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domingo, octubre 6, 2024
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10 años de la Feria del Libro Antiguo

Se desarrollará del viernes 13 al domingo 22 de octubre en el Antiguo Palacio Municipal de Tijuana con libreros locales y de CDMX. También en el Parque “Miguel Hidalgo” de Tecate, del 24 al 29 de octubre. “El objetivo principal de la Feria ha sido desde el inicio hacer accesibles para la ciudadanía los materiales de lectura”,  dijo a ZETA René Castillo, director general del evento

Como cada año en la última década, libreros de Tijuana y Ciudad de México ofrecerán valiosos ejemplares de literatura, arte, historia y filosofía, entre otras disciplinas, durante la X Feria del Libro Antiguo y de Ocasión que se desarrollará del viernes 13 al domingo 22 de octubre de 2017; y en el Parque “Miguel Hidalgo” de Tecate, del 24 al 29 de octubre.

René Castillo, director general de la Feria del Libro Usado (Felius) en 2008, actualmente conocida como Feria del Libro Antiguo y de Ocasión, expresó a ZETA que este año la sede del acontecimiento literario es el patio del Antiguo Palacio Municipal, ubicado en la esquina que hacen las calles Segunda y Constitución, en pleno centro de Tijuana.

“Durante los diez días de la Feria tendremos ciclos de lectura, conversatorios, proyecciones de cine y radio, actividades para niños y jóvenes, presentaciones y talleres editoriales, y presentaciones artísticas, abiertas a todo el público”, agregó el fundador del suceso librero.

“La Feria es reconocida porque vienen libreros de otras partes de la República que enriquecen la oferta bibliográfica en la región; cuando iniciamos en 2008 no se tenían en la ciudad librerías de ocasión como ahora (hay por lo menos ocho), así que todos los expositores venían del interior del país. Ahora nos acompañan también algunos de estos libreros locales”, complementó René Castillo, y confirmó la participación de los siguientes expositores de la Capital del país: Gardia Libros de Ocasión, de la librera Rosa Díaz; Libros de Ocasión M.G., de Martín García; y Libantique Libros Antiguos, a cargo de Ángel Miranda.

Asimismo, de Tijuana, Libros, Café y Jazz por el librero Miguel Márquez; Riee Libros y Artículos Reciclados, de Canek Escobedo; Librería Caracol, por Lorena Castro; Librería El Murciélago, de Pedro Oquita; El Grafógrafo: Libros & Café y Taller Ajonjolí: Artesanía Editorial por René Castillo; y Módulo Programa Nacional Salas de Lectura, a cargo de Víctor Alzina, Lorena Castro y René Castillo.

Incluso, Castillo informó que además de los libreros participantes en Tijuana, en la Feria del Libro Antiguo y de Ocasión en Tecate se unirá Café Rayuela, a cargo de Ana Karenina Ochoa.

 

Hace 10 años

Fue en 2008 cuando René Castillo, entonces estudiante de la licenciatura en Lengua y Literatura Hispanoamericana de la Facultad de Humanidades de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC) Campus Tijuana, tomó la iniciativa de invitar a libreros de Ciudad de México para que ofrecieran sus ejemplares en los pasillos del alma mater bajacaliforniana.

“La Feria surge en 2008 por la necesidad de contar con una buena y amplia oferta de materiales de lectura en Tijuana, particularmente, y de tener como en otras ciudades del país mayores opciones de compra al momento de cotejar no solo los títulos, sino también los precios de los libros. El evento se dio en inicio en relación a las necesidades que estudiantes de la carrera de Literatura enfrentábamos, que eran principalmente estas dos problemáticas: la mitad de los libros que nos pedían no se conseguían en Tijuana, y los que sí, estaban ‘caros’, considerando el poder adquisitivo de los estudiantes”, evocó Castillo en entrevista con ZETA.

“Después nos dimos cuenta de que no era solo en Tijuana, sino en todo el Estado que la cuestión presencial afectaba y al corto tiempo cómo el factor del precio influye en los hábitos de lectura. Lo anterior marcó mucho el porqué de la Feria y hacia dónde dirigimos nuestro trabajo, que de alguna forma veo como una práctica de investigación social que nos permite entender de mejor manera los hábitos de consumo editorial, entre ellos el hábito de la lectura”.

¿Cuál es el objetivo fundamental de la Feria del Libro Antiguo y de Ocasión?

