A Javier Corral Jurado por su congruencia frente a canallas
Emilio González Márquez, gobernador cristero de la ultraderecha del Yunque (Jalisco-PAN/2006-2012) operaba ebrio y mentaba madres a sus críticos, pero donó 500 millones al Obispo y a las dos cadenas televisoras.
El priista César Duarte entregó su gobierno al Sagrado Corazón de Jesús para “rescatar los valores éticos de su gobierno”. En una misa presidida por los obispos de la entidad. Duarte saqueó Chihuahua, además fue denunciado por organizaciones campesinas, activistas, la oposición y el senador, ahora gobernador Javier Corral, sobre turbios manejos financieros en la fundación de un banco privado con dinero del gobierno de Chihuahua. Hoy es prófugo de la justicia, pero vive tranquilo en Texas, gobernador acusado de dejar una deuda explosiva, fraude, peculado y desvíos, apoyándolo Luis Videgaray para campañas priistas por 250 millones. ¿Por qué motivos no lo extradita Peña?
Javier Duarte, en Veracruz, en una gran misa oficiada por los obispos, ofreció al Sagrado Corazón de Jesús y a la Inmaculada Virgen María su administración. Como si redimiera sus crímenes donde reina la violencia hacia decenas de periodistas, las fosas clandestinas, las canalladas y el saqueo al erario. Una máscara de corrupción que mancha a los obispos.
Igual Margarita Arellano, alcaldesa de Monterrey, quien hizo iguales actos de entregar su gobierno a cuestiones religiosas para cubrir actos de peculado y corrupción.
Estos y otros actos son avalados por el Cardenal Norberto Rivera y por el Nuncio Apostólico en turno y a sabiendas de que se profana la ética cristiana de la Iglesia y con evidentes fines políticos y electorales.
¿La Iglesia Católica con una influencia sobre el 62% de la población en América, tiene responsabilidad en la pobreza, desigualdad y violencia? En México, donde el PRIAN, también ciego y sordo, monta la dictadura política electoral, las iglesias no pueden ser ajenas a las grandes fallas del país.
En contraste, la Iglesia tiene excelentes exponentes de ideales éticos, humanistas y solidarios, independientemente de la condición social, económica y cultural. Tenemos a personalidades como Raúl Vera, Alejandro Solalinde, Samuel Ruiz, como ejemplos.
La Teología de la Liberación que ha creado revoluciones pacíficas, tiene sus fundadores en América Latina, como el activista ecologista y sacerdote, Leonardo Boff (https: //www.youtube.com/watch?v=GGbgBGOA_wc.).
Una tesis cristiana de compromiso moral desde las iglesias de base, entendido como activistas cristianos consecuentes, frente la jerarquía católica cerrada al cambio.
Según Boff, Brasil se distingue por sus obispos inmiscuidos en la defensa de los pobres, en la línea pastoral del Papa Jesuita Francisco, con una historia personal de defensa de los derechos humanos y confrontando las dictaduras cívico-militares.
Al Papa Francisco lo caracteriza la austeridad, ejemplo aún no seguido por cardenales, obispos y arzobispos que contradicen el ejemplo de Jesús, viven bañados de lujos, con las nuevas elites económicas y políticas fabricadas en la ruptura de principios cristianos y del Estado de Derecho. Jerarquía lejana al 60% de los cristianos olvidados y víctimas de injusticias, desigualdad y ausencia de oportunidades.
La Teología de la Liberación es una filosofía que echó raíces en la sociedad y que inició en las parroquias de los pueblos, ligadas a la luz de valores humanos. Vive en el corazón de millones de latinoamericanos, es en principio la idea de que nacimos libres y para compartir y cultivar el bien y la virtud en la familia y la sociedad, de que podemos ser felices y convivir en paz, que tenemos derechos humanos.
Esa iglesia mira por el cambio, por la tolerancia, la convivencia en libertad, el respeto a la dignidad y derechos de las minorías étnicas, de las mujeres a tomar decisiones sobre su vida, por respetar a la infancia de pederastas; la comunidad lésbico-gay, los matrimonios igualitarios y su derecho a formar una familia y adoptar hijos, a oxigenar el pensamiento liberal.
La cara de complicidad de la iglesia, cercana a la manipulación, se exhibe en una vitrina con el poder político y otros poderes empresariales, minoritarios non sanctus. Visible en el oscurantismo, las alianzas con un poder político corrupto del Cardenal Primado de México, Norberto Rivera, y los obispos cristeros de Jalisco, Chihuahua, Veracruz y Monterrey, promovidos y removidos por las conexiones con el poder del crimen.
Los tiempos canallas no eximen a las religiones con privilegios ofensivos a la doctrina y feligresía. El debate abierto por Bernardo Barranco (sacro y profano), analista del tema en una serie de entrevista con Roberto Blancarte, investigador del Colegio de México.
M.C. Héctor Ramón González Cuéllar es Académico del Instituto Tecnológico de Tijuana. Correo electrónico: profe.hector.itt@gmail.com