Del 18 de septiembre al 5 de octubre de 2017, el peso se ha depreciado 8.2 por ciento frente a la divisa estadounidense, al pasar de 17.03 pesos en promedio a 17.35 pesos. Este desplazamiento es el más fuerte de los últimos cuatro meses, señaló el presidente de Centros Cambiarios Asociados de Tijuana (CCA), Carlos Leos Martínez.
El experto comentó que para el cierre de 2017 se prevén escenarios parecidos al inicio de año, sin embargo, confió en que para 2018 la divisa americana se cotizará hasta en 19.20 pesos aun si México sale del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
Esta cifra estaría por encima de los 18.10 pesos por dólar prevista por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público en el presupuesto entregado a la Cámara de Diputados, ya que “generalmente las estimaciones que hace el Gobierno Federal son muy conservadoras, han estado subvaluadas, pero habrá que reconocerles que la cobertura cambiaria le ha dado certidumbre a los inversionistas y a las empresas porque permite darle continuidad a los proyectos del país”.
Si bien el repunte que ha tenido el dólar frente al peso se debe a múltiples factores, el principal ha sido la expectativa de las negociaciones del TLCAN, en la que ya se pronosticaba una presión de la moneda estadounidense. “Los mercados tienden a adelantarse ante una probable distorsión que provocaría si el país ya no formara parte de ese Tratado”, apuntó Leos Martínez.
Por lo que de seguir extendiéndose las negociaciones y coincidir con las elecciones federales de 2018, se agregaría volatilidad. “Lo que más le conviene al país y a esta administración es que se tenga una exitosa negociación que no se empate con el proceso electoral”, afirmó Leos.
Asimismo, expuso que un dólar más caro es igual a menor capacidad adquisitiva, más pobreza y desempleo. La industria de la maquila y el sector turístico se ven beneficiados con un dólar fortalecido, pero perjudica a la inmensa mayoría, ya que casi 70% de lo que se consume en la localidad tiene origen estadounidense y como consecuencia su valor está atado a los vaivenes de la paridad.
El impacto en Tijuana es dos veces mayor a lo que sucede en el resto de la República Mexicana, ya que 30% de lo que se consume viene del extranjero, a pesar que el tipo de cambio en esta ciudad fronteriza es inferior en un peso al registrado en otras partes del país.
Por su parte, la profesora e investigadora del Departamento de Estudios Económicos del Colegio de la Frontera Norte (Colef), Leticia Hernández Bielma, coincidió en que la incertidumbre por el TLCAN es un factor importante para la depreciación de la divisa mexicana, al tiempo que consideró que un factor más determinante que ése, es que los mercados están detectando que la tendencia de la Reserva Federal pretende mantener o incrementar las tasas de interés al parecer porque están preocupados por la estabilidad financiera, a raíz de los precios de las acciones en Wall Street.
Aunque México tiene un tipo de cambio flexible, el Banco de México ha intervenido en la flotación sucia para que las fluctuaciones en la cotización cambiaria no sean tan drásticas, de modo que podría volver a hacerlo en función del nivel de reservas que tenga, la dimensión, causas y naturaleza de la variación del tipo de cambio. No obstante, según Hernández, no se puede prever cuándo sucederá ni por cuánto tiempo lo hará.
La catedrática remató que, de acuerdo con filtraciones, estas intervenciones del banco central son uno de los puntos que la administración de Donald Trump quiere llevar a las negociaciones del TLCAN para que no sucedan.
