El Comité de Amigos Americanos (AFSC, por sus siglas en inglés) realizó este día una jornada de volanteo en la garita de San Ysidro-El Chaparral para informar a quienes cruzan la frontera entre México y Estados Unidos de sus derechos al ser cuestionados o inspeccionados por oficiales estadounidenses de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés).
El director de esta organización, que promueve la protección de los derechos civiles, Pedro Ríos explicó que al mismo tiempo que comparten información útil sobre los derechos de cualquier persona que cruza la frontera, sea ciudadano, residente o turista, en estas jornadas se busca conocer casos de abusos o quejas que puedan acompañarse de una acción legal.
Refirió que en los últimos cinco meses han documentado tres casos de menores de edad que fueron sometidas por agentes del CBP a revisiones físicas que cayeron en abuso físico o sexual sin consentimiento de sus tutores legales. Incluso, en uno de estos casos, la menor fue separada de sus acompañantes adultos para esta revisión.
Otros casos de abuso que el Comité de Amigos Americanos ha encontrado, explicó Ríos, son insultos o agresiones verbales por parte de los oficiales federales, quienes han expresado que con Donald Trump como presidente, sienten el derecho de referirse así a los viajeros.
Durante la jornada de volanteo, los miembros de esta organización civil explicaron que ofrecen asesoría tanto a ciudadanos como a extranjeros que tengan alguna queja acerca de un agente de aduanas, por lo que buscan concientizar a la comunidad que hay prácticas que resultan inaceptables y abusivas por parte de los agentes que amenazan los derechos civiles.
“La frontera sur de Estados Unidos es más que una línea, es el hogar de 15 millones de personas que se topan a diario con los agentes migratorios y la Patrulla Fronteriza en los puertos de entrada. Estos encuentros deben estar libres de prácticas abusivas”, explican los folletos entregados a la comunidad.
Entre los abusos que puede sufrir una persona que busca cruzar la frontera, explica la organización, está que los agentes federales proporcionen información falsa para hacer que las personas firmen un documento, negar comunicación con un abogado o el derecho a un intérprete, confiscaciones e inspecciones injustas y discriminación, uso excesivo de la fuerza, entre otros casos.