El Papa Francisco aprovechó el tradicional mensaje de Año Nuevo para “darles voz” a los migrantes y refugiados, quienes, dijo, son los “más débiles y los más necesitados” del mundo. En su mensaje ante cerca de 40 mil personas en la Plaza de San Pedro, en El Vaticano, el Pontífice eligió el tema para la Jornada Mundial de la Paz de la Iglesia Católica Romana, que se realiza cada 1 de enero.
“Por esa paz, a la cual todos tienen derecho, muchos de ellos están dispuestos a arriesgar sus vidas en un viaje que a menudo es largo y peligroso, dispuestos a enfrentar estrechez y sufrimiento […] No apaguemos la esperanza en sus corazones, ¡no ahoguemos sus esperanzas de paz!”, señaló el jerarca de la Iglesia Católica.
El religioso argentino Jorge Mario Bergoglio dijo que “es importante que todos hagan concesiones, desde las instituciones civiles, y aquellos en las organizaciones de educación, bienestar y religiosas, para asegurar un futuro pacífico para refugiados, migrantes, todos”.
“Todos deberíamos cuidar nuestra alma haciendo un momento de silencio cada día, para evitar que nuestra libertad sea corroída por la banalidad del consumismo, el bullicio de la publicidad, el torrente de las palabras vacuas y las abrumadoras oleadas de parloteo vacío y de fuertes gritos”, señaló el Papa, más temprano este primer día del año, durante una homilía.
