La Semana de Cine Mexicano en tu Ciudad, que inició en Tijuana el lunes 6 de noviembre y concluye hoy viernes 10, hizo posible el retorno a la región de Amat Escalante, para ofrecer un taller de Formación Cinematográfica en las instalaciones de CEART, exhibir “La Región Salvaje” -película que llegará a México en enero- y dar una clase magistral en Cine Tonalá que se ligó a la proyección de “Heli”, con comentarios de su realización.
Durante los dos días intensivos en actividades, los asistentes pudieron escuchar detalles precisos de su forma de trabajo en cada rodaje y cómo se prepara previamente, como es el dar con una imagen que le llama la atención y partir de ahí para construir una historia, hasta saber reconocer en qué momento ya no puede escribir más por cuenta propia y debe pasar a la fase colaborativa, pues solamente con “Sangre”, su primer trabajo, terminó el proceso en solitario. “Es delicado, la gente con la que trabajas puede llevarte a la gloria o hundirte”, advirtió durante su charla realizada en la Zona Centro.
También señaló cuestiones como la pérdida del proceso creativo cuando el miedo se apodera del realizador y prefiere no arriesgarse, o la dura realidad de que no siempre se puede filmar cuando se quiere, a lo que aconsejó tomar notas o dibujar un storyboard para no perder las ideas. Aprender su propio lenguaje, no crearse excusas, intentar diferentes técnicas, no prescindir de un guion técnico y no poner sus sueños en escuelas, pues asegura se van a decepcionar, fueron otros de los consejos que dio el realizador que, con “El Mariachi” (Robert Rodríguez), descubrió que podía hacer cine sin tantos recursos.
Por qué no cree en el trabajo desmesurado de los símbolos, cómo es que percibe misterio en la violencia y torpeza en la sexualidad, en qué momento empezó a ver el trabajo de dirección como el simple hecho de responder preguntas, su enfrentamiento con lo políticamente correcto, las contradicciones que encuentra en escribir solo de lo que conoce y la certeza que tiene sobre lo importante que fue en su vida el irse de México -aunque no fuera voluntario, pues se debió a la separación de sus padres-, también fueron elementos que Escalante compartió con su público de Tijuana.