Desde la media noche las salas de cine mexicanas exhiben funciones de “Star Wars: The Last Jedi”, película dirigida por Rian Johnson que corresponde al Episodio VIII de la saga que inició George Lucas.
Protagonizada por Daisy Ridley en el papel de Rey, la historia la mostrará yendo en búsqueda del legendario Luke Skywalker (Mark Hamill) para que le dé entrenamiento jedi y luchen juntos contra Kylo Ren (Adam Driver), bastago del difunto Han Solo y Leia, quien encabeza el frente de la Resistencia contra la Primera Orden comandada por Snoke.
Con un amplio repertorio de criaturas nuevas, personajes que por primera vez aparecen en la trama y que marcan puntos claves por los que debemos seguirles la pista, además de acciones que llegan a ser cómicas, giros inesperados y un toque directo a la nostalgia, el proyecto que estrena en Estados Unidos durante la tarde del jueves, pretende recaudar 200 mil dólares en casa y, al menos duplicar esa cifra, con la taquilla a nivel internacional, para seguir los pasos de su antecesora “The Force Awakens” (2015) que rompió récord de ingresos nacionales en aquel entonces.
Justo hace un mes la productora Kathleen Kennedy, quien preside Lucasfilm, dio a conocer que “Star Wars: The Last Jedi”, marcaba el inicio de la relación entre la empresa, Disney y Rian Johnson, puesto que junto a su colaborador, Ram Bergman, se haría cargo de una nueva era de Star Wars que se desarrollará en otra trilogia. “Él es una fuerza creativa, y verlo crear la película desde el inicio hasta el final fue una gran alegría. Rian va a hacer cosas increíbles con esta página en blanco de la nueva trilogía”, apuntó en su momento. Pero aunque ello esté pactado, la resonancia de “The Last Jedi” por parte de la crítica y el publico, así como los resultados económicos, apenas están por darse.
