Mexicali y Tijuana representan un foco de alerta para autoridades de Protección Civil, debido a la latente posibilidad de un terremoto, pues esto devastaría a la entidad, considerada una de las zonas sísmicas más activas del país. Por otro lado, a siete años del terremoto de 7.2 grados en la escala de Richter que azotó Mexicali, aún hay sitios vulnerables y trabajos para subsanar los daños causados; 800 familias no recibieron su casa, y quien sí la obtuvieron, la abandonaron por fragilidad en la construcción, además, el Canal 4 de Abril no está concluido
La Zona Norte y Playas de Tijuana, además del Río Nuevo y el sur del Mexicali, representan los puntos más débiles en Baja California en caso de un sismo similar al ocurrido en la Ciudad de México el 19 de septiembre de 2017. De hecho, el municipio costero quedaría devastado si alguna de las fallas inactivas desde hace 200 años sufriera un movimiento telúrico.
Aunque el municipio que alberca la Capital bajacaliforniana es considerado punta de lanza para las propias autoridades, pues cuenta desde hace muchos años con un atlas de riesgo constantemente actualizado, para las condiciones de infraestructura, población y el sistema de fallas, además de la constante actividad sísmica, es necesario el incremento de personal y por lo menos tres nuevos edificios para operar.
Por otro lado, a siete años del terremoto de 7.2 grados en la escala de Richter, aún existe trabajo por hacer, pues los canales del valle siguen dañados, edificios en litigio que debieron ser reparados y demolidos aún permanecen de pie y por lo menos 800 familias afectadas no recibieron viviendas pese a que estaban proyectadas.
Mexicali, hasta 30 temblores diarios
Tanto Mexicali como Tijuana representan alta peligrosidad en materia de sismos, pero se encuentran en polos opuestos.
Mientras que en la Capital existe un sistema compuesto por 13 fallas sumamente activas, pueden registrar hasta más de 30 microsismos diariamente, en el municipio con mayor población de la entidad no se tiene registro de movimientos telúricos en por lo menos 200 años, lo que significa, según el director de Protección Civil de Mexicali, René Rosado, que la tierra no ha liberado energía, por lo que de presentarse un terremoto sería devastador.
Mexicali es considerado el municipio con más riesgo de un sismo de grandes proporciones por el Sistema Sismológico Nacional, según el Capitán Rosado, quien señaló que por esta razón han realizado múltiples trabajos para evaluar la actividad; se han reportado 105 temblores en toda la región noroeste en un periodo de 30 días, la mayoría en este municipio, según la Red Sísmica del Noroeste de México, el de mayor peligrosidad intensidad se registró en el Golfo de California.
La geóloga de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC) Angélica Martínez, confirmó que Mexicali es el municipio con mayor riesgo de sismicidad en el país.
Aunque en primera impresión esto representaría alarma, para René Rosado es algo positivo, ya que la energía se está liberando de forma constante y la mayoría de estos apenas alcanzan los 3 grados en la escala internacional.
Sin embargo, las dos fallas más grandes que parten el municipio, la de Imperial y Cerro Prieto, han permanecido muy tensas debido a la falta de actividad, lo que preocupa al funcionario municipal de amplia trayectoria en el tema.
Aunque para Rosado no existen zonas que representen un riesgo especial, para Antonio Rosquillas, titular de Protección Civil del Estado, es muy claro que la zona de Río Nuevo, donde cabe señalar existen edificios de gobierno como la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), Desarrollo Social Municipal (Desom) y el Centro de Justicia, además de comunidades como Agualeguas y El Vidrio, representan gran preocupación para la dependencia, ya que son propensas a sufrir daños más severos en caso de ocurrir un terremoto.
Rosquillas dijo que la presencia de una falla no debería representar problemas en la construcción de algún edificio, ya que los ingenieros encargados de la obra cuentan con conocimientos para desarrollarlos de la mejor forma. Para ejemplificar, indicó que San Diego, California, cuenta edificios de gran altura sobre fallas que originarían movimientos de gran magnitud.
Por su parte, la geóloga de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC) Angélica Martínez, aseveró que Mexicali se encuentra en medio de dos placas tectónicas inmensas, además de un sistema de fallas como el San Andrés, que es altamente activa y algunos científicos aseveraron en su tiempo que por los años 2000 podría presentarse un gran terremoto debido a sus condiciones.
