De Trez en Trez
Empieza el año mal para los que ahogan en enero -y por los próximos cinco meses- a la ciudadanía con propaganda netamente electorera que promete lo mismo de siempre.
Es que, mire Usted, precandidatos, candidotes, aspirantes y suspirantes de todos los partidos políticos, gastan con singular alegría -al cabo el dinero no es suyo- y ya nos tiene hasta el copete -que no presidencial- de tanta propaganda en la que no hacen sino repetir las mismas promesas, frases y situaciones que vemos, escuchamos y leemos cada vez que se avecina un proceso electoral.
Y sí, 2018, tan ansiado por muchos y tan “temido” por otros, ya está aquí, con todo lo que trae aparejado por ser año electoral y el último de la gestión de “Enriquepeñanieto”, también, con todo lo que ello implica.
Resumiendo, hasta ahorita lo que tenemos en el espectro electorero: candidatos (ellos les dicen “pre”) impuestos por las cúpulas de los partidos políticos, algunos a sangre y fuego, con altas y bajas en sus respectivos bandos y adhesiones antes impensables; dos “transexenales”, uno de ellos en Secretarías de Estado y otro en la candidatura de la “izquierda buena”; dirigentes de partidos políticos convertidos en “Jueces y parte” jugándola en un “frente”; y para completar, están también los “independientes”, entre los que serán muchos los llamados y pocos, muy pocos, los escogidos.
Para aderezar también están las campañas “desinteresadas”, “espontáneas” y las “coberturas” a ciertos candidatos y sus entornos para reportarlo como primicia. ¿Por qué no se etiqueta esa información como “Inserción pagada”? Por aquí y por allá se dan “chayotes” como si fuera el martes de “la fruta y la verdura”.
Estamos -supuestamente- en el preámbulo, en los escarceos del acto principal, en los prolegómenos electoreros, ¡Imagine Usted cómo será la campaña de “a de veras”! La que culminará con la jornada electoral a medio año. Hasta entonces, correrá mucha tinta, habrá (¿futuro?) ataques, difamaciones, descalificaciones, contraataques, dimes y diretes: Materia fecal electorera, pues.
Como siempre, en medio de toda esta muestra de “mexicana democracia” queda la ciudadanía, esa a la que todos dicen representar, misma que olvidan al llegar al cargo y que, curiosamente, paga todo el circo electorero antes, durante y después de la elección.
En este 2018… ¿Habrá algún cambio real? ¿Será para bien o para mal? ¿Qué pasará? ¿El PRI perderá de nuevo la presidencia? ¿Hará lo imposible para retenerla? ¿Aguantará Usted ver, leer, escuchar los millones y millones de spots electoreros?
Y lo que falta…
P.D.- Hoy sí hay, después de una obligada ausencia por -como los políticos- “motivos de salud”.
P.D.1.- Cinismo total, Ángel Aguirre Rivero, doble exgobernador de Guerrero, pretende ser legislador federal. ¡Qué poca…memoria!
P.D.2.- Ahora sí, “Enriquepeñanieto” a su último año de -¿gobierno?-, bien podría titularlo como “el despeñadero” o “el desmantelamiento”, o bien, “el final se acerca ya”, ¡vaya manera de mover sus piezas! Algunos afirman que todo está “fríamente calculado”, ¿será? Y dicen los enterados que faltan más…
Óscar Hernández Espinoza es egresado de la Facultad de Derecho por la UABC y es profesor de Cultura de la Legalidad y de Formación Cívica y Ética en Tijuana. Correo: profeohe@hotmail.com