Y no hay dinero. Escuche Usted a personas desde adolescentes hasta adultas que se quejan de que no les alcanza para nada. Pero eso sí, para los tacos y “las sodas” siempre tienen. En los últimos años, como hongos, han aparecido los vendedores de alimentos. Desde los tacos de distintos guisos, tamales, “carnitas” hasta la tradicional avena. La mayoría disfruta de su desayuno, parados. Pero hay otros con suerte, pues los vendedores invaden banquetas y calles, colocan mesas, sillas y ¡ya está! su camión gourmet.
Una digresión de esta historia de comensales banqueteros. Hace muchas décadas, nos tocó un maestro llamado Ángel Arreola, un señorón altísimo, guapo y siempre de corbata. Además de ser ameno y culto, tenía gran paciencia para que sus alumnos asimiláramos su clase de Gramática Española. Pero, además, durante todo el año escolar se dedicó a insistir: “no deben comer en la calle”. Es terriblemente dañino para el estómago. Quizá ahora no lo noten, pero de adolescentes y adultos sufrirán las consecuencias.
La verdad es que muchos le hicimos caso, ni antes, ni ahora, nos paramos en la banqueta a comer un taco. En la actualidad parece que lo importante es taquear y por eso es que, según las autoridades de Salud, las enfermedades gastrointestinales han aumentado en el último año -contado hasta septiembre- un 51.34% en todo el Estado y lo atribuyen a la contaminación del aire. Aquí, todos sabemos que hay cientos de hombres y mujeres que viven al aire libre, que hacen sus necesidades en espacios públicos. También hay en las calles una enorme cantidad de perros que hacen lo mismo… al aire libre.
Usted preguntará, ¿eso qué tiene que ver? “Yo quiero seguir disfrutando de mis tacos o mi avena”. Pues resulta que ya lo habrá notado, el dichoso cambio climático nos ha alcanzado y ahora que el viento sopla todos los días, a todas horas y no tan solo nos despeina, sino que esparce todo tipo de virus que entran por la boca, aderezando las carnitas, chicharrones o de perdida, frijoles con queso. No comer en su casa sale más caro y peligroso. Piénselo, opte por lo sano.
Nota 1.- Antes, ¿ahora también? Quien trabajaba en restaurantes, tortillerías y en cualquier sitio que vendiera alimentos, necesitaba una “tarjeta de salubridad”. Esos taqueros que tienen sitiadas las ciudades de nuestro Estado, ¿garantizan su salud? ¿La autoridad de salud, vigila? Además de darnos cifras alarmantes sobre las enfermedades gastrointestinales.
Nota 2.- Entijuanarte, en esta décima tercera edición, volvió a ser el Festival de la Cultura, con un éxito de asistentes, impresionante. Esas actividades son las que permiten que las personas hablen bien de Tijuana. Lo malo es que una vez más, tratándose de la cultura, las autoridades municipales son rebasadas. Mayor vigilancia y agentes del orden que auxilien a los automovilistas.
Nota 3.- El Aeropuerto Internacional de Tijuana, con sus concesionarios extranjeros, insiste en no pagar el impuesto predial y las autoridades municipales no han podido obligarlos a que cumplan con ese compromiso. ¿Quién estará equivocado? El que cobra o el que adeuda.
Luz Elena Picos es Directora de Red Social de Tijuana. Correo electrónico: redsocialtijuana@hotmail.com www.lagacetaredsocial.gob