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viernes, octubre 18, 2024
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¿El Alcalde Gastélum Vs Minarete?

Política Breve y de Emergencia

 

 

 

Hace dos años, en la ciudad de Tijuana, nació el Grupo Minarete, un proyecto social de 20 personas con la intención de incidir en las políticas públicas locales de manera directa, básicamente alentados para evitar las graves consecuencias que le suceden a las administraciones municipales cada tres años, cuando llega el relevo de gobernantes.

Con mucha generosidad y buena voluntad, el primer objetivo fue identificar a los posibles contendientes a la siguiente elección de presidencia municipal de todos los partidos políticos y a quienes habían hasta esa fecha hecho pública, su intención de competir de manera independiente. Con muy distintas interlocuciones, se les invitó a compartir los objetivos de Minarete y a formar parte del nuevo grupo.

Aquellos eran los días del “hartazgo generalizado”, expresión común de la sociedad, básicamente como resumen del estado de las cosas en las que los políticos y los gobiernos habían llevado los asuntos comunes y de cara a las siguientes elecciones. Tanto el sistema de partidos, como las elecciones mismas, estaban en análisis social y con serias dudas.

El segundo objetivo del Grupo era lograr, en una integración mínima de líderes de todos los sectores, contener todas las corrientes sociales vigentes con cierta influencia sobre la toma de decisiones de los asuntos fundamentales de la ciudad. Así se incorporaron académicos, empresarios, políticos, ex alcaldes, líderes de organismos no gubernamentales, profesionistas y funcionarios públicos. Complicado ejercicio donde lo único cierto fue que no estaban todos los que deberían.

Con convicción, compromiso y sobre todo, con profundo amor por Tijuana, el grupo de ciudadanos pasó por un complejo proceso de homologación de métodos, formas y prácticas de trabajo, y a pesar de las profundas diferencias se logra el tercer objetivo que fue el definir una agenda del grupo y una agenda conceptual que pretendió impulsar la siguiente administración municipal. Todos los integrantes lo firmaron y nació el compromiso.

La “Agenda del Gobierno y Administración Municipal de Tijuana 2016-2019” fue el documento hecho público por el Grupo y en un sencillo resumen, establece compromisos para modificar las prácticas de la administración de la ciudad para lograr que el gobierno entrante fuese uno comprometido con la transparencia, la democracia y la rendición de cuentas.

Pero ahora que la gestión municipal del XXI Ayuntamiento de Tijuana tiene 10 meses de gestión, el alcalde e integrante fundador del Grupo Minarete, Juan Manuel Gastélum, el cual siempre mostró una actitud de cumplimiento de los compromisos; ahora, en el terreno de los hechos, la realidad fue otra. Su gobierno tiene retrocesos en la práctica de gestión con transparencia. El propio cabildo se queja de ausencia de espacios para la vida democrática y ante los reclamos sociales por la falta de atención de asuntos públicos, la ciudadanía no recibe explicaciones adecuadas ni convincentes.

Por ello, el Grupo Minarete se unió a las manifestaciones ciudadanas que están dejando patente de forma pública. Su inconformidad con la manera de llevar las cosas de la actual gestión municipal ha causado que se vivan tiempos de severa crisis en los temas de atención a la ciudad y es urgente la inclusión y coordinación de todos para sumar esfuerzos a las tareas de solución. No son suficientes los resultados y no son válidas las excusas, se debe gobernar con tolerancia, respeto y sobre todo, con prudencia. Minarete, en su pronunciamiento, refrenda su voluntad de colaboración y aportación en la mejor causa de la ciudad, sin resabios, sin tapujos, sin rencores. ¿Y el Alcalde?

Lo que nació con la mejor voluntad no se puede quedar en el intento, si las condiciones no son propicias, habrá mejor ocasión para concretar los objetivos. Paradójicamente, a pesar de los esfuerzos, compromisos y lo joven de la administración municipal de Tijuana, el primer objetivo del Grupo Minarete vuelve a ser vigente.

Que la historia lo registre.- 1977, año de la reforma democrática mexicana, la transición al pluripartidismo. BC tendría elecciones locales, pero los candidatos a diputados del PAN decidieron renunciar, no estaban de acuerdo con que su partido nacionalmente recibiera dinero del gobierno; se perdería la mística panista, dijeron.

Botón rojo.- ¿Si un candidato pierde una elección, ya no sirve para la política?

 

Salvador Morales Riubí, político tijuanense, ha sido funcionario municipal y estatal. Actualmente es empresario y consultor en temas de salud y relaciones públicas. Correo: smriubi@yahoo.com

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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