“El objetivo principal de la Feria ha sido desde el inicio hacer accesibles para la ciudadanía los materiales de lectura. Con esto me refiero a dos cosas: primero, abrir el panorama librero en Tijuana para que se reciban en Baja California libros que por nuestra cultura editorial no encontrábamos de manera establecida hasta hace apenas unos años; estamos hablando de que Tijuana es de las pocas ciudades del país que no tiene la cultura de las librerías de ocasión, es decir, librerías de ‘usado’, como se les llama acá, y que por tanto, hasta hace unos años era difícil encontrar libros que no fueran publicaciones recientes, que es lo que las librerías de nuevo deben manejar en sus estanterías, por diversas razones.

“Lo segundo es hacer accesibles los materiales de lectura en tanto a su precio, que nada tiene que ver con el valor del libro, pero que influye mucho en que una persona pueda o no acercarse a la lectura, y más aún, generar un hábito lector. Claramente la presencia y el precio no son factores que deban tratarse de manera aislada o supongan que automáticamente pasaremos a ser una ciudad lectora, pero es un inicio y una manera de acrecentar las posibilidades de que las personas se acerquen a la lectura.

“Teniendo los libros y la ‘ocasión’ de adquirirlos posibilita la acción; hablamos de que estos libros se quedan en el estado y nutren hogares, librerías, salas de lectura, bibliotecas; la resonancia que tienen esos libros una vez que llegan, complementa la oferta que se tiene normalmente a través de las librerías en la ciudad”.

 

Los libros antiguos y de ocasión

El director de la Feria del Libro Antiguo y de Ocasión también se refirió en entrevista con este Semanario a la figura del librero, ya que más allá del comerciante, “algo que ha caracterizado al evento es el perfil de sus expositores, que son libreros de oficio y que manejan libros de ocasión o antiguos.

“La intención es promover el oficio de librero, sobre todo el de ocasión, que suele ser menospreciado porque algunos son vistos como meros vendedores de libros, pero hay que notar que existe una diferencia entre ser librero y solo dedicarse al comercio de este objeto, o tener libros ‘usados’ y venderlos. Esto es algo que quisimos promover en la Feria, la atención del librero hacia el lector, también como una forma de invitación para que los asistentes a la Feria procuren el diálogo con ellos y por qué no, también cuestionen. No hay nada más valioso como ese contacto entre el lector-librero, pues permite relacionarse de una manera distinta con el libro que se adquiere. Los libreros también están llenos de historias, y contar con ellos en el evento es ofrecer otra forma de lectura”.

¿Qué características, principalmente, tienen los libros que se ofrecen en la Feria del Libro Antiguo y de Ocasión?

“Una de las líneas de trabajo que tenemos en la Feria es precisamente comentar con el público la diferencia entre los libros antiguos, los de ocasión y los libros nuevos. Algo que identifica a esta Feria en específico es justamente que trabajamos los libros antiguos, raros, ediciones agotadas o de colección, que es material que se encontraría en las llamadas librerías ‘anticuarias’, a diferencia de los libros de ocasión, que son libros ‘de segunda mano’, que ya cumplieron su ciclo de salir de la editorial, la librería y han pasado por las manos de más de un dueño, y que no necesariamente son libros ‘viejos’, puesto que pueden ser ediciones recientes.

“Se les llama ‘de ocasión’ porque generalmente, por lo mismo, su costo es menor que en las librerías de nuevo y se tiene así la ‘ocasión propicia para hacerse de una buena lectura’; cuando te encuentras a un autor que en librería está en, digamos 300 pesos, y puedes adquirirlo por menor costo (sean 200 pesos o 50), estás ante una buena ocasión de comprar el libro”.

 

Las dificultades

Por supuesto, como todo proyecto cultural en este país, la propuesta de René Castillo de organizar la Feria del Libro Antiguo y de Ocasión ha sorteado diversos obstáculos; incluso señaló que aunque el suceso librero contó con los permisos del Ayuntamiento en 2015 y 2016, la administración de Juan Manuel Gastélum negó la realización del evento en la Plaza Bicentenario, junto a la catedral del centro de Tijuana.

“A diez años de haber iniciado la Feria, si bien se han abierto muchas puertas y son más las personas que se han ido sumando, seguimos encontrando burocracias que entorpecen la actividad cultural de la ciudad, en general. En nuestro caso particular este año nos enfrentamos a una negativa por parte de la delegación Zona Centro para otorgar la factibilidad que nos permitiera realizar la Feria en la Plaza Bicentenario, que ha sido sede del evento en los últimos años, con el objetivo de acercar materiales de lectura a públicos que suelen dejarse desatendidos, y claro, trabajar la formación de nuevos públicos.

