En 16 estados de la República Mexicana, en el Partido Revolucionario Institucional nombrarán candidatas al Senado. Uno de ellos, se anticipa, será Baja California. Y la más puesta para obtener la nominación es Nancy Sánchez, diputada federal, ex presidenta del Comité Ejecutivo del PRI en el Estado, y ciertamente, candidata perdedora al Senado hace seis años. Lo de Nancy no llega solo. Desde que presidió el partido aquí, ha sido la voz de la oposición. Mucho más que los líderes actuales o los del pasado inmediato, la legisladora enfrenta al gobierno de Francisco Vega y al Partido Acción Nacional, señalando los yerros que de cuando en cuando cometen, sea con el presupuesto federal, con las votaciones amañadas en el Congreso local, o con las decisiones unilaterales del mandatario estatal. Seis años después aspira, ya sin la monserga de cargar con el dirigente local de la Confederación de Trabajadores de México (CTM) como candidato de fórmula, a ahora sí quedarse con la posición número uno y hacer campaña con quien resulte designado para la segunda posición. Ahí el problema: ninguno es de su ala priista. Carlos Barboza y Jorge Astiazarán responden al llamado del Hipódromo, mientras Carlos Bustamante apenas tienen fuerzas para apechugar las pérdidas por el casino que con recovecos legales y dos abogados panistas (Alejandro González Alcocer y Óscar Arce Paniagua), logró abrir. Este fin de semana, si no es que ya, se decidirá la fórmula del PRI al Senado, y si se confirma que la candidatura es para una dama, Nancy Sánchez prácticamente la tiene en la mano.