Así se le conoce en el Congreso del Estado de Baja California al Grupo de cinco diputados que, digamos, están entregados al Gobierno del Estado, particularmente a los designios legislativos de su titular, Francisco Vega de Lamadrid. “Antes que el gobernador proponga algo, ellos ya lo aprobaron”, refirió un legislador. Y efectivamente, el entreguismo del G5 se nota en comisiones y en el pleno. Se trata de las diputadas Iraís Vázquez, Mónica Hernández, Eva María Vázquez, Trinidad Vaca y el diputado Carlos Torres. Ahora sí que son los fieles representantes de Vega en la Cámara local, y no de los ciudadanos que los eligieron. Lo mismo le promovieron y aprobaron la Ley del Agua, que después se la derogaron, también cualquier Asociación Público Privada que les propongan, y por supuesto le apoyan en el endeudamiento, e incluso lo defienden para que no vaya a comparecer por las sospechas ante el Congreso del Estado. Igual las y el del G5 no se quieren reelegir en 2019, porque ser comparsa de un gobernador en la sospecha de la corrupción. Va a pesar… y mucho.