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jueves, octubre 3, 2024
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Una troika de desastres naturales percute nuestros países

Esta ha sido una semana difícil para las Américas. En mi país, dos huracanes masivos, Harvey e Irma, han causado que cientos de miles de mis compatriotas pierdan sus casas. Estos dos huracanes han dejado tanta devastación en sus caminos. Mientras escribo estas palabras, no estoy en posición para hablar del número de muertos o estimar vagamente qué tanto dinero se requerirá para reparar los daños en Texas y Florida. Lo que es seguro, es que el proceso de reconstrucción durará años.

El 7 de septiembre me despertó una llamada de mi hija, quien me dijo que acababa de sentir un poderoso terremoto al sur de México, donde vive. En horas y días que han pasado desde ese entonces, he aprendido que este terremoto (magnitud de 8.2) ha probablemente matado a más de cien personas en México y ha causado muchos daños en esos lugares, especialmente en comunidades de Oaxaca y Chiapas. Pero, como sobreviviente del terremoto de Loma Prieta de California, en el 1989, que solo tuvo una magnitud de 6.9; tengo que decir que México ha manejado este gran terremoto de manera óptima, lo que corresponde a un testamento de las enormes mejoras que el gobierno mexicano mandó hacer después del devastador sismo de 1985, en la Ciudad de México. Este terremoto de 1985 mató a más de 5,000 personas, aunque –“solo”– midió 8.0 en la escala de Richter.

Me doy cuenta que ha habido críticas contra el gobierno por cómo ha manejado el terremoto de esta semana. El reto será cómo la Ciudad de México manejará la reconstrucción de un área donde siempre ha existido mucha corrupción y manipulación electoral. México ha hecho un buen trabajo con un terremoto que hubiera podido ser más catastrófico. Obviamente, cada muerte es una tragedia, pero la realidad es que el sistema de alarmas del gobierno funcionó bien, relativamente pocas personas fallecieron y México no paró con este gran terremoto, uno de los más fuertes del mundo en años recientes.

Aunque no me siento optimista, espero que el gobierno maneje la reconstrucción de la misma manera eficiente con la que alertó a los ciudadanos sobre el terremoto. Sí ha sido una semana difícil, pero celebremos el hecho de que no fallecieron más personas en los desastres naturales de esta semana.

Entonces, aunque haya sido una semana difícil; yo, como ustedes, puedo alegrarme porque no hubo más muertes debido a estos desastres naturales.

***

En cuanto a lo político, el mundo también ha ido más o menos en la dirección correcta. Después de la “Semana Anti-Migración de la Casa Blanca”, una gran reacción surgió tras el deseo del señor Trump de deportar a cientos de miles de “Dreamers”. Aunque el resultado sigue incierto, parece que los “Dreamers” se organizarán lo suficientemente bien para resistir al deseo de Trump de expulsarlos. De hecho, la decisión de Trump de descargar todo el tema de los “Dreamers” en el Congreso de los Estados Unidos, probablemente demuestre que ha perdido su apetito para deportar a estos jóvenes, dado los resultados que una acción así podría tener en los Estados Unidos.

Trump es muy conocido por dejar que su fijación obsesiva con las noticias de la televisión determine sus prioridades políticas. Con dos huracanes fotogénicos dominando las teles estadounidenses este mes; al parecer, el Presidente ha olvidado las acciones provocadoras de Corea del Norte y está menos interesado en otros eventos mundiales. Consciente ahora de los altos costos de los huracanes, Trump ha concentrado su atención en buscar fondos de asistencia aprobados por el Congreso y, por el momento, ha abandonado su beligerante y belicosa retórica.

De vez en cuando, parece que un huracán estadounidense puede calmar los huracanes políticos de los Estados Unidos. Por ahora, recemos para que los individuos en mi país puedan recuperarse lo más pronto posible de Harvey e Irma y que los afectados del terremoto en México reciban ayuda y no sean víctimas de corrupción electoral.

* * *

P.D. Con el espíritu del buen vecino, déjenme expresar mi simpatía hacia México por este terrible evento. Entiendo que la Casa Blanca no ha compartido sus condolencias, pero déjenme reiterar que el silencio de Trump no representa lo que siente la mayoría de los estadounidenses. Nos duele que esta tragedia les haya sucedido. Querido México, tienes nuestros pensamientos, rezos y simpatía.

 

Andrew S.E. Erickson es un orgulloso ex residente de Tijuana, ex diplomático de los Estados Unidos, con Maestría del Colegio Nacional de Guerra, y un fuerte creyente de la importancia de las buenas relaciones entre mexicanos y estadounidenses

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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