La denuncia ha sido hecha por los pescadores ribereños de la zona de Adolfo López Mateos y San Carlos, en el municipio de Comondú, quienes han visto arribar al lugar, barcos camaroneros y atuneros que están depredando especies protegidas, entre ellas tortugas marinas, mantarrayas y lenguado.
Esto ha generado descontento en el Comité de Vigilancia de Federación de Cooperativas Pesqueras (Fedecoop), de la Capital del Estado, sobre la depredación de especies en el Golfo de Ulloa y que las embarcaciones arrojan sus redes a sólo 6 millas frente a López Mateos, profundidad prohibida en la zona.
En atención al tema, la Secretaría de Pesca, Acuacultura y Desarrollo Agropecuario (Sepada) reconoció que hasta el momento no han recibido una denuncia por escrito, lo cual impide que actúen.
“No tenemos nada oficial, hemos tratado de tener comunicación con los líderes del sector, ellos nos han manifestado que sí han visto la presencia de las embarcaciones. Entiendo que ya se dio la notificación a la propia autoridad competente. Mañana voy a estar por la mañana. En la tarde voy a andar de gira por las pocitas, espero tener comunicación de este documento, si es que lo tiene la autoridad competente que es la Conapesca”, indicó Andrés Córdova Urrutia, titular de la Sepada.
Informaron que, por tratarse de una institución gubernamental, burocráticamente requieren de la denuncia para dar aviso, además de que los encargados directamente son la Comisión Nacional de Pesca (Conapesca) y en su caso la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación (Sagarpa).
“Quiero ser muy puntual, debemos ser coadyuvantes para este tipo de temas, quién es la autoridad competente y regula y tiene facultades para levantar actas es la propia Conapesca, estamos atentos”, alertó Córdova Urrutia.
Los pescadores han solicitado la intervención de las autoridades estatales y las federales para que atiendan las afectaciones que están provocando las grandes embarcaciones atuneras y camaroneras en el Golfo de Ulloa. Con el problema de la mortandad de tortugas marinas que se registró en años anteriores, con hasta 300 ejemplares muertos en un año, se buscó blindar la actividad, dictando la obligatoriedad de algunas medidas.
Se habló de equipos especiales para evitar la captura de tortugas marinas, como son escurridores y otras artes especiales de pesca, incluso el tamaño de la red, la cual no debe tocar fondo, incluso un buzo que en medida de su alcance, libera o patea lo que alcanza a percibir entre la red. En una tarde de pesca del Buque “Oaxaca”, se pudo constatar la liberación de cinco tortugas, sin embargo, se estima que al menos dos más hayan quedado atrapadas, su destino no se pudo determinar, ya que el Comité de Vigilancia tuvo que continuar con los recorridos, puesto que al momento habían tres barcos más trabajando en el área.
Pero eso no fue todo, mantarrayas de tipo cubanas fueron capturadas por decenas, mismas que fueron liberadas por petición del Comité de Vigilancia, ya que los tripulantes de las embarcaciones solo las hacían a un lado, sin percatarse que las mantas gigantes se estaban muriendo, de otra manera, pudieron haber sido arrojadas muertas.
“Dile que arroje las mantas, se van a morir. Que baje las mantas -seguido a esto, por lo menos cinco mantarrayas salieron de la parte de encima de la red– apenas en el comienzo de la red y ya van un chingo, ojalá que la tortuguita la libre”, cerraron los pescadores.
Los pescadores denunciaron a las siguientes embarcaciones por pesca inadecuada:
Azteca 7y Mariel Beatriz de Mazatlán, Sinaloa.
El Guaymas, de la empresa pesquera Pando.
El Oaxaca, de Manzanillo, Colima.
Tal es el grado de impunidad de los barcos que el pasado 26 de septiembre, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) intentaron inspeccionar al Azteca 7, barco que fue visto llevando a cabo “actividades de pesca comercial dentro del Área Natural Protegida Reserva de la Biósfera El Vizcaíno, sin contar con la autorización de Impacto Ambiental expedida por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales”, expresó la institución.
Pero se negó a ser verificado huyendo del lugar, por lo que tuvo que intervenir la Secretaría de Marina para el aseguramiento, el cual se dio hasta el 8 de octubre.
Por otro lado, con el fin de mejorar las condiciones de los pescadores ribereños, autoridades dijeron que, así como en La Paz, se hará entrega de seguros para pescadores de diferentes comunidades y apoyos del programa de concurrencia con los estados. Dichos apoyos consistieron en infraestructura, equipamiento y maquinaria para pesca, apoyos con subsidios del gobierno del Estado.
“Cuatro componentes, uno de ellos es el de estudios y proyectos, un componente de fortalecimiento a la acuacultura, uno de renovación de equipos y artes de pesca, y un componente de apoyo a la pesca ribereña. Cada uno de estos componentes tienen un subsidio, tres de ellos tienen un subsidio del 70% del gobierno del Estado, el 30% es una aportación de ustedes los productores”, manifestó Fernando Romero, subsecretario de Pesca en Baja California Sur.
Buscando brindar más oportunidades y mayor creación de empleos en la entidad, se ha disminuido el número personas que viven en pobreza extrema, a través de mayor equipamiento y oportunidad de crecimiento.
“Hemos logrado hasta la fecha y me refiero a las cifras, que ese crecimiento, que esa generación de empleos que estamos teniendo, que impacte también y pueda sentirse entre quienes más lo necesitan. De acuerdo con la última evaluación que tuvo Coneval, disminuimos aproximadamente a la mitad la gente que vive en pobreza extrema en el Estado y nos sentimos muy orgullosos de eso. No quiere decir que no haya carencias, las hay y hay muchas, pero quiere decir que hoy al menos 16 mil personas están mejor”, afirmó el Gobernador Carlos Mendoza Davis.
Precisamente con la visión de llevar a los pescadores ribereños a tener una flota más capaz y con oportunidad de contar con embarcaciones autóctonas, mayor capacidad y seguridad “se espera contar con 13 embarcaciones que brinden mayor seguridad a nuestros pescadores y mayor capacidad”, cerró Córdova Urrutia.