“Para nosotros es una pena que se haya negado el permiso, pues la Plaza Bicentenario es un espacio valioso para generar dinámicas sociales a través del quehacer cultural, no solamente mediante la Feria, sino otros muchos eventos que pudieran realizarse ahí. La Plaza Bicentenario es como una metáfora de la ciudad misma, así que estamos un poco tristes, aunque al mismo tiempo contentos de que se tracen nuevas colaboraciones, en este caso con el Instituto Municipal de Arte y Cultura (IMAC), y con ello nuevos retos que nos exijan cambios propositivos para la Feria, además de llevarnos a reflexionar sobre el panorama local que se vive en términos de gestión cultural y el acceso que como ciudadanos tenemos a la cultura”.

Castillo sentenció: “Lo más importante es que no se deje de atender a la ciudadanía. Estamos agradecidos de que la Feria no pierda su continuidad y podamos continuar nuestra labor de acercar los libros a la comunidad”.

 

“Un referente en el norte del país”

Luego de diez ediciones, el director general de la Feria del Libro Antiguo consideró que “estamos definitivamente en una etapa de transiciones, con estos diez años entramos en un tercer ciclo (pensados cada cinco años), en el que debemos hacer un recuento y reflexión sobre los aprendizajes obtenidos en el transcurso de los años. La ciudad, los lectores, la gente, nosotros, ya no somos los mismos, el contexto cambia y es necesario replantear los objetivos y las prioridades en función a lo que actualmente acontece en nuestra ciudad.

“Creo que el panorama en Tijuana ha mejorado mucho en cuestiones de hábitos de lectura y consumo editorial, de participación lectora, de formación de públicos, pero aún queda mucho camino por recorrer y aprendizajes. Somos optimistas por lo que hemos logrado, lo que hemos aprendido, y lo que estamos seguros está en puerta”.

Finalmente, ¿cómo visualizas a la Feria del Libro Antiguo y de Ocasión a largo plazo y qué se necesitaría para lograr sus planes?

“Creo que la Feria necesita un crecimiento en el sentido colaborativo. Eso es algo que me gustaría reforzar y crecer en este evento, que podría ser con cualquier otro enfoque cultural, me refiero a que son cosas necesarias en todos los eventos que busquen incidir positivamente en nuestro bagaje cultural.

“A mí me gustaría que en años siguientes lográramos la suma de participaciones con otros eventos y agentes culturales de la localidad y del país, que sea un evento logrado a partir de la colaboración de múltiples proyectos. Eso fortalece cualquier propuesta y la enriquece. Necesitamos pensar desde los zapatos del público, qué obtienen o se llevan, qué les deja el trabajo que realizamos, cómo les significa o qué valor estamos aportando a nuestra comunidad. Ya estamos trabajando en esto y en contar con la participación activa del público como piezas clave para el desarrollo del evento, pues finalmente es para ellos que se hace.

“Por otra parte, seguir fortaleciendo la red de libreros que participan y nutren el corazón de la Feria, que es la parte de los libros. Por ese lado, pensar en ser un referente en el norte del país como evento librero que propicia espacios para el intercambio de experiencias a través del libro y las dinámicas que se generan de la práctica de la lectura. ¿Qué necesitamos? Participación.

“No me gusta pensar en términos económicos, sino humanos, creo que esta Feria ha demostrado que no se necesitan presupuestos grandes, sino voluntades fuertes. Claro que el dinero ayuda, pero no debe ser un pretexto, mucho menos limitante. Si pudiera pedir algo sería eso, que la gente esté dispuesta a participar, desde lo público, lo privado, lo institucional, de la manera que quiera o pueda, individual o colectivamente, en este evento que nace desde las trincheras lectoras de la ciudadanía y para las trincheras de una ciudad que ha demostrado tener un apetito más grande que el que nos cuentan por los libros”, concluyó René Castillo.

Por lo pronto, la X Feria del Libro Antiguo y de Ocasión estará abierta al público en el Antiguo Palacio Municipal de Tijuana, de 10:00 am a 8:00 pm, y los viernes y sábados hasta las 10:00 pm; mientras que en el Parque “Miguel Hidalgo” de Tecate, del 24 al 29 de octubre, el horario será de 10:00 am a 7:00 pm.

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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