La experta en el comportamiento de la tierra comentó que gracias a la geotérmica se cuenta con mucha información sobre las fallas y su actividad, sobre todo en la zona rural, pero lo que se encuentra por debajo de la ciudad aún es algo incierto.
Las fallas detectadas en Mexicali son la de San Andrés, Imperial, Brawley, Tulichek, Hidalgo, Cucapah, Isinore, San Jacinto, Algodones, Laguna Salada, Cerro Prieto, San Felipe y Yuha
Comentó que tanto la falla del Cerro Prieto e Imperial, son muy activas y de gran tamaño –la primera incluso llega desde el volcán inactivo hasta el Aeropuerto de Calexico-. Sin embargo, el verdadero problema no sería la intensidad del sismo como tal, sino la cercanía del epicentro.
Como ejemplo utilizó el terremoto del 7.2, ocurrido el 4 de abril de 2010, cuyo epicentro fue en la falla de Cerro Prieto, a 10 kilómetros de distancia de la superficie, lo que es en verdad muy cerca.
Según Rosado, ha habido movimientos telúricos de mayor fuerza que el ocurrido en 2010, pero por fortuna han sido a distancias superiores.
Para la profesora de la UABC, en esta zona difícilmente podría ocurrir un tsunami, ya que el movimiento de las placas tectónicas se da de forma paralela, es decir, se desplaza hacia el sur al mismo nivel, mientras que en otras zonas del mundo, el desplazamiento es casi vertical.
Para ejemplo tomó la placa de “Cocos” que ocasionó el terremoto en Oaxaca y Chiapas, a inicios del mes. La alerta se dio porque las placas de Norteamérica y Pacífico aplastaron a la más pequeña, provocando un escalón entre ellas.
Otro punto que destacó la geóloga es que los drenes y canales ubicados en todo el municipio, son fracturas originadas por movimientos telúricos. Por eso Mexicali cuenta con tantos en su extensión.
Temblor en Tijuana sería “devastador”
Por otro lado, el panorama en Tijuana es muy diferente, pero menos alentador. Y es que, a diferencia de Mexicali, la planeación urbana fue menos supervisada, por lo que existen asentamientos y construcciones que representan un riesgo en diversas zonas.
El director de Protección Civil Municipal, René Salvador Rosado, solicita mayores facultades en torno al desarrollo de la ciudad y su valle.
Antonio Rosquillas consideró que gran parte de la zona de Playas de Tijuana, Sánchez Taboada, la colonia Libertad y sus alrededores, se encuentra en un inminente riesgo ante un sismo. Del mismo modo la zona de Otay, la colonia Linda Vista y la zona del Río y las Arenas, por la licuefacción, serían las más afectadas en caso de un sismo superior a 5 grados.
René Rosado fue más claro al decir que un terremoto prácticamente partiría dicho municipio: “Sería devastador”, mientras que Rosquillas afirmó que los tijuanenses han hecho confianza ante la nula sismicidad, pero las fallas de Vallecitos al sureste de la presa, entre las inmediaciones de Tijuana y Ensenada, en el Cerro Gordo y Cerro Bola, la Nación, en Chula Vista y San Diego, son una amenaza latente; además de la falla Silverstone, la de San Diego, Coronado y hasta la de San Clemente, que se encuentran en el océano. Se han ignorado.
Tijuana cuenta con otro problema: el suelo rocoso. Según René Rosado, mientras Mexicali tiene un suelo arenoso y hecho de arcilla, la zona costa tiene un suelo más rocoso, lo que representaría una fractura en el suelo, provocando un movimiento brusco y devastador.
No conforme con ello, la vulnerabilidad de Baja California a diferencia de otras partes del país, sería por la lejanía geográfica a otras ciudades. Rosquillas aseveró que al sur, la ciudad más cercana sería La Paz, mientras que al interior de la República sería Hermosillo; ambas son lejanas.
A siete años, aún hay cicatrices
Tras el terremoto de 7.2 grados ocurrido en 2010, se llevó a cabo una evaluación y rehabilitación de todos los edificios públicos, por lo que consideró que ese tema ya está solventado por parte de la autoridad.
Sin embargo, existen varias viviendas y estructuras que fueron consideradas “inseguras”, pero que no han podido ser demolidas o rehabilitadas, debido a que se sostiene un pleito legal por su propiedad.
Cabe señalar que en Mexicali existen alrededor de 60 mil casas abandonadas, de las cuales gran porcentaje se encuentra en pleito legal. No quiere decir que todas se encuentren en esta condición, pero muchas de ellas sí.
