La Sala Magna de funeraria Gayosso, en Zona Río, fue insuficiente para los deudos, familiares, amigos e incluso ex alumnos que se presentaron para despedirse de la maestra Guadalupe Olga Jiménez Muñoz, catedrática de la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC) y funcionaria pública.
La abogada fue velada la noche del 15 de noviembre, tras fallecer la noche anterior después de varios días de hospitalización, padeciendo la crónica enfermedad de lupus. A la entrada de la sala se amontonaban las personas y los arreglos florales, demasiado grandes para ingresar por la puerta del recinto.
Dichas coronas fueron enviadas por magistrados, la Procuraduría General de Justicia del Estado y su titular, Perla del Socorro Ibarra Leyva, y el subsecretario del Sistema Penitenciario Estatal, David Limón Grijalva, entre otros. Una fotografía de Olga Jiménez con su vestido de novia daba la bienvenida a quienes presentaban condolencias a sus familiares.
Como maestra, siendo parte de la planta docente que fundó la Facultad de Derecho, siempre fue dedicada, entusiasta y clara en sus explicaciones, rememoró el ex diputado local Roberto Dávalos. El ex legislador señaló que Jiménez siempre mostró gran afecto por sus alumnos y que no tenía reparos para compartir su práctica profesional, encargándose de la cátedra del Derecho Penal, Administrativa e Internacional Privado.
El legado que deja la abogada radica en formar parte de los cimientos de la enseñanza de la práctica jurídica en la entidad y la formación de toda una generación de abogados, algunos de los cuales se desempeñan actualmente en cargos públicos, concluyó Dávalos.
El temple y carácter mostrado por Jiménez lo trasladó a la función pública, desenvolviéndose como Subprocuradora de Justicia en Tijuana, Subdelegada de la Procuraduría General de la República y como titular de la Unidad Anticorrupción de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal de Tijuana, cargos en los que se le recuerda positivamente.
La misa de cuerpo presente de la abogada tuvo lugar ayer 16 de noviembre, en la Parroquia María Madre de Dios, y sus restos depositados en el Panteón Monte de los Olivos