No le encontré sabor a mi existencia
en eso de tener una pareja,
cuando ésta resultó ser dispareja
y a mi deseo pagó con abstinencia.
Y yo esperando un rumbo diferente
en eso de dormir empiernados,
llegué a pensar en amores ya pasados,
culpables ellos de que fuera indiferente.
Mas los rechazos me fueron compensados
con cuatro hijos que disfruto en el presente
y siete nietos que son mis adorados.
Más si el destino me tuviere programados
para volver a repetir con la misma gente,
ahí estaré esperando a mis enviados.
Alberto Torres Barragán
Tijuana, B.C.