Por enfermedad estuve ausente, pero ya estoy de regreso, puedo escribir nuevamente para decir cuánto extraño no andar de nuevo el camino para ofrecer un ser, un ser vicioso; solo puedo marcar el camino y así compartir destino. De ese modo viajaremos juntos hasta el fin de los tiempos, y apropósito de tiempos, en éste que estamos, es bello porque recuerdo el principio, la creación del universo y la humanidad de este mundo. El tiempo que celebramos en este mes de diciembre, es en el que nació el Hijo de Dios, en Belén, según escritos, y lo adoraron tres reyes magos que vinieron del oriente; sus padres, José y María, lo protegieron.
Feliz Navidad amigos, compañeros y parientes; igual para mis lectores, reciban fuertes abrazos. Mis respetos para todos, a los medios les agradezco porque me bridan un espacio.
Atentamente,
Vicente Martínez Méndez
Tijuana, B.C.