dos grupos incrustados en las nóminas de gobierno se disputaron la candidatura femenina al Senado. De ahí en fuera, ya todo estaba dicho.
El resultado en la candidatura de la discordia fue cerrado. Gina Cruz se impuso por 143 votos en Tijuana, en donde Juan Manuel Gastélum activó a los delegados y coordinadores municipales para sacar la elección a favor de Rosario Rodríguez.
“Si se le dividió el partido al gober, en ésta que es previa a 2019, le pusimos difícil imponer candidatos en las próximas elecciones internas, sobre todo porque ya se maneja la versión de que se impondrán los candidatos a alcaldes, regidores y diputados sin elecciones reales en 2019”, explica uno de los allegados a Loreto y a “El Patas”.
Los panistas saben que la operación en parte fue para debilitar el poder del mandatario estatal, principalmente. Para ello, Gastélum y Loreto ordenaron a sus alfiles dedicarse: Ricardo Magaña, Leopoldo Guerrero, secretario de Gobierno; Arnulfo Guerrero, regidor; Miguel Lemus, director de la CESPT; y los diputados Raúl Castañeda Pomposo y Alfa Peñalosa.
En Tijuana, otro informante contó para ZOOM POLÍTICO: “‘El Patas’ personalmente juntó a los delegados y subdelegados para bajar la instrucción; metió a Rosario (Rodríguez) al ayuntamiento a pedir el voto con los funcionarios y desde ahí se hicieron las llamadas por teléfono; además prohibió a los funcionarios que asistan a eventos de Jorge Ramos y Gina Cruz”.
En Rosarito, Mirna Rincón jugó igualmente a favor de Rosario Rodríguez, en contra de la voluntad del gobernador; y en Mexicali, Félix Arango, Sergio Tolento y Victoria Bentley.
Ricardo vs Anaya
En cada boleta que se le entregó a los panista para que “eligieran” al candidato a la presidencia de la República, solamente la cara impresa de Ricardo Anaya apareció. El único precandidato en el proceso democrático.
Aun así, Ricardo Anaya no logró convocar de manera completa al padrón del partido. En Baja California, el Registro Nacional de Militantes del Partido Acción Nacional tiene registrado a 10 mil 208 miembros, de los cuales únicamente el 59.9 por ciento emitió su voto a favor.
Es decir, 6 mil 544 panistas votaron el domingo 11 de febrero, en Baja California. De estos, el 6.9 por ciento (422) prefirieron anular su voto antes que votar por el candidato autodesignado.
Fue el mismo caso de Jorge Ramos, abanderado único a la Primera Posición de la candidatura al Senado. Solo que el ex alcalde de Tijuana y actual diputado federal logró más votos… nulos que el propio Anaya.
El de Tijuana consiguió 634 votos nulos, algo así como el 9.6 por ciento de la votación emitida. Votos válidos fueron 5 mil 905 para ratificar su aspiración.
Los números entre Gina y Rosario
Rosario Rodríguez perdió con 2 mil 455 votos frente a los 3 mil 178 de Gina Cruz. En el fondo, la tercera aspirante, Luz Argelia Paniagua, únicamente consiguió 606.
Predecibles.
Por municipio es igualmente interesante: en Mexicali fue igualmente cerrado, Gina Cruz, mil 376; Rosario, mil 38. En Tijuana, mil 89 contra 946; Ensenada, en el mismo orden, 349 y 339 votos.
La vergüenza de la operación fue en Tecate, donde Alfonso Álvarez Juan (aliado de la línea oficial del gobernador, apoyando a Gina Cruz) fue quien, con todo y los recursos de la Secretaría de Desarrollo Social, no pudo dar resultados muy optimistas. Su abanderada sacó 95 votos frente a los 91 de Rosario Rodríguez.
En Rosarito, igualmente, Mirna Rincón evidenció su nulo control en el partido y el rechazo de sus compañeros de partido. La alcaldesa apostó por Rosario, contrario a Ignacio García, quien estuvo con Gina: 245 para la candidata ganadora y para Rosario solo 54 sufragios.
Las diputaciones regaladas
Baja California se compone por ocho distritos electoral, distribuidos territorialmente así: cuatro en Tijuana; dos en Mexicali; uno en Ensenada, y uno más conformado por Tecate-Rosarito, San Felipe y parte de Tijuana.
De estos ocho distritos, el Partido Acción Nacional solamente decidió en seis. El resto fue reservado para los partidos de la coalición. El octavo lo encabezará Davis Saúl Guakil, ex aspirante a la alcaldía de Tijuana por el PRI, en 2016, y quien renunció a ese partido en mayo de 2016. El otro distrito para los partidos coaligados fue el tercero que abarca Ensenada y que lo encabezará el PRD.
De los seis distritos para el PAN, en Baja California, en cuatro hubo registros únicos con figuras perdedoras y recicladas:
*Distrito 2 (Mexicali) Mónica Bedoya, ex diputada local, su cargo terminó en 2016.
*Distrito 5 (Tijuana). Rosalba López Regalado, ex diputada local, su cargo terminó en 2016, aspiró a ser candidata a síndico en la planilla de Tijuana, pero fue rechazada.
*Distrito 6 (Tijuana). Adriana Sánchez Martínez ex diputada local y aspirante perdedora a la diputación federal en 2015.
*Distrito 7 (Tijuana-Rosarito-Tecate-San Felipe) Juan Ramón López Naranjo, ex funcionario de gobierno del Estado y aspirante perdedor a la diputación local en 2013.
Los dos de la discordia
Los dos distritos donde se registró más de un solo aspirante, fueron en el cuarto y en el primero. Uno correspondiente a Mexicali y el otro a la Zona Costa.
En el caso del Distrito 4 (Zona Este de Tijuana) hubo dos competidores: Gerardo Cortés y Ricardo Magaña; este último fue quien desde el inicio del proceso interno, amagó con competir la interna al Senado contra Jorge Ramos y así poder obtener, mediante la negociación de desistir, la candidatura a la Cámara de Diputados.
Finalmente, Magaña fue el beneficiario como precandidato oficial, obteniendo el día de la elección: 268 votos. De nada sirvieron los 85 votos que consiguió Gerardo Cortés, quien sostiene que fueron usadas las nóminas y las estructuras de gobierno para incidir en la elección.
La otra competición fue en el Distrito 1 de Mexicali. David de la Rosa Anaya, hermano del actual diputado y del ex secretario de Seguridad Pública del Estado, se enfrentó a Francisco Javier Orduño Valdez, además de dos aspirantes menores más: Oswlado Ríos Durazo y Héctor Núñez Gaxiola.
De la Rosa salió victorioso con 646 votos, le siguió Orduño Valdez con 538; a Ríos Durazo le fueron contabilizados 164 palomitas y 30 más a Núñez.
