El Parlamento de Cataluña aprobó este viernes una resolución para declarar la independencia de España, mientras el Senado español debatía aprobar la intervención de la autonomía de la región.
En las afueras del Parlamento regional miles de personas afines al independentismo esperaron y recibieron con júbilo el resultado de la votación.
El presidente del gobierno español, el conservador Mariano Rajoy Brey, pidió “tranquilidad a todos los españoles”. “El Estado de Derecho restaurará la legalidad en Cataluña”, señaló a través de un mensaje en su cuenta de la red social Twitter.
Horas antes, Rajoy compareció ante el Senado para pedir la autorización para destituir al presidente regional catalán, Carles Puigdemont, y a todo su equipo, para frenar su proyecto independentista, amparado por el artículo 155 de la Constitución, que se activó por primera vez en la historia de España.
Rajoy pidió a los senadores “proceder al cese del presidente de la Generalitat de Cataluña, del vicepresidente y de los consejeros” del ejecutivo regional.
El presidente de España estuvo presente en la sesión extraordinaria para debatir las medidas propuestas por el Gobierno central, para recortar el autogobierno de la región de Cataluña.
El pasado 1 de octubre se celebró un referéndum independentista, declarado ilegal por la justicia española, que desató una crisis sin precedentes en la democracia española.
Rajoy además solicitó autorización para disolver el Parlamento catalán, a fin de convocar elecciones regionales en un plazo máximo de seis meses.
Si el Senado aprueba las medidas propuestas por el Rajoy, las instituciones catalanas pasarán a ser provisionalmente controladas por el ejecutivo central.
“Mi voluntad es celebrar elecciones lo más pronto posible”, dijo Rajoy en su intervención ante la Cámara Alta, en la que subrayó que su objetivo es que la región “vuelva a la legalidad” ante el desafío independentista, y reiteró su petición de destituir al presidente catalán y la cúpula de su gobierno.