Sin duda la zona más afectada fue el sur del Valle de Mexicali, donde comunidades fueron abandonadas debido a los estragos ocasionados, tal y como fue el Sakamoto. Otras tantas tuvieron daños parciales.
Jorge Camacho, ex regidor priista y representante de la Central Campesina Independiente (CCI), reclamó que hace siete años el entonces gobernador José Guadalupe Osuna Millán, dejó a medias la entrega de propiedades a residentes de los ejidos Oaxaca, Sakamoto, Sonora, Nayarit.
Reclamó que por lo menos 800 familias no recibieron su vivienda, es decir, el 40 por ciento de los afectados de la zona, lo que contrasta con algunos militantes panistas a quienes les regalaron en el fraccionamiento Renacimiento del Valle, pese a que ni siquiera vivían en las comunidades afectadas.
Dicha comunidad es decadente. Las casas fueron construidas con material ligero, al grado que personas, literalmente, se han llevado las casas.
Anahí Coronel, una residente de dicha comunidad, indicó que gran porcentaje de los residentes optó por retirarse y buscar casa en otro lugar, lo que ha provocado que la mayoría de las viviendas resultaran invadidas por “adictos”.
Señaló que en su calle solo ella es en verdad inquilina, pues todos los demás son “paracaidistas” que se involucran en constantes robos y riñas.
Frente a su vivienda existe un terreno donde aparentemente hubo una casa, pero personas que dijeron ser los dueños, la desarmaron y trasladaron a otro punto. Esto es un hecho común en la zona.
Otro tema olvidado por los gobiernos es la construcción y rehabilitación de diversos canales, sobre todo en los módulos 10, 11 y 12, los cuales permanecen con severos daños y no han sido reparados.
Mientras que la obra inaugurada recientemente por el Presidente Enrique Peña Nieto, el Canal 4 de Abril, no está concluida, pues le falta la construcción de canales que llevarán el agua a otras zonas del Valley en muchos puntos se registran filtraciones que están afectando los cultivos.
Asimismo, Jorge Camacho arremetió contra los gobiernos, pues la obra es de pésima calidad y ya presenta fracturas, lo que resulta increíble, pues fue construida recientemente.
Es evidente la corrupción, señala.
Legislación y otros aspectos a mejorar
Gobierno y medios están cansados de decir que los terremotos no pueden anticiparse, pero si realizarse acciones preventivas para evitar tragedias.
Desde lo más sencillo como abastecerse de víveres, agua y conocer las medidas de seguridad, hasta hechos más especializados como el tipo de material para construcción, sobre todo en Mexicali.
René Rosado consideró que tanto en reglamentos como en leyes, es necesario realizar modificaciones que involucren a las direcciones de Protección Civil en el desarrollo urbano de los municipios.
Dichas dependencias deberían tener mayores herramientas legales para impedir construcciones en zonas cercanas a fallas, para así evitar mayores daños en comunidades.
Recordó que en fraccionamientos como Sevilla, al oriente de Mexicali, hubo colapsos de inmuebles debido a que hubo malas construcciones, las cuales pudieron evitarse.
Antonio Rosquillas complementó que también debe impedirse que cualquier estructura o inmueble pueda tener operaciones si no existe un reglamento interno de Protección Civil, que ya viene contemplado en la nueva Ley y aún no se promulga.
Comentó que sería imposible para su dependencia, que tiene un presupuesto de 9 millones y medio de pesos, poder atender y revisar todas las construcciones de la entidad, por lo que considera que dichas acciones deben ser ejecutadas por otras dependencias estatales que cuentan con ingenieros y expertos en el tema.
Por su parte, Rosado expresó que para que Mexicali pudiera tener una reacción más eficiente ante cualquier emergencia sísmica, deberían construirse por lo menos tres edificios más de Protección Civil, ubicados en las zonas norte y sur del Valle de Mexicali, además de San Felipe, las cuales tendrían que ser dotadas del personal suficiente. Actualmente cuentan con 20 elementos.
Para concluir, Antonio Rosquillas indicó que Protección Civil, tanto municipal como estatal, es casi como el “patito feo” en la estructura de gobierno, pues pese a ser una institución que podría salvar vidas, recibe menos dinero para operar que otros rubros de menor importancia.
Afirmó que, sin ánimos de descalificar, el dinero que se da a sectores como cultura o deporte, son superiores. “Ya quisiéramos tener nosotros esos edificios”, sentenció el funcionario estatal.
