Conzultoría Matrimonial y Familiar
Reiteradamente he manifestado la falta de educación sexual de los mexicanos, principalmente enfocado al trato que debe darse entre las parejas para que exista una satisfacción completa en sus relaciones sexuales, así como para prevenir y atender aspectos relacionados con su propia sexualidad, dudas, atavismos, complejos, enfermedades, atenciones preventivas, etc. Pero la sexualidad no es únicamente lo antes dicho, sino que va más allá, en cuanto a la manera de manifestarse y poder entenderla, y no tan solo considerar que los heterosexuales son los buenos, los auténticos, los originales, sino que dentro de la sexualidad existe la diversidad sexual. Por ello, en este apunte trataré el tema de la homosexualidad, con el fin de entenderla mejor y no vilipendiarla, esto como respuesta a la responsabilidad que tengo como profesional de la sexualidad, de dar a conocer la mayor cantidad de temas que encierra la sexualidad y que gracias a ZETA, lo he ido logrando.
La homosexualidad no es un tema que debe interesar únicamente a los homosexuales, sino a la sociedad, al mundo científico y médico en particular, ayudándonos a entender mejor la conducta sexual en general. La familia, el ciclo vital humano y los perjuicios sociales a los que se ven sometidos los grupos minoritarios; son espacios donde los homosexuales tratan de pasar por heterosexuales, donde siguen las normas y costumbres de la sociedad heterosexual y viven una vida doble o una vida falsa. Esta situación produce conflictos psicológicos, depresión, malestar y una vida muy difícil de llevar.
Con la lucha por los derechos humanos de las minorías sexuales y con las investigaciones especializadas sobre el tema, así como con la creación de comunidades gay que se han ido empoderando para dejar de sentirse relegados y vilipendiados, hostigados, amenazados, excluidos, etc., es por lo que muchos homosexuales decidieron ser abiertos acerca de su orientación sexual, contarles su secreto a amigos heterosexuales, familia, compañeros de trabajo, jefes, e incluso a sus hijos y a su cónyuge heterosexual, si los había.
Este proceso de salir del clóset es un evento traumático de enorme importancia en la vida de la persona homosexual y con importantes consecuencias positivas y negativas para su vida futura. Las personas lo hacen por querer ser honestas, desean ser aceptadas por sus familias y amigos, por lo que prefieren aclarar la situación o simplemente porque se cansaron de vivir una vida doble y en la clandestinidad, como si fueran delincuentes. Es por ello que no se les debe discriminar; por esta situación, nuestra Constitución protege sus derechos y las autoridades tienen la obligación de velar, respetar, promover y garantizar el cumplimiento de estos.
Por otra parte, hay homosexuales que pasan su vida entera en el clóset, tratando de ocultar su orientación sexual, con mayor o menor éxito. Hay quienes piensan que nadie conoce que son homosexuales, aunque algunas personas de su entorno están seguras de que lo son. No están engañando a los demás, sino a ellos mismos; y debido a la importancia de este proceso de salir del clóset, se ha propuesto por los estudiosos y especialistas en el tema, ideas para tener en cuenta asuntos que se deben considerar antes de revelar la verdadera identidad sexual a la familia, amigos y/o a los compañeros de trabajo, como estar seguros de su homosexualidad, si realmente están convencidos de querer afrontar un mundo que se ve adverso y contrario a ellos, si desean verse con una vida normal y aceptable una vez expuestos.
Importante que tengan información confiable acerca de la homosexualidad, preferiblemente de fuentes especializadas. Si la gente heterosexual posee un nivel muy pobre de educación sexual, ellos con mayor razón la tendrán y tratar de participar y contar con un grupo de apoyo.
Salir del clóset es un proceso y no un evento único, es gradual, que tiene un punto culminante que es la revelación explícita de la orientación sexual. Evidentemente se trata de un asunto relevante en la vida personal de los homosexuales.
Gracias como siempre a mis dos que tres lectores por sus consultas y comentarios al e-mail: bautista46@hotmail.com
El autor reside en Tijuana, B.C.