Visite Usted un aula de CETYS Universidad o de la Universidad Autónoma de Baja California, y rápidamente conocerá a alumnos que hablan inglés como nativos; le explicarán que aprendieron el idioma viendo la televisión. Observe la mega-región, maquiladoras tienen ingenieros que están trabajando en los problemas técnicos más difíciles de nuestros tiempos.
Hace algunos años, un emprendedor estadounidense me dijo que había planeado hacer la investigación de su empresa en San Diego y tener la manufactura en Baja California, pero no se tardó mucho en mover todo hacia Baja California porque opinaba que los ingenieros eran mejores al sur de la frontera.
Los mexicanos saben cómo aprender, pero el sistema educacional mexicano les falla; también falta mucho en cuanto a investigación. Baja California tiene ambiciosas universidades de enseñanza, de alto rendimiento, y uno o dos centros de investigación de excelencia; el Centro de Nanociencias y Nanotecnología de la UNAM merece ser destacado. Pero México tiene una infraestructura universitaria que deja mucho por desear. El reconocido ranking de “QS World Universities” no menciona ninguna institución mexicana, dentro de los primeros cien lugares; solo unas cuantas son mencionadas y están posicionadas hasta debajo de la lista.
Siendo el tercer socio de comercio más importante para los Estados Unidos y la segunda economía más importante de Latinoamérica, México tiene que mejorar. La industrialización rápida de mi país se debe, en parte, al interés que se dio para la educación al mismo tiempo, haciendo que nuestras universidades se conviertan en líderes mundiales. México no puede ser un verdadero compañero de los Estados Unidos sin excelentes universidades. Baja California, con su ubicación geográfica privilegiada, está muy bien posicionada para usar la educación estadounidense de la misma manera que lo hizo con la manufactura estadounidense; importar lo que mejor funciona, abandonar lo que no sirve e innovar y mejorar el modelo estadounidense.
Por mucho tiempo ha habido progreso. Escuche al dinámico Fernando León García de CETYS hablar sobre su visión a largo plazo y miré la historia reciente de la universidad: su acreditación en EE.UU. demuestra calidad, mientras ofrece el potencial para educación transfronteriza. De hecho, una mayor cantidad de mexicanos-americanos y gringos están estudiando en Baja California, por querer estudiar en el país y por el costo, más ahora que estas universidades se están haciendo más competitivas. La UABC y el CETYS están creciendo de manera rápida. Mientras que la UABC tiene el apoyo del gobierno, el fuerte apoyo del sector privado para el CETYS ofrece algunas ventajas.
En febrero del año pasado, García León trabajó con San Diego State University y San Diego University para tener un seminario de “Innovación en la Educación Superior,” este evento incluyó cerca de cuarenta universidades de la región y de los Estados Unidos; parte del seminario se dio en Tijuana. Baja California también tiene sus campeones al norte de la frontera en UC San Diego, regularmente posicionado como una de las 20 mejores universidades del mundo.
Dr. Olivia Graeve, nacida en Tijuana, ha tenido una carrera extraordinaria. Como profesora de UC San Diego, lidera el programa “Enlace”, que se ha convertido en un programa de cinco practicantes, hace cinco años, a uno de cien, el año pasado. Piensa tener espacio para el doble de practicantes en 2018. Recientemente le pregunté a la profesora Graeve si tiene miedo de que su programa, que se enfoca en investigación, pueda crear fuga de cerebros para los alumnos bajacalifornianos más inteligentes del norte. Sin menospreciar mi comentario, la profesora contestó que tenía que “recordar que soy una alumna del Colegio de La Paz. Con doble nacionalidad, yo veo este (intercambio educacional transfronterizo) como un esfuerzo para mejorar todas las instituciones de la región, en México como en San Diego. Siempre les digo a mis alumnos mexicanos que quiero que esta generación incluya ganadores del Premio Nobel de esta región. Vemos el impacto en el currículo (en Tijuana)”.
No hay que perder más tiempo. La infraestructura de educación superior de Baja California tiene que mantenerse al tiempo con su crecimiento extraordinariamente económico.
Andrew S.E. Erickson es un orgulloso ex residente de Tijuana, ex diplomático de los Estados Unidos, con Maestría del Colegio Nacional de Guerra, y un fuerte creyente de la importancia de las buenas relaciones entre mexicanos y estadounidenses.
