El capo sinaloense Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, alias “El Chapo”, no recibirá ningún trato de testigo protegido del Gobierno de Estados Unidos, sino que pasará el resto de sus días en prisión, afirmó el ex jefe de operaciones de inteligencia de la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés), Jack Riley, en entrevista con el semanario Proceso.
“Por la experiencia que tengo en el manejo de este tipo de casos durante todos los años que trabaje en la DEA, tengo la plena confianza de que El Chapo Guzmán no recibirá ningún trato favorable”, auguró el ex agente especial quien dedicó más de 10 años de su carrera tratando de capturar al narcotraficante.
Riley, quien fuera el funcionario número dos de la DEA y se jubiló este año -después de que México extraditara a Estados Unidos a Guzmán Loera, el pasado 19 de enero-, afirmó que el ex líder del Cártel de Sinaloa recibirá una sentencia de al menos una cadena perpetua por todos los delitos que se le imputan.
Pero señaló, que “aunque está acusado de homicidio, Guzmán Loera no será sentenciado a la pena de muerte. Ese castigo quedó anulado como parte del acuerdo con el gobierno de México para que lo extraditaran”, dijo Riley.
El caso 1:09-cr-00466-BMC-RLM de la Corte Federal del Distrito Este, en Brooklyn, Nueva York, estipula que Guzmán es acusado por el gobierno estadunidense de tráfico de cocaína y mariguana, lavado de dinero, homicidio y conspiración para contrabandear sustancias prohibidas, entre otros.
Riley abundó que ya sin el privilegio que le otorga el tratado de extradición con México, si “El Chapo” fuera declarado culpable de todos los cargos que se le imputan, sería sentenciado a un mínimo de tres cadenas perpetuas y como máximo a la pena capital.
El juicio de el sinaloense está programado para el 16 de abril de 2018 a las 9:30 de la mañana, en la Corte Federal de Distrito Este. Sin embargo, “con tanta documentación, nuevas evidencias en su contra y problemas administrativos […] es improbable que se realice en esa fecha”, sostuvo Riley.
“El señor Guzmán ha reiterado que no negociará con los fiscales como han hecho otros, sino que tendrá la dignidad para enfrentar la justicia con la frente en alto, pero que él no entregará a nadie”, había adelantado ya uno de los abogados del capo mexicano en EU, Eduardo Balarezo, en entrevista con el semanario Río Doce.
El litigante aseveró que “El Chapo” Guzmán no negociará con la Fiscalía de Estados Unidos, “ni entregará, delatará o acusara a ninguna de las personas con quien alguna vez colaboró”, sino todo lo contrario, “enfrentará cada prueba que el gobierno estadounidense pueda tener en su contra, aunque ello signifique la posibilidad de enfrentar cadena perpetua”.
TAMPOCO EN MÉXICO QUERÍAN A “EL CHAPO” DE TESTIGO PROTEGIDO
El pasado 13 de enero, a días de que Guzmán Loera fuera extraditado a EU, el titular de la Secretaría de Gobernación (Segob), Miguel Ángel Osorio Chong, afirmó que la figura de testigo protegido no sería ofrecida a “El Chapo”, pero que al Gobierno mexicano sí le interesaba la información que el capo pudiera brindar.
“No es ninguna alternativa. No se hace ningún tipo de negociación al respecto. Pero sí hay situaciones que se le presentan, que hace que permita dar información importante”, indicó el funcionario federal, en ese entonces, en entrevista con la periodista Denisse Maerker en Radio Fórmula.
-Con información de Proceso.
