El mismo colegio que recomendó el incremento del transporte público en Tijuana fue contratado por el Ayuntamiento de Mexicali para determinar el valor de la tarifa de camión que hoy en día alcanza los 13 pesos, uno de los más altos del país. Actualmente, este servicio usado por el 8 por ciento de los mexicalenses se da a través de 24 rutas mal diseñadas que deben redistribuirse. La última solicitud de aumento de los transportistas fue de 17.50 pesos. Los investigadores señalaron que el factor más importante a analizar para establecer un incremento es la inflación, que en Mexicali llega a más del 7 por ciento
Desde hace 13 meses, el tema de la tarifa del transporte es una bomba de tiempo que amenaza con estallar en Mexicali. Ante le negativa de los usuarios por la falta de calidad, los transportistas argumentan que los desmedidos incrementos del diésel, la inflación por encima de la media nacional y el precio del dólar, son las variables necesarias para que se lleve a cabo un incremento a la tarifa, pese a ya ser uno de las más altas en el país y que se otorga con deficiencias en el servicio.
Durante la primera semana de febrero, sectores empresariales presionaron para una pronta solución al tema de la tarifa, pues afirman que la incertidumbre solo frena los trabajos de modernización de la misma, y mientras el Ayuntamiento promete dar respuestas puntuales y técnicas a través de un estudio, los transportistas afirman que sus ingresos no son suficientes para solventar los gastos operativos.
En este momento donde todas las voces públicas se concentran en el inminente incremento, el regidor Ventura Campos considera que el Ayuntamiento no debería enfocarse solo en la economía de los empresarios, sino en el de la ciudadanía que exige un servicio de calidad: “los transportistas deben entregar algo a cambio”.
De los más caros y menos usados del país
Entrevistados autoridades y transportistas de la capital bajacaliforniana, ninguno aceptó decir que Mexicali tiene uno de los sistemas de transportes más caros del país, pero el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) lo confirma, y en términos de precios altos, Mexicali compite con municipios como Tijuana, Torreón, La Paz, Matamoros, los cuales tienen tarifas diferenciadas.
De hecho, desde el gobierno justificaron la onerosa tarifa. El director del Sistema Municipal del Transporte, Luis Alfonso Vizcarra, recordó el aumento del precio de los combustibles de manera considerable en los últimos años, además de la inflación y el precio del dólar.
Sin embargo, para el presidente del Consejo del Transporte, Manuel Díaz Lerma, y el líder de los transportistas Rafael Naranjo, el principal motivo es el poco uso que dan los mexicalenses a este medio de transporte, ya que en la capital del Estado solo el 8 por ciento de la ciudadanía usa esta alternativa, lo que está muy por debajo de la media nacional que es el 45 por ciento.
Esto quiere decir que los mexicalenses no recurren al camión para llegar a sus destinos, lo que para Díaz Lerma es comprensible, máxime cuando un usuario no tiene la certeza de que llegará a tiempo a su destino si utiliza el colectivo.
“Entonces tenemos que tener certeza de a qué hora pasará el camión, debemos garantizarlo porque eso determina si la gente lo usa o no”, afirmó Díaz Lerma, quien señaló que actualmente esperan respuesta del estudio realizado por el Colegio de Economistas de Tijuana para emprender las acciones en busca de modernizar el transporte. Sin embargo, no descartó que esto conlleve un incremento en el precio del mismo.
Vizcarra, director de Transporte, también refirió la urgencia de promover el uso del transporte público en Mexicali, pues esto ayudaría a mantener o incluso disminuir el precio del transporte, además de tener otros beneficios ambientales que también son un problema en Mexicali.
Brianda García, una estudiante de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), opinó que 13 pesos es una cifra muy alta para la calidad de los camiones que operan en la localidad: “sobre todo porque hay muchos compañeros que usan hasta dos camiones para llegar a un destino y otros dos para regresar a su vivienda”.
Al respecto, Rafael Naranjo aseveró que los 320 camiones que operan en Mexicali tienen menos de 10 años, por lo que consideró que se trata de un transporte moderno, pues por reglamento, todo camión que supere esa edad debe ser reemplazado.
El representante del sector transportista afirmó que iniciando 2017, solicitaron un incremento a la tarifa de transporte público -cada dos años tienen derecho a pedir un ajuste- debido a los altos costos del combustible y los efectos de la inflación. En ese momento pidieron que el ajuste fuera de 13 a 17.50 pesos, pero tras el último arreglo de 2018, esta cifra podría haber caducado.
Al ser cuestionado directamente, el empresario de Malpica señaló que no podría dar un precio, ya que se mantiene a la espera de los resultados del estudio que realizan académicos del Colegio de Economistas.
