Debido a la expectativa generada por la renegociación del Tratado de Libre Comercio (TLCAN); esta semana, el peso continua depreciándose, señaló el presidente de Centros Cambiarios Asociados de Tijuana (CCA), Carlos Leos Martínez, quien dijo que la visita del primer ministro de Canadá a nuestro país, Justin Trudeau, podría disminuir la presión a la moneda mexicana.
Precisó que al medio día de este jueves, el dólar se vendió hasta en 18.30 pesos; es decir, un peso con 30 centavos más que durante la última semana de septiembre. A su vez, explicó que la cotización de este jueves tuvo una variación de hasta 50 centavos, entre distintos centros cambiarios de la ciudad, en los que el billete verde se cotizó en un precio mínimo de 17.80 pesos.
De acuerdo con datos del Banco de México (Banxico), el peso se depreció 20 centavos, del 6 al 12 de octubre, lapso en el que el dólar interbancario pasó de 18.5385 a 18.7460 pesos.
Pese a este incremento, Leos Martínez descartó la posibilidad de que el Banco Central intervenga para fortalecer el peso, sin embargo, dijo que las coberturas contratadas por el organismo, dan certidumbre y seguridad a las empresas, lo que ayuda a disminuir la volatilidad.
Agregó que si bien, la depreciación del peso afecta la capacidad adquisitiva, genera más pobreza y desempleo; mientras que la actividad de las remesas aumenta, ya que “los once millones de mexicoamericanos que residen en California, y son nuestros remeseros de manera natural, se ven estimulados a cruzar la frontera de norte a sur y hacer envíos de dinero para aprovechar que con la misma cantidad de dólares, rinde más su dinero”.
El jueves 12, durante la cuarta ronda de negociaciones del Tratado, Estados Unidos formalizó la cláusula de extinción del acuerdo comercial en cinco años.
La profesora e investigadora del Departamento de Estudios Económicos del Colegio de la Frontera Norte (Colef), Leticia Hernández Bielma, indicó que ante el escenario de la salida de México del TLC, impactaría sobre las expectativas de la gente y los capitales, a corto plazo, podrían reaccionar rápidamente.
“La relación con Estados Unidos no se rompe. Por las declaraciones que ha hecho Donald Trump, considero que la relación seguirá por una vía bilateral. Si bien, va a haber cambios, la economía seguirá muy ligada a Estados Unidos”, pero con la posibilidad de que nuestro país cultive la relación comercial con otros países.
El sector que podría verse afectado en la zona norte es el de la industria de la manufactura, si las condiciones sobre las cuales le convenía desplazar a las compañías trasnacionales estadounidenses a México, probablemente ya no les siga conviniendo y por ese lado, afecte a la generación de empleos.
“Desde hace muchas décadas tenemos un problema en el país, la economía no está creciendo lo suficiente; no está creando los empleos que se necesitan o bien, estos son precarios, entonces la situación es muy crítica, así que la industria maquiladora ha sido una válvula de escape al empleo que nuestra industria, economía, no ha podido generar”.
Por ello, estimó que hace falta repensar y reconducir la política económica y la estrategia industrial del país, en el que se fortalezca el mercado interno y al sector exportador mexicano.