Aunque se esperaba que durante la reunión de la tercera sesión ordinaria del Sistema Nacional del Deporte (Sinade), los miembros que la componen -directivos de la Comisión Nacional del Deporte, federaciones nacionales, institutos estatales del Deporte y consejos estudiantiles- se dieran hasta con la cubeta, esto no se dio.
Y es que previamente, Manuel Portilla, subdirector de la Comisión Nacional del Deporte y la Cultura Física (Conade), señaló que la Olimpiada Nacional no desaparecía y, por el contrario, seis estados se propusieron para ser sedes y realizar la justa deportiva en 2018.
Así que cuando Alfredo Castillo, titular de Conade, se presentó ante el pleno, ya se sabía que había reculado en su amenaza por acabar con la organización de la Olimpiada Nacional, decisión que afectaría a los programas atléticos de todos los estados y que ha servido de semillero para eventos de trascendencia internacional.
Aunque previamente el ex comisionado para la Seguridad en Michoacán y ex titular de la Procuraduría Federal del Consumidor, había dicho que la Olimpiada “fue para detectar talento y no se ha detectado, porque si sumamos lo que se ha gastado desde que se instauró se están hablando de 5 mil millones de pesos, si esos se hubieran invertido en las academias, por ejemplo, ahora llevamos 33 millones de pesos en todos los deportes”.
Eso sí, Castillo siguió con la tónica de la reducción del presupuesto.
“Hemos sido escrupulosos en el ejercicio del recurso, como lo hemos venido trabajando en estos últimos años, y estoy seguro que con esta reingeniería financiera que se hizo, no obstante que nos hemos visto limitados en muchos aspectos, hemos podido seguir construyendo unidades deportivas, apoyar a los deportistas y fortalecer la infraestructura; hubo un aumento en becas, un incremento a los salarios de los entrenadores, así como al Fondo de Alto Rendimiento”, refirió.
Y adelantó que entre las actividades para 2018 se tienen dos puntos medulares: los Juegos Centroamericanos y del Caribe, así como los Olímpicos de la Juventud, que reúnen a la mayor cantidad de atletas y disciplinas deportivas, esto implica entrenadores, metodólogos, fisiatras y quiroprácticos.
Además, se trabajará en el deporte social como mecanismo de instrumentación, cohesión social, integración familiar y la recuperación de espacios públicos para el manejo, tratamiento y prevención de la obesidad y otras enfermedades que tienen que ver con el sedentarismo, así como la prevención de las adicciones, “porque en mi administración hay que construir el deporte para las nuevas generaciones”, manifestó Alfredo Castillo, quien espera que el presupuesto aprobado por la Cámara de Diputados para 2018 realmente pueda definir los capítulos para determinar qué actividades se pueden apoyar.
“En 2018, a diferencia de 2015, el compromiso presidencial se ha cumplido, ya que ese año se tenían cuatro de las 32 unidades deportivas. Hasta la fecha se tienen 30 unidades, y para enero y febrero del próximo año se entregarán los últimos dos centros deportivos”, finalizó el funcionario federal.