Por su parte, el presidente del Colegio, Domingo Ramos Medina, quien es uno de los encargados del estudio, dijo que no podría establecer -por el momento- una tarifa ideal, pero señaló que la inflación sería el factor más importante a analizar para establecer un incremento y mismo que está por encima de la media nacional -7.5 por ciento, aproximadamente-
Por otro lado puntualizó que a pesar de que existen incrementos, no pueden dejar de verse, también hay errores administrativos de las empresas, los cuales no deberían cargarse al usuario, por lo que pretenden encontrar un punto de equilibrio entre el pago del usuario y el ahorro operativo de los concesionarios.
Deficiente sistema de transporte
Aunque el sector transportista afirma que mantiene unidades modernas, el sistema es deficiente e inoperante. Actualmente son 24 rutas de transporte público que deben solventar las necesidades de los ciudadanos que salen a sus trabajos, pero éstas no se encuentran bien distribuidas.
El director de Simutra afirmó que es necesario modificar los trayectos establecidos, con el objetivo de volver más eficiente el transporte; por lo que se tiene contemplado diseñar rutas troncales como la Ruta Express 1 que abarcará todo el Bulevar López Mateos hasta el Corredor Palaco, otra en Lázaro Cárdenas y la última de Benito Juárez hacia el Sur, que conectaría con las primeras dos.
Además es necesario diseñar trayectos subyacentes para mejorar la conectividad.
“No es suficiente lo que tenemos. Hay rutas donde tenemos competencia con los mismos concesionarios, digo, esto también tiene que darse en algunas rutas, pero éstas deben tener rutas distintas, donde no se compitan entre sí y demos un servicio al usuario. Todo este esquema es para que se tenga mejor servicio”.
Díaz Lerma agregó que cuentan con rutas de hasta 45 kilómetros, mientras que otras son 20, lo que afirmó es un error e incluso consideró que debería haber tarifas diferenciadas, dependiendo las distancias que recorran.
Ante esto pretenden lanzar dos rutas piloto de 20 o 25 kilómetros de longitud para determinar la viabilidad de las mismas y así comenzar con la reestructuración del sistema.
Referente al Sistema Rápido de Transporte, que se ha convertido en un “elefante blanco”, Vizcarra aseveró que se autorizaron formalmente 73 millones de pesos para emprender el proyecto, a lo que se le agregarán 18 millones más de recursos municipales, con lo que se pretende ponerlo en marcha en los próximos meses, comentó que solo falta la creación del fideicomiso, lo cual es responsabilidad de Banobras.
El director del Simutra confía que este proyecto será un parteaguas, pero reconoció que no solucionará todos los problemas del sector.
No debemos poner por encima las finanzas de los empresarios: Ventura
El regidor del PRI, Ventura Campos, rechazó respaldar un incremento a la tarifa del transporte sin un compromiso a cambio:
“Vemos la economía de las empresas, pero no del ciudadano. Si hacemos buenos encarpetados, si se fusionan las empresas no tan pequeñas y hacer un estudio sobre el ahorro y el acomodo de rutas, tal vez podríamos mantenerlos. Es el punto primero, antes de pasar al aumento tradicional”.
Aseveró que el transporte público es “modesto” y el precio del mismo es alto, aunque reconoció que los concesionarios no son precisamente personas de dinero, por lo que se necesitan acciones más allá de un simple aumento, que finalmente tendría que incrementarse dentro de otros tres años, sucesivamente.
En la misma sintonía se manifestó el regidor Héctor Guzmán, pues consideró que aumentar el precio solo representaría una aspirina para un mal superior, por lo que espera que los resultados de dicho análisis dejen en evidencia los criterios de oportunidad.
45 años en el mismo “estira y afloja”
Rafael Naranjo afirmó que actualmente se gasta entre el 50 y el 60 por ciento de los ingresos en el combustible de las unidades, las cuales además sufren desperfectos mecánicos, además de desgastes en neumáticos, discos y requieren refacciones, así como sueldos, seguros, el pago del financiamiento de las unidades de reciente adquisición y gastos generales de una empresa.
Ante esto, Díaz Lerma comentó que existe un malentendido entre la autoridad y los transportistas desde hace 45 años, ya que los últimos exigen a los primeros subir las tarifas y estos acceden con pocas o nulas contemplaciones.
De igual manera, las autoridades no han dado las herramientas necesarias para que los concesionarios otorguen el mejor servicio, pues existen vialidades dañadas, una mala semaforización y una pésima distribución de la ciudad, la cual cuenta con enormes trayectos que complican llevar los servicios, entre ellos el trans
Protestan por aumento a la tarifa de transporte
Una veintena de integrantes del Frente Cívico Mexicalense (FCM), encabezado por Sergio Tamai, llevaron a cabo protestas en el Palacio Municipal y el Congreso del Estado de Mexicali, exigiendo que no se permita un nuevo incremento a la tarifa del transporte público.
