De Trez en Trez
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1.- Cuando, casi desde el inicio de la gestión de “Enriquepeñanieto”, por todos los medios, con palabras y discursos pretendieron hacernos creer que existía un “nuevo PRI”, los hechos sucedidos en poco más de cinco años y sobre todo, en los meses y días recientes, demostraron todo lo contrario.
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El “nuevo PRI” no existe. Nunca existió.
Por el contrario, existe y persiste el “viejo PRI”, el PRI de siempre; el de la corrupción, la impunidad, el compadrazgo y amiguismo; el de “nomas ponme donde haya”. El PRI del engaño, el de las trampas y las chapuzas electorales, el de los gobernantes y funcionarios ladrones que llegan pobres al cargo y salen ricos.
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Continúa existiendo el partido dinosaurio, el que recicla nombre y hombres, el tricolor del “tapado” y el de la cargada (con r… y a veces sin ella); el de las viejas formas, el PRI de las “fuerzas vivas”, el de los sectores que acude a “líderes” sindicales para conseguir “apoyos”, y legitimar así una decisión que fue tomada por una sola persona o por un grupo colocado en las cúpulas del poder.
Ese es el PRI que nunca se ha ido, flaquea, cae, se resiste y resurge para continuar con lo que entre sus filas es toda una tradición: El Gran Dedo Elector.
2.- Es el mismo PRI de siempre, el partido que -con algunos matices y variantes- juega con nombres, que hace rounds de sombra, finta un golpe curvo y cabecea para alentar a uno y suelta un gancho por allá para aplacar a otro. El PRI que recrea la vieja práctica de hacer que “el bueno” realice un peregrinaje por la CTM, la CNOP, los sectores juveniles y femeniles, así como la CNC del tricolor. Falso escenario, pues igual hubiesen apoyado si fuera otro el designado. Puro teatro…
Así pues, el “viejo PRI” ni es viejo, ni tampoco es nuevo. Simple y sencillamente es el PRI.
Y resulta que está a punto de convertirse en candidato del PRI a la presidencia de la República, alguien que no milita en ese partido, que ha ocupado varias secretarías de Estado, que lo mismo sirvió en administraciones azules que tricolores. José Antonio Meade Kuribreña.
Puede decirse con pocas dudas al respecto, que esta candidatura de Meade Kuribreña ha si construida poco a poco. Claro, eso sin quitarle la emoción y la ilusión a dos o tres que ya se soñaban en la silla presidencial y que han tenido que bajarse antes de treparse a ella.
3.- La jugada de quienes se decidieron por Meade fue de varias bandas: Don José Antonio es un funcionario con bastante experiencia en la administración pública, sin duda, el de mejor preparación académica (Economía en el ITAM, Derecho en la UNAM y Doctorado en Yale), con poca cola que le pisen, no militante del PRI; su designación le viene a mover el tapete al “Frente” del PAN-PRD y MC, quienes no logran ponerse de acuerdo y siguen perdiendo tiempo, a la vez que gana simpatías, adhesiones y hasta votos de otros partidos; le pega a AMLO que ya se estaba escapando solito rumbo a la meta.
Así pues, los meses previos a la elección de 2018 están por ponerse harto interesantes. El “Frente” habrá de reaccionar, AMLO arreciará ofensiva, los “independientes” se “despintarán” y pocos lograrán llegar a las boletas electorales.
La batalla parece que será entre tres a lo máximo; será dura, cerrada, pues Meade Kuribreña -contrario a como sucedía antes- no tiene asegurado el triunfo para el tricolor.
Pero, cuidado. El “viejo PRI” sigue aquí, igual continúan sus mañas, sus “ratones locos”, sus “tacos de votos”, las “urnas embarazadas”, las “tortas y los chescos”, los acarreos, su capacidad de maniobrar para continuar en el poder; porque a fin de cuentas, la opinión ciudadana poco les importa, lo que cuidan y protegen son sus intereses… ¡Aguas!
P.D.- Lo cierto es que la vía democrática sigue brillando por su ausencia en todos los partidos políticos…
P.D.2.- ¿Alguien ha visto u oído a Manlio Fabio Beltrones Rivera?
Óscar Hernández Espinoza es egresado de la Facultad de Derecho por la UABC y es profesor de Cultura de la Legalidad y de Formación Cívica y Ética en Tijuana. Correo: [email protected]
