Quien maldades trama contra los demás,
oculto cual ave de mal agüero,
es el que tira la piedra primero,
luego esconde su mano por detrás.
Maniobrando con cruel imaginación,
maquila mil maneras de hacer daño;
de los trescientos sesenta y cinco días del año,
solo usa cinco para contrición.
Descansa poco, siempre intrigoso,
ocupado en la confabulación,
atizando muy negros pensamientos.
Amargada es su vida por maloso,
nada le dejará la conspiración,
ni el contubernio en sus sentimientos.
Miguel Ángel Hernández Villanueva
Correo: jomian1958@hotmail.com
Tijuana, B.C.