La Clínica de Derechos Humanos de la Facultad de Derecho de la Universidad de Texas realizó un análisis en colaboración con el Centro Diocesano para los Derechos Humanos Fray Juan de Larios de Coahuila, de las declaraciones de más de 20 testigos que hablaron como parte de tres juicios federales llevados a cabo en Estados Unidos contra miembros de Los Zetas, y encontró que dicho grupo criminal tuvo bajo su nómina a funcionarios y a políticos.
El documento analiza los juicios contra exintegrantes de Los Zetas en las cortes de Austin, San Antonio y Del Río, Texas. Los procesos se realizaron entre 2013 y 2016. A los detenidos se les acusó de asesinato, conspiración para importar drogas y armas, así como de lavado de dinero.
Los Zetas sobornaron lo mismo a funcionarios de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), de Petróleos Mexicanos (Pemex), de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), que presidentes municipales, que policías locales, estatales o de la Policía Federal, como de la Procuraduría General de la República (PGR), o a elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), y a gobernadores, como los de Coahuila y Veracruz.
“Los testigos explicaron cómo Los Zetas pagaron sobornos y contribuyeron a las campañas electorales de gobernadores y candidatos políticos para garantizar la continuación sin restricciones de sus negocios ilegales […] Estos sobornos también garantizaron que las compañías de Los Zetas recibieran contratos públicos y permisos de construcción”, indicó la Universidad de Texas.
Los testigos señalaron que Los Zetas controlaron varias cárceles del estado de Coahuila e incluso en una de ellas, la de Piedras Negras, incineraron a por lo menos 150 adversarios. Además, entre 2007 y 2013, cientos de personas fueron despojadas de sus propiedades en dicha entidad, y un número desconocido de adolescentes fueron forzados a convertirse en sicarios, aunado a que más de mil 600 personas desaparecieron.
Según el documento, titulado ‘Control… sobre todo el Estado de Coahuila’, en 2004, Efraín Teodoro Torres, “El Z-14”, en ese entonces brazo derecho del líder de la organización, Heriberto Lazcano Lazacano, alias “El Lazca”, le dio 12 millones de dólares al empresario Francisco Colorado Cessa, “Pancho Colorado”, para apoyar la campaña de Fidel Herrera Beltrán, para la gubernatura de Veracruz, entidad que gobernó de ese mismo año al 2010.
El dinero fue para que una empresa de Colorado Cessa, ADT Petroservicios, que Los Zetas usaban para lavar dinero, fuera beneficiaria de contratos de Pemex, expandiéndola y creciendo usando contratos públicos.
“Cuando el candidato ganara la gubernatura, él les daría los proyectos, y entonces, ellos iban a obtener el contrato público del Gobierno federal a través de Pemex”, declaró José Carlos Hinojosa, un ex fiscal convertido en contador de Los Zetas, que fue detenido en 2008.
Rodrigo Uribe Tapia, otro lavador de dinero para Los Zetas, describió que durante una reunión efectuada en el año 2010, en una casa que le pertenecía al entonces gobernador veracruzano, Javier Duarte de Ochoa, mataron a una contadora en uno de los patios.
La Universidad de Texas señala que Los Zetas repitieron la misma estrategia en el estado de Coahuila, donde concentraron sus operaciones. Uribe Tapia también declaró que acompañó a Daniel Menera Sierra, alias “Dany Menera”, entonces jefe de plaza en Piedras Negras, a entregar dos pagos de 2 millones de dólares en efectivo a cambio de control total sobre Coahuila.
El dinero lo entregaron a Vicente Chaires Yáñez, uno de los hombres más cercanos al ex gobernador Humberto Moreira Valdés [2005-2011], y en ese entonces su secretario personal, así como a Jesús Torres Charles, el entonces procurador general estatal, para sobornar al gobernador, según el relato de Uribe Tapia.
“Lo que hicieron ahí en Saltillo, sobornaron al procurador general del Ministerio Público y eso fue por protección y el acuerdo al que habían llegado con el Sr. Humberto Moreira, quien era el gobernador de Coahuila en ese entonces”, declaró Uribe Tapia.
En otro testimonio, Adolfo Tavira, identificado como ex administrador de producción de Televisa, el actual gobernador, Rubén Moreira, también colaboró con Los Zetas, luego de que estos le entregaron un pago en el rancho de otro narcotraficante, Edilberto “Beto” Casas, en una camioneta modelo Suburban, llena de maletas repletas de dinero en efectivo.
Uribe Tapia, quien lavaba dinero a través del centro comercial Black City Mall de Piedras Negras, aseguró que Los Zetas también le vendían carbón a la CFE, además de que la SHCP les ayudó a inventar deudas para reducir la tasa de interés que debían pagar sobre sus ingresos.
“Si bien los testigos no ofrecieron detalles respecto de cuáles divisiones del Ejército o la Policía Federal eran corruptas, en algunos testimonios se hizo mención de algunos incidentes específicos”, indica el documento de la institución educativa estadounidense.
“[Jorge] De León [asistente de un líder Zeta] explicó que el Ejercito mexicano mantenía una relación no hostil con las agencias policiales locales que trabajaban con Los Zetas. Además, [Adolfo] Tavira declaró que la unidad militar asignada a Ciudad Acuña trabajaba junto con la policía local y con Los Zetas”.