El diario Reforma publicó este lunes 1 de enero del 2018, que según su conteo, el 2017 -que terminó ayer- cerró con casi 10 mil homicidios dolosos, por lo que es “el año más violento” de lo que va del Gobierno de Enrique Peña Nieto.
La cifra, indicó el rotativo en su nota principal, es 59 por ciento mayor a la de 2016 y duplica la de 2015. Además, el medio señaló que los crímenes violentos tuvieron lugar en 655 de los 2 mil 446 municipios del país, así como en 29 estados y la Ciudad de México. Sólo en Yucatán y Campeche no hubo registros de asesinatos.
Según Reforma, los estados que reportaron un incremento crítico de homicidios fueron Baja California, Baja California Sur, Colima, Guanajuato, Jalisco, Nayarit, Quintana Roo, San Luis Potosí y Veracruz.
Otro dato que aporta el diario, es que 340 cuerpos sin vida fueron hallados mensajes escritos en cartulinas, lonas, cartones, papeles o en los restos de las víctimas. La mayoría contenía amenazas, advertencias o exigencias, o denuncias de colusión entre autoridades.
“Entre los muertos están ocho presidentes municipales en funciones: de Tepexco y Huitzilan, en Puebla; Ixhuatlán de Madero, Veracruz; Ixtlahuacán, Colima; Paracho, Michoacán; San Pedro Pochutla, Oaxaca; Bochil, Chiapas, y apenas este jueves 28, de Petatlán, en la Costa Grande de Guerrero. También fue asesinado el Alcalde electo de Hidalgotitlán, Veracruz.”
Otras víctimas de la violencia durante el año, fueron: 252 policías -municipales, estatales y federales-; 10 elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), algunos de los cuales no estaban en servicio, así como 10 integrantes de la Secretaría de Marina Armada de México (Semar).
Además de los alcaldes, otras 40 personas involucradas en actividades políticas fueron ejecutadas, entre ellas candidatos, ex alcaldes, dirigentes partidistas, regidores o activistas de organizaciones no gubernamentales.
En 880 de los casos, indicó Reforma, los cuerpos fueron hallados con algún signo de tortura; las manos amarradas, los ojos vendados, con golpes en el cuerpo y en la cara, desollados, sin globos oculares, con alguna o todas la extremidades cercenadas, decapitados o colgados.
