Desde que el Congreso estadounidense aprobó la reforma fiscal más importante en 31 años, el peso mexicano se ha depreciado 3.55 por ciento respecto al dólar en casas de cambio de Tijuana, al venderse en un máximo de 18.59 pesos el 20 de diciembre, a 19.24 pesos el 28 del mismo mes.
Si bien, la divisa mexicana ha perdido menor terreno en ventanillas de los bancos en la Capital del país, donde se ha depreciado 2.2% en el mismo lapso, el dólar alcanzó los 20.15 pesos el 26 de diciembre, cotización que no se veía desde el 9 de marzo de 2017.
Lo anterior revela que la reforma fiscal de Estados Unidos ha tenido más impacto y de forma más acelerada a lo previsto, ya que entrará en vigor a partir de enero de 2018 y no como se había pensado en 2019, señaló el presidente de Centros Cambiarios Asociados de Tijuana (CCA), Carlos Leos Martínez.
Explicó que la Ley tributaria ha generado entusiasmo en las compañías, puesto que “las principales empresas beneficiadas son mexicanas, cuyas utilidades en su mayoría son por ventas o servicios en Estados Unidos, y están tentadas a migrar al otro lado de la frontera”.
Para contrarrestar la volatilidad presentada en el mercado de divisas, el mismo 26 de diciembre, el Banco de México (Banxico) decidió incrementar las coberturas cambiarias por 500 millones de dólares en dos subastas consecutivas, las cuales se suman al programa de coberturas cambiarias que la Comisión de Cambios de dicho organismo anunció el 21 de febrero de 2017 por 20 mil millones de dólares.
Aunque la estrategia de Banxico contribuye a que en el mediano plazo el peso se aprecie, y en el peor de los escenarios permite que no se deprecie más, la medida cada vez tiene menos efecto que el generado en octubre de 2016, cuando se instauraron las coberturas cambiarias, consideró Leus Martínez.
Aunado a lo anterior, el resultado de la subasta de las coberturas cambiarias se vio limitado el jueves 28 por la información de la minuta número 65 de la Junta de Gobierno del Banxico del 14 de diciembre, en la que se anticipa que la inflación seguirá creciendo.
En el documento se prevé que la inflación general de 2017 a tasa anual será mayor a 6.63%, porcentaje reportado en noviembre, “con lo cual se espera que la inflación alcance niveles cercanos al objetivo a finales de 2018 y que fluctúe alrededor de dicho nivel en 2019”.
No obstante, el banco central indica que entre los factores para una evolución desfavorable de ese indicador económico están el proceso de negociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, una reacción adversa de los mercados a las acciones de política monetaria o fiscal en Estados Unidos y el proceso electoral de 2018.
Además de que se presenten presiones adicionales en los precios de algunos bienes agropecuarios y de los energéticos, en particular del Gas LP. En ese sentido, “considerando que las condiciones en el mercado laboral han venido estrechándose, el comportamiento de los costos unitarios de la mano de obra podría reflejarse en la inflación”, puntualizó.