Sudcalifornianos se han ganado el corazón de localidades como Ciudad de México, Puebla, Morelos, Estado de México y Guerrero, ya que tras el sismo de 7.1 en la escala de Richter que sacudió al interior de la República, salieron a las calles a prestar ayuda, otros partieron de inmediato para relevar a los rescatistas cansados; alumnos que habitan en la Casa del Estudiante Sudcaliforniano en Calzada de la Viga y Churubusco, en la Capital del país, se han dado a la tarea de apoyar.
Desde temprana hora recolectaron víveres, medicamentos y otros artículos de primera necesidad, además de apoyar con desayunos para rescatistas.
En la travesía, Carlos Arias, uno de los habitantes, comentó: “Estamos a punto de salir, estamos subiendo agua, los materiales de curación, preparamos un poco de desayuno para las brigadas que están rescatando, ya estamos a unos minutos de salir y repartir este apoyo y ver en qué podemos ayudar. La casa está muy unida en ayudar en lo que esté en el alcance de nuestras manos, y estamos viendo eso, de qué manera se puede prestar apoyo por parte de la comunidad estudiantil”.
Con sus propios medios, los estudiantes han salido a apoyar a los rescatistas que atienden la contingencia. Aun cuando los propios habitantes sienten incertidumbre si el edificio sufrió daños estructurales, no paran de llevar apoyos.
“Ahorita acaban de salir las camionetas con agua, vendaje, alcohol, algunos dulces y chocolates que están pidiendo para las brigadas para que agarren un poco de energía las brigadas, desde muy temprano nos levantamos para comprar para hacer unas tortas y llevarlas, ahorita salieron alrededor de 200 tortas con su agua y fruta, por lo pronto vemos qué es con lo que podemos ayudar y nos vamos a dirigir a los puntos afectados para tratar de hablar con Protección Civil y con quien nos pueda dirigir o qué más podemos hacer”, indicó el entrevistado.
Videos atestiguan los trabajos en equipo para realizar tortas para los rescatistas, con insumos propios de los familiares y amigos, sin embargo, informaron están recibiendo donativos para comprar más insumos para atender a los rescatistas. Toda ayuda es necesaria en estos momentos de emergencia.
En cuanto a las labores de rescate, como verdaderos héroes, un grupo de diez elementos de rescate, los Topos Sudcalifornianos, partieron a Ciudad de México para relevar a los rescatistas en acción. Los Topos locales acudieron a la zona de San Gregorio, en Xochimilco, donde han apoyado en el rescate de personas con vida.
“Dentro del equipo de trabajo tenemos dos rescatistas en estructuras colapsadas certificados por parte de Estados Unidos; contamos con dos paramédicos de soporte vital con certificación de áreas agrestes o condiciones muy extremas; tenemos abastecedores y comunicadores que van a estar llevando el enlace y las herramientas; tenemos equipos de penetración que van a estar trabajando de manera integral para la labor; así que este equipo se va a sumar a uno que ya tenemos en Ciudad de México, que es un evaluador de daños”, indicó Audel Álvarez, experto en desastres.
En una dura despedida de sus familiares, abandonaron el territorio sudcaliforniano para rescatar vidas humanas, las lágrimas en los ojos estuvieron presentes en todo momento. El amor y la calidad humana los impulsó a buscar vida entre los escombros de edificios colapsados.
“En lo personal yo cuento con capacitación de usar, voy con Audel, juntos llevamos el grupo, el demás personal es nuevo en esta tarea, pero vamos con todas las ganas de ayudar y coadyuvar con la gente que ya está allá, nerviosos y ansiosos de estar ayudando, a echarle ganas y poner en alto el nombre de la ciudad y de Baja California Sur”, dijo Isaías López, de Grupo Calafia.
Una vez en la zona de batalla, los Topos Sudcalifornianos muestran de qué están hechos, atendiendo las indicaciones, removiendo escombros, apoyando a los afectados con primeros auxilios y hasta las entrañas de los edificios.
La única mujer del grupo dijo que aplicará las técnicas de primeros auxilios para ayudar a los rescatados.
“Todavía no sabemos si vamos a estar en la Ciudad de México o en Morelos o en algún lado donde nos asigne Protección Civil, ellos van a estar en el primer frente, atendiendo a heridos o personas que lo requieran. Lo único que puedo hacer con estos conocimientos es tratar de ayudar a alguien y aportar algo, es mi primera experiencia de este tipo, de esta magnitud”, lanzó Daniela Muñiz Nieto, bióloga del grupo.
Por otro lado, César, Óscar y Ezequiel, son tres sudcalifornianos que por más de 60 horas, arriesgaron todo por encontrar una señal de vida en quienes habían sido afectados por el sismo, ellos son colaboradores de la Roca Fosfórica Mexicana. El Colegio “Enrique Rébsamen” sería su primer destino y, aunque la situación en el sitio era complicada, el equipamiento que llevaban consigo les permitió colaborar en el lugar.
“Es frustrante ver que todavía reina el caos en una situación de emergencia de gran tamaño, ver que cualquier ciudadano en cualquier momento puede ser azotado por un fenómeno así, y que todavía hay mucha desorganización en muchos niveles para poder ser efectivos y poder responder; la unidad y solidaridad de las personas que vivían alrededor de las zonas afectadas es increíble”, recordó Óscar García, Coordinador de Respuesta de Emergencia de Roca Fosfórica Mexicana.
Las duras despedidas, no significan un adiós, sino un hasta pronto, donde esperan tener todo el éxito y regresar con bien a su hogar.