Con un merecido y emotivo homenaje al poeta bajacaliforniano Tomás Di Bella, fue inaugurada la XII edición del Festival Internacional de Poesía Caracol, en la Sala Federico Campbell del Centro Cultural Tijuana (CECUT), la noche del jueves 28 de septiembre de 2017.
En el día de su distinción, el poeta norteño Tomás Di Bella (Ensenada, 1954) estuvo acompañado por los escritores Rosa Espinoza, Antonio Valenzuela y Yohanna Jaramillo, directora fundadora del Festival Internacional de Poesía Caracol.
Mientras tanto, ubicada en la entrada en la Sala Federico Campbell, en una mesa repleta de libros que los participantes llevaban para la ocasión, destacaban los títulos más recientes del poeta y editor homenajeado, entre ellos “Casa en todas partes”, “Asilos vivos” y “¡Aguas!”, recién publicados este año por la editorial bajacaliforniana Pinos Alados que dirige la escritora Rosa Espinoza.
La editora y poeta Rosa Espinoza llevaba impreso un texto al que tituló “Tomás Di Bella: convidar y reincidir”, mismo que leyó en honor al agasajado y en presencia de poco más de 50 asistentes congregados en la Sala Federico Campbell, insistiendo en su propuesta poética:
“Ácrata en sus apetencias lectoras, libérrimo en su estilo, pero siempre fiel a su estructura filosófica, las preocupaciones de Tomás Di Bella cotidianas y en apariencia simples, serán en todo escrito sumamente comprometidas con su realidad, arremetiendo con crudeza su propia entraña, sin importar el riesgo o desmesura”.
Rosa Espinoza contó que conoce a Tomás Di Bella desde hace casi treinta años, pero sobre todo ha sido su editora y lectora de la obra del poeta ensenadense radicado en Mexicali:
“Desde su libro ‘Cristalazos’ (UABC, 1985), con el que lo comencé a leer, hasta el más reciente, “Casa en todas partes”, la palabra de Di Bella se inscribe sin ser compasiva, a las pasiones y pesadillas de lo humano, dos de sus grandes obsesiones en su trabajo poético”.
“De extracción obrera –continuó Rosa Espinoza destacando la congruencia del poeta-, sensible a la realidad del medio en el que se forjó, Tomás asumió la obligación de verter su sensibilidad -a través de la poesía, de la prosa, la crónica, el ensayo, la novela y hasta la música-, todo aquello que remitiera injusticia, desigualdad, abuso, agresión, insulto. Ante la ignominia, usando también todo su cuerpo, Tomás Di Bella ha establecido su pliego de principios. Quienes lo conocemos le hemos mirado y leído, arremetiendo con furia, pero también con suma delicadeza y pasión. Ante lo que considera erróneo, puede reventar con sus palabras y, con esa misma desmesura, arribar a la ternura inaudita. Es un hombre de su tiempo que nunca se preocupó por disimular su transparencia, porque su persona antepuso con mucha sabiduría, el valor que la palabra tiene en este mundo”.
Concluyó Rosa Espinoza: “Pero no hay nada mejor que leerlo, que buscarlo en sus propias descripciones, que puede ir de lo simple a lo doméstico, a los lados oscuros en los que podemos ver a través de su poesía. Celebrarlo hoy y tener la alegría de estar aquí con él, reincidiendo en la literatura, es para mí un honor y un acto de justicia para las letras del estado”.
En su turno, Antonio Valenzuela también tuvo palabras de reconocimiento para su amigo y maestro Tomás Di Bella:
“Cuando mi compadre me dijo que lo iban a distinguir con un homenaje, acá en Tijuana, me dio un chingo de gusto por él, y por mí, también. No sé por qué, pero me dio gusto. Sentí que el homenajeado era yo; como somos carnalitos, dije: pos ai’voy en el paquete. Pero sí es un gran honor, compadre y comadre, estar aquí de nuevo en esta mesa palabriando cosas que me hacen feliz”.
Lector de la obra poética de Tomás Di Bella, Antonio Valenzuela coincidió: “La poesía de Tomás tiene que ver con esa clase, con esa gente que vino a construir su vida y su historia. Esa poesía que habla de la humildad y que se ha escuchado por todos los rincones y praderas del valle. Desde lo alto de la montaña hasta en los remolinos del viento”.
Asimismo, al homenajear al poeta Tomás Di Bella, el también escritor Antonio Valenzuela reconoció la influencia de su maestro, sobre todo en la manera de entender la poesía:
“Mi compadre nunca piensa en el futuro, dice que eso es asunto de los capitalistas y sus negocios, que el pasado y el presente es de los obreros; obreros que pensamos en el quehacer cotidiano, en preparar los lonches para ir a la maquila, el albañil que construye bardas y el conserje que limpia oficinas, así en los diferentes oficios que existen en la clase obrera, ahí está la poesía, en el campesino y el arriero que va y viene con la yunta, ahí, ahí está la poesía, como la canta mi compadre, como la pienso yo”.
Al final del homenaje, Tomás Di Bella también tuvo algunas palabras de agradecimiento: “Quiero agradecer a mi hija –expresó dirigiéndose a Yohanna Jaramillo-, que insistió un chingo en hacerme un homenaje, y pues a la segunda ya me dejé. Entonces, para mí es algo extraordinario que ella tiene para conmigo”.
Por último, con el homenaje al poeta Tomás Di Bella fue inaugurado el Festival Internacional de Poesía 2017 que se lleva a cabo del jueves 28 al sábado 30 de septiembre, con la participación de aproximadamente 30 autores de México, Estados Unidos, Argentina y Chile, en sedes como el CECUT, la Escuela Secundaria Número 28 “Profesora Dominga Márquez y Márquez”, Biblioteca Municipal “Gustavo Aubanel Vallejo”, el Faro de Playas, la Cervecería Azteca Craft del Pasaje Gómez y la Plaza de las Tres Cabezas de Ensenada.
Los detalles de la programación del XII Festival Internacional de Poesía Caracol pueden consultarse en https://www.facebook.com/tijuanaescaracol/