David Garza Salazar, rector del Tecnológico de Monterrey, informó que la institución de educación superior demolerá más de la mitad de los edificios de su campus en la Ciudad de México, tras los daños que sufrieron durante el sismo del pasado 19 de septiembre.
El movimiento telúrico que azotó a la Ciudad de México dañó las estructuras del plantel educativo, además de que causó la muerte de cinco estudiantes y dejó 40 heridos. A través de un video publicado en su cuenta de la red social Facebook, Garza Salazar afirmó que su “prioridad se ha enfocado en apoyar a las familias de nuestros alumnos fallecidos”.
Además, el directivo señaló que la institución educativa tuvo “el reto” de reiniciar actividades para los más de 8 mil alumnos y mil 200 profesores de dicho plantel, tres días hábiles después del terremoto, lo cual hicieron gracias a que distintas instituciones y empresas les permitieron utilizar sus instalaciones.
Según el rector del Tec de Monterrey, a pesar de que expertos determinaron que la mayoría de los edificios de su plantel pueden ser utilizados, “hemos decidido renovar totalmente el Campus Ciudad de México adecuándolo para la vivencia del modelo Tec 21 y también para una mayor actividad de investigación”.
La zona que será demolida incluye por lo menos 10 edificios de aulas, oficinas, así como una biblioteca. Garza Salazar también informó que institución espera que los alumnos regresen a clases en enero de 2018, utilizando los edificios Cedetec y CIE, así como otros espacios.
El pasado lunes, familias de los estudiantes Juan Carlos Álvarez Díaz-González y de Edgar Michel Anzano González, ambos de 19 años de edad, fallecidos por el sismo del pasado 19 de septiembre en el campus Ciudad de México, interpusieron dos denuncias penales ante la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México (PGJ-CDMX), por el presunto delito de “homicidio por dolo eventual” contra quien resulte responsable.
Ambos estudiantes fallecieron después de que les cayeron encima cuatro puentes superpuestos, los cuales descansaban sobre débiles soportes de apenas 15 centímetros de longitud y que, además, ya habían resultado dañados por el sismo anterior, el del 7 de septiembre, sin que las autoridades del Tec de Monterrey hicieran algo al respecto, señaló el abogado de las familias, Gabriel Regino García.
El litigante aseguró que el sismo del 7 de septiembre ya había provocado ““afectaciones estructurales” en esos cuatro puentes superpuestos, los cuales unían a dos edificios escolares, Aulas II y Aulas III, y aun así las autoridades del Tec no tomaron medidas de protección civil, ni providencias como acordonamiento, evacuación o suspensión de labores, agregó.
El abogado afirmó que los mismos estudiantes “tomaron fotografías de desprendimiento de material, cuarteaduras en los puentes y los edificios. Pero las autoridades del Tecnológico los instaron a que no hicieran públicas estas fotografías que se estaban ventilando a través de sus chats internos”.
Regino también aseguró que el Tecnológico de Monterrey “privilegió lo mercantil por encima de la protección civil”, al construir de forma “acelerada” los puentes y los edificios a fin de captar un mayor número de estudiantes.
El Tec de Monterrey había dado a conocer un peritaje que mandó realizar de los puentes colapsados, el cual concluyó que las ménsulas que soportan los extremos de esos puentes medían apenas 15 centímetros de longitud, por lo cual “no fueron lo suficientemente largas” como para seguir sosteniéndolos con el movimiento provocado por el sismo del 19 de septiembre.