El ataque que dejó tres muertos y ocho heridos en una casa de El Florido responde a un ajuste de cuentas por una deuda en la venta de droga dentro del Cártel de Sinaloa. “La Bibi”, una joven de 22 años y embarazada, era el blanco del ataque. Sobrevivió, pero fallecieron su tía y su hermano. El domicilio estaba identificado como punto de venta de droga, y entre los heridos hay varios con antecedentes por robo, portación de armas y delitos contra la salud
Investigaciones ZETA
Al momento en que cuatro hombres entran al patio de una casa en la colonia El Florido, preguntan por “La Bibi”, una mujer de 22 años, embarazada, a quien buscan para asesinar por una deuda de droga.
Sin capuchas, apuntan tres pistolas nueve milímetros y un rifle AR-15 a la docena de personas que están en la vivienda. No pueden localizar a su objetivo. Sobrevivientes del tiroteo recuerdan que nadie se atrevió a señalar a la mujer por la que preguntaban los gatilleros.
Insisten a una mujer de 53 años que asumen es la mamá de Bibiana, cuando no responde, le disparan en el rostro. Era su tía, María de Las Nieves Sánchez Nevárez, quien quedó sin vida frente al televisor de la sala, marcado con varios balazos.
Lo que siguió fue una ráfaga que dejó 47 casquillos .223 y 9 milímetros percutidos, así como nueve balas, todos recolectados por peritos en la vivienda de los padres de “La Bibi”, quien había llegado poco antes del ataque.
Los sicarios, tienen entendido los investigadores, no pasaron de la puerta de la casa. Dentro quedaron asesinados Guillermo Ponce Sánchez, el hermano de 18 años de Bibiana y Milton Adrián Ríos Álvarez, de 16 años. Al igual que la mujer de 53 años, ambos murieron antes de que paramédicos llegaran para atenderlos.
Una vez detenido, uno de los homicidas confesó que un hombre identificado como “Ramsés”, quien rinde cuentas para el Cártel de Sinaloa, ordenó la ejecución de Bibiana Ponce Sánchez por una deuda relacionada con la venta de droga.
La joven recibió un disparo cerca de la espalda. Fue una de las ocho personas heridas de bala, pero que sobrevivieron la noche del 22 de enero dentro del domicilio marcado con el número 24430 de la calle Principal de la colonia El Florido primera sección, al Este de Tijuana.
En los últimos meses, confirmaron corporaciones policiacas, en ese domicilio habían sido decomisadas dosis de droga y estaba identificado como un punto de venta de droga.
Contabilizan por lo menos seis detenciones de personas que utilizaban el sitio y un predio contiguo identificado como picadero por la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), como punto de encuentro.
Además de los registros de droga decomisada, casi siempre cristal, también se tienen documentados arrestos de personas armadas.
Dos de los sicarios están identificados como Carlos Espinoza Ortega y Víctor Ruelas Villalpando. Fueron detenidos la noche del 25 de enero por elementos de la Policía Municipal de la Policía Ministerial.
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