La situación llegó al grado que en la primera manifestación, quemaron una piñata con el rostro del presidente del Index, Salvador Maese; mientras que en la segunda arrojaron huevos hacia una de las entradas del Poder Legislativo, como mensaje de repudio a la intención de hacer conciencia y no permitir una tarifa superior a los 13 pesos, que ya de por si es alta, aseguran los afectados.
Desde el pasado miércoles, integrantes del FCM arribaron a las instalaciones del Palacio Municipal con pancartas y consignas contra los líderes camioneros, exigiendo sostener una reunión con el Presidente Municipal, Gustavo Sánchez Vásquez. Sin embargo, fue Luis Alfonso Vizcarra, director del Sistema Municipal del Transporte, quien recibió al contingente al que le explicó, no había información clara que estableciera el aumento.
Ese mismo día, manifestantes llevaron a cabo la quema de la piñata con el rostro de Salvador Maese, quien en días pasados pidió urgentemente dar solución a la tarifa del precio del camión, el cual tendría un virtual incremento.
Tamai continuó con la protesta el día jueves, acompañado de líderes de colonias y simpatizantes, con quienes llegó a las instalaciones del Congreso del Estado, debido a que la diputada Claudia Agatón emitiría un posicionamiento contra el reajuste del precio.
Sin embargo, guardias del Congreso del Estado impidieron a los manifestantes ingresar al recinto, por lo que terminaron arrojando huevos al edificio.
“Ayer nos manifestamos, hablamos con Claudia Agatón, que vendríamos pacíficamente, pues se les ocurre decirnos que no vamos a pasar; pues el pueblo está enojado, el pueblo no puede ser burlado de esta manera y cada vez que no nos dejen entrar, les arrojaremos huevos”.
Usuarios arremeten contra el camión
“Deficiente”, “pésimo” y “malo”, son los adjetivos utilizados por los usuarios de transporte público en Mexicali, los cuales afirman que tienen que pagar hasta 10 pasajes para cumplir con todas las diligencias que realizan en un día.
En un sondeo realizado por ZETA, en diversas paradas de camión se pudo constatar que existen algunos sitios donde pasan varios camiones con horarios similares, pero en la gran mayoría no se tiene certeza de cuándo llegarán a levantarlos, además que gran parte de las vialidades carecen de puntos de ascenso y descenso de pasaje.
Tomasa, una usuaria constante, residente del ejido Puebla, afirmó que su principal queja son los choferes, ya que son muy groseros con la gente; además que las condiciones de las unidades y las rutas están mal trazadas, pues tiene que tomar dos camiones para llegar a cada destino.
Evangelina, originaria de Guadalajara, aseguró que le parece bien dicho aumento, ya que los camiones están vacíos la mayoría de las veces, aunque afirmó que le llama la atención el precio, pues de donde es cobran 7 pesos.
Sergio, un hombre mayor, comentó que los camiones tardan hasta una hora en pasar, además que aun así tiene que caminar.
Sobre el precio comentó que deja mucho que desear, puesto que en su experiencia, dijo tener que tomar varios camiones, por lo que prácticamente trabaja para pagar sus traslados a bordo de la unidad de transporte público.
Reclamó que antes tenían una ruta llamada ProHogar, que si bien se hallaba en mal estado, cubría una gran ruta que le facilitaba su trayecto, pero ésta dejó de pasar sin tener certeza de los motivos.
Guadalupe y Rubí, dos estudiantes del Cobach José Vasconcelos, lo calificaron de “deficiente”, ya que tardan bastante tiempo en llegar y no tienen la certeza de cuándo pasará, por lo que a veces llegan tarde a su destino.
Ambas dijeron estar conformes con el precio que pagan, pero señalaron que tendrían complicaciones si éste incrementa.
Una señora que no quiso proporcionar su nombre, comentó que llega a utilizar hasta 10 camiones al día, debido a que lleva a su nieto a la escuela.
Agregó que paga solo seis tarifas de 13 pesos en ir y venir con su nieto, pero que además tiene que visitar a su madre, por lo que pagaría otros cuatro pasajes, con lo que al final termina gastando 113 pesos solo en trayectos. Eduardo Villa Lugoporte.
Al final, las omisiones de la autoridad y la administración de los concesionarios terminarán por golpear nuevamente –como en cada administración- a la ciudadanía, solo que esta vez sería con un análisis técnico cuyo costo supera los 300 mil pesos, los cuales fueron pagados con